Las autoras, con su obra |
Uno de los actos
centrales del cincuenta aniversario del nacimiento de la Cooperativa del Campo
Virgen de la Esperanza
fue la presentación del libro de Conchi Montoya Hernández y Francisca Fe
Montoya, Sabor de la tierra, 50 recetas
para recordar: donde, acompañado de fotografías y explicaciones sobre el
origen del arroz o la cantidad de agua que hay que echar o tiempo de cocción o
los tipos de arroz, recogen recetas de ensaladas, caldos, arroces secos y
postres.
El libro cuenta con un
prólogo del escritor moratallero Pascual García, quien recuerda primero el
arroz de su madre y después el de su mujer, Francisca Fe, coautora del libro:
«Una prueba de que el matrimonio se ha consolidado acaece cuando uno ya no
cambiaría el arroz de su compañera por el de su madre ni por todo el oro del
mundo». La comida, para el escritor, es memoria y emoción. «En el arroz de
nuestra tierra convergen el enigma de un sol tan antiguo como beneficioso y el
misterio de un agua transparente llegada del corazón de la sierra».
—¿Cómo surgió la idea de escribir este libro?
—Francisca-Fe: El nacimiento de un libro no surge de la noche
a la mañana, es una tarea que se va gestando lentamente, incluso puede no ver
la luz nunca. Nosotras llevábamos varios años dándonos cuenta de que cuando
alardeábamos de las bondades de nuestra tierra uno de los productos que siempre
enviábamos en nuestros intercambios con personas de otras nacionalidades era el
"Arroz de Calasparra" en su modalidad artesanal del saquito de tela
que a todo el mundo le llama la atención. Inmediatamente la pregunta era ¿cómo
lo cocináis? El vacío estaba aquí, pues si queríamos quedar bien teníamos que
mandar por e-mails las recetas. Disponemos en nuestra comarca de uno de los
mejores cereales del mundo y no tenía carta de presentación. Bien es verdad que
el Consejo Regulador de la
Denominación de Origen había editado una pequeña
recopilación, pero sólo contenía diez recetas. Entonces nos dimos cuenta de que
no existía ningún libro que recogiera las recetas de nuestra madres, abuelas y
bisabuelas.
—Concepción-Teresa: Ponernos de acuerdo las dos para recoger,
seleccionar y probar recetas reales que se cocinan en nuestro pueblo fue
sencillo. El proyecto nos entusiasmó desde el principio porque plasmar parte de
nuestra memoria gastronómica en documentos escritos para que pudiese llevar
fuera de nuestras fronteras un arroz que identifica no sólo a una comarca, sino
a una región era todo un reto. Este año la Cooperativa del Campo
Virgen de la Esperanza
cumple medio siglo de su creación y esta circunstancia nos animó a terminar el
proyecto y ponernos en contacto con la directiva de la cooperativa para
concretar la viabilidad del proyecto. La amabilidad e implicación de los mismos
ha dado como resultado la publicación del primer volumen de toda nuestra
historia sobre la cocina de nuestro arroz en Calasparra y La acogida del pueblo
ha sido excepcional.
—¿Cuántas de las recetas son de nueva creación y cuáles
tradicionales?
—Francisca-Fe: Nuestro objetivo prioritario ha sido siempre
"recoger para perpetuar". Las recetas tradicionales llevan siglos
ensayándose en laboratorios particulares. En cada casa se realizan variaciones
exquisitas de un mismo tipo. Por eso lo primero que hicimos fue recuperar este
pasado. Hemos recogido recetas de mujeres nonagenarias y otras que
prácticamente sólo cocinan las abuelas por ser muy laboriosas como el
"arroz con pata y mondongo de cordero" (quien lo prueba repite). De
todas ellas la que más me ha llamado la atención es el "arroz con costra
calasparreño" no sólo por su exquisitez sino porque es un plato del que ya
no me acordaba. Mujeres cargadas con su fuente de arroz semicocinado camino de
la panadería donde batían los huevos que transportaban en los bolsillos del
delantal y se los incorporaban al arroz antes de meterla en el horno.
—Concepción-Teresa: Tengo que completar a mi hermana refiriéndome a
los platos más modernos y que están recogidos en el apartado dedicado a las
ensaladas, pudin y rellenos. Nos han sido proporcionados por madres con hijos
estudiando fuera, pues intentan que estén bien alimentados y sin tener que
invertir mucho tiempo en la elaboración, por eso son muy fáciles de hacer, se
pueden preparar con antelación y son un ejemplo de dieta mediterránea, tan
necesaria hoy en día y por supuesto están buenísimos. Respecto a los postres
destacar que salvo el arroz con leche, el arroz con miel y los buñuelos de
arroz, el resto de recetas es prácticamente de última generación.
—¿Quedan recetas para una segunda parte?
—Francisca-Fe: Nosotras ya hemos comenzado la selección para
el centenario de esta emblemática Cooperativa con la convicción de que será un
volumen esperado y, por supuesto, necesario.
—Concepción-Teresa: Mientras tanto, y como la cocina
afortunadamente no para de avanzar, y cada día el consumidor es más exigente
con la calidad de los productos, nosotras continuaremos con este proyecto y
tenemos en mente un edición para personas con déficit visual, en letra gorda y
formato más grande, así como algún otro que ya se está cociendo pero que
dependerá en buena parte del final de la crisis.
—¿Qué tipo de arroz seco es el más común que toman las
familias de Calasparra cuando se reúnen?
—Francisca-Fe: Como muy bien afirma Pascual García en su
prólogo el libro es una muestra del buen hacer gastronómico de un hermoso
rincón del Noroeste murciano. Un rincón que comparte con el resto de la comarca
la gastronomía y la generosidad de sus gentes respecto al arte de comer bien.
Lo más significativo de esta zona es que hay tantas variedades como casas. A
nosotros nos encanta el arroz con nízcalosmoratalleros.
—Concepción-Teresa: Indiscutiblemente el arroz con conejo y
caracoles serranos es el más codiciado. Pero uno no puede dejar de probar el
arroz con manitas de cerdo y hierbabuena. Habitualmente el arroz mixto es una
buena opción en nuestros fogones.
—¿Cuál de las recetas de arroz seco es el preferido por las
autoras?
—Francisca-Fe: Creo que me he adelantado a esta pregunta
cuando he asegurado que en mi casa es muy preciado el arroz con nízcalos
moratalleros pero como no siempre es posible por cuestiones de escasez de los
nízcalos solemos degustar con placer el arroz con verduras y atún. Aunque mi
hijo como buen calasparreño es amante del arroz con conejo y caracoles serranos
de su abuela.
—Concepción-Teresa: En casa cada uno tiene su preferido. A mi hija
mayor le gusta el arroz y mariscos, a mi pequeña el arroz y alubiones nuevos o
“ empedrao”, a mi marido le encanta el arroz con conejo y caracoles que hace mi
suegra que le sale insuperable y yo me quedaría con el arroz con bacalao y
verduras o el arroz con garbanzos y manitas de cerdo que hace mi madre que está
para chuparse los dedos. Pero si soy sincera cualquiera de ellos me los como
con mucho gusto.
—¿Se sigue utilizando el arroz para trastornos digestivos?
—Francisca-Fe:
El arroz es un cereal caído del cielo, "en el principio fue el arroz,
brotando de forma natural entre los dos ríos evangélicos del Géneisis, en los
márgenes embalsados del agua (...) No conozco ninguna otra comida que nos
identifique desde esos días remotos, a todos los seres humanos, desde la lejana
China, pasando por la India"
hasta nuestra pequeña comarca como afirma Pascual García. De manera que los
beneficios dietéticos del arroz están contrastados siglo tras siglo. Los
primeros bancales que dieron cobijo a este cereal en Calasparra estaban en el
paraje de la "Cañada de la
Higuera", según nos ha informado Luis Ludeña López
(investigador del archivo de nuestra Villa). De hecho hoy en día estas tierras
siguen manteniendo una estructura en terrazas similar a las que hay en China, y
varias balsas de agua que hacían acopio de la misma y la iban trasvasando por
los distintos bancales hasta llegar al tramo principal del río Segura. En la
actualidad las áreas de cultivo están ubicadas en otras zonas de las márgenes
del río.
—Concepción-Teresa: Nuestra madre siempre ha cocinado el
"arroz blando dulce o salado" según el dolor o problema estomacal tal
y como le había enseñado su madre y a su vez su abuela y así hasta tiempos
remotos en los que el arroz se cultiva en Calasparra. Mi hermana y yo seguimos
esta costumbre que nos han avalado los médicos a los que hemos consultado. Me
consta que en el resto del pueblo también se siguen practicando estos sanos
remedios que no sólo son baratos sino que no tienen contraindicaciones. ¿Puede
pedirse algo más?
—¿Y respecto a los postres, qué podríais destacar?
—Francisca-Fe: Nosotras somos golosas por naturaleza. El
arroz con leche acompaña nuestros recuerdos de infancia. Mi madre o mi tía
Caridad lo hacían con leche de las vacas de mi tío Pepe y era el bocado más
delicioso que puedas imaginar. La cremosidad de la leche y la textura del arroz
son algo indescriptible para el paladar.
—Concepción-Teresa: No obstante, mi madre siempre ha gustado de
innovar (como todas los miles de madres anónimas que cocinan todos los días) y
solía elaborar unos panecillos de arroz con leche y canela que eran un lujo.
Nosotras,siguiendo esta entrañable tradición, también solemos juntar a nuestras
hijas con nosotras y hemos redondeado una receta que ha causado furor en las
últimas reuniones de amigos, me estoy refiriendo a "Arroz con naranja y
estambres de flor de azafrán", no dejéis de hacerlo, es muy sabrosa y
llamativa. Tengo que destacar especialmente una receta, pues lleva el nombre de
los patronos de Calasparra, concretamente la "Copa San Abdón y San
Senén" pues aúna arroz y uva, productos emblemáticos en nuestra tierra.
—¿En qué se diferencia el arroz de Calasparra del de Valencia?
—Francisca-Fe: las diferencias técnicas te las va a comentar
mi hermana, a mí me gustaría resaltar el hecho de que es un magnífico arroz, de
primera calidad, que consumen en Suiza, China, EEUU, Italia, Rusia y Australia
entre otros muchos y que prestigiosos chef de cocina recogen en sus cartas (el
último que comí junto a mi familia fue en el Palacete de la Seda, era una
tarrina de arroz Bomba de Calasparra con sardina... ¡exquisito!), nosotros
podemos constatar de primera mano (pues Calasparra es un pueblo acogedor al que
todo el mundo está invitado) la calidad del agua que riega los campos, el mimo
de los agricultores que respetan los métodos tradicionales de cultivo, el
orgullo de los operarios que envasan y cuidan el aspecto del producto y sobre
todo el inmejorable precio al que llega al mercado. Cereal de alta cocina a un
precio asequible. No se puede pedir más.
—Concepción-Teresa: En Calasparra se cultiva la variedad Balilla x
Sollana de grano redondo y pequeño, mientras que en Valencia se cultivan otras
variedades. El arroz Calasparra absorbe 3,5 partes por volumen de caldo
mientras que otras variedades cultivadas en otras zonas absorben 2,5 p/v., El
tiempo de cocción es 20 minutos en el caso de Calasparra, mientras que otros
arroces tardan menos tiempo en cocer. Las principales características que
diferencian al arroz de Calasparra de otros arroces son: 1.- El grano después
de ser cocinado conserva una gran consistencia. 2.- También es característica
su baja adhesividad entre los granos (arroz suelto y consistente). Esto se debe
al alto porcentaje en amilosa del almidón y al entorno de cultivo con aguas
frías de montaña y bajas temperaturas y humedad relativa durante la maduración
del grano al final de la vida de la planta de arroz.
—Por qué habéis elegido este formato?
—Francisca-Fe: Lo primero que hicimos fue buscar
asesoramiento en las personas que conocen este campo como Pedro López Morales
(diseñador) y Pascual García (que ha sido asesor del Servicio de Publicaciones
de la Consejería de Educación durante 10 años) que nos aconsejaron un diseño
práctico, coqueto, juvenil y especialmente con el tamaño que tiene para poder
ser transportado con facilidad en las maletas y bolsos de los estudiantes. La
imprenta Cánovas en Calasparra ha entendido desde el principio nuestros
requerimientos y se ha implicado personalmente en el proyecto. Hemos
incorporado fotografías de José Ruiz sobre el proceso de producción del arroz
para enriquecer la edición y evidenciar su calidad.
—Concepción-Teresa: Tengo que puntualizar que no hemos querido
recoger fotografías de las recetas para que ningún joven sienta pánico ante el
aspecto de lo que haya cocinado. En numerosas ocasiones una foto espectacular
sobre un plato elaborado nos hace sentirnos incapaces y lo dejamos de lado ante
la frustración del fracaso, por eso sólo al final de libro se recogen 4
fotografías de platos elaborados en la confianza de que quien lo desee puede
cocinar estas 50 recetas y que siempre le saldrán sabrosas y saludables.
Prácticamente hay una receta para cada semana del año, sin tener en cuenta
todas las variaciones personales que se pueden realizar. No podemos terminar la
entrevista sin dar las gracias a vuestro periódico por el
interés y la cobertura que desinteresadamente nos habéis ofrecido.
—Francisca-Fe: y por supuesto a todas y cada una de las
mujeres cuyos nombres se recogen en la segunda página del libro y a las que de
forma anónima continúan dando de comer a sus familias con mimo y buen gusto.
1 comentarios:
Buenas noches: Soy un aficionado al arroz y me gustaría saber cómo podría adquirir el libro de las cincuenta recetas para recordar.
Gracias.
Saludos: Luis
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