martes, 9 de octubre de 2012

Lovely Molly (2011): el terror sin sustos que nos trajo el director de El projecto de la Bruja de Blair

David López y Alex Caballero no paraban de escribir en Facebook la sorpresa que les había supuesto Lovely Molly. Así que le di al play al Dvd sobre las once de la noche y me dispuse a pasar miedo.
Escrita y dirigida por Eduardo Sánchez (la historia es de Jamie Nash), quien con Daniel Myrick estuvo detrás del éxito de El projecto de la Bruja de Blair, cuenta la historia de una joven que, tras su boda, regresará con su marido a la casa donde vivió de niña con su familia y que esconde un secreto.
Antes de los títulos de crédito y de la boda con su alegría y sus esperanzas, una toma de la protagonista frente a una cámara de vídeo que nos indica qué senderos transitará la película.
Eduardo Sánchez dirige con cámara nerviosa, sin apenas abrir planos porque el susto puede estar en cualquier esquina (pero precisamente una de las virtudes de Lovely Molly es que no es terror de sustos, sino que, gracias a la interpretación de Gretchen Lodge, a la música de Tortoise y a esa cámara que busca pero no encuentra, poco a poco va recargando la atmósfera hasta resultar asfixiante.
Gretchen Lodge (Molly) y Johnny Lewis
Eduardo Sánchez aprendió la lección de Jacques Tourneaur y su productor Val Lewton, sugerencia e insinuación antes que mostrar, ya que logra tener todo el tiempo al espectador en tensión. Con un guión funcional, es la imagen y la actuación (lo repito: excelente Gretchen Lodge, pero para los filmes de terror solo hay premios en festivales de fantásico, y es una lástima) lo que hacen muy interesante Gretchen Lodge, aunque a veces, tras una imagen clarificadora (el matrimonio sentado cada uno en un extremo del sofá) necesite subrayarla, como si el espectador no lo siguiera, con la palabra (¿por qué no te acercas?).
Con un par de sorpresas, que no conviene desvelar, no sé si Lovelly Molly es el sleeper del año del que hablaba Alex y parece que corrobora David, pero es un filme estimable: un paso adelante en la tramposa (hasta Lovely Molly) carrera de Eduardo Sánchez, un grito bien fuerte de Gretchen Lodge a todos los productores para que la contraten y, como curiosidad, la penúltima actuación de Johnny Lewis (marido en la película de Molly, actor de la serie de culto Hijos de la Anarquía, hallado muerto al desplomarse de la terraza de una casa; dentro de esta una anciana de 81 años asesinada: ¿existirá una maldición en el rodaje de Lovely Molly?

Aquí la reseña de David López.


Votar esta anotación en Bitácoras.com

0 comentarios: