miércoles, 7 de noviembre de 2012

Lo que aleja El Dorado de la consideración de obra maestra de Río Bravo

Hawks dándole instrucciones a Wayne y Angie Dickinson
¿Qué desapareció antes, el sistema de estudios o el star system? ¿O se marcharon de la mano?
Pocos directores fueron tan sensibles a la extinción de las estrellas como Howard Hawks. Como explicaba a Joseph McBride en Hawks según Hawks si Río Lobo no está a la altura de Río Rojo es porque no se encuentra con un reparto a la altura del mito John Wayne (aunque el director, y yo antes de leerlo, a posteriori se arrepintió de no haber alargado el papel de la joven de la cicatriz). A mí Río Lobo me parece excepcional, y el robo primero del tren merecedor de estudiarse en todas las escuelas de cine por los directores de acción.

 
Wayne y Mitchum
Pero es cierto que Su juego favorito (uno de mis films favoritos de Howard Hawks) hubiera ganado muchísimo con Cary Grant en lugar de Rock Hudson. Y El Dorado (que volví a ver hace unos días), con un argumento parecido (sheriff borracho, encierro en la cárcel...), no es Río Bravo por el reparto. John Wayne es John Wayne, vale. Y Robert Mitchum es Robert Mitchum. Pero como sheriff borracho prefiero a Dean Martin (un actor tan bueno que no se esforzaba; de ahí lo ligero de su obra). Y a partir de aquí Walter Brennan, Angie Dickinson, Ward Bond, hasta el cantante Rickie Nelson daba la talla... El joven James Caan ni se acerca (y resulta gracioso su personaje). Y la chica de Wayne olvidé su cara. Y casi lo mismo con el viejo, que bien, pero Walter Brennan aparecía en Tener y no tener (la picadura de la abeja) y Pasión de los Fuertes y Juan Nadie y...
Wayne, Dean Martin y Rickie Nelson
En las dos firma el guión Leigh Brackett, aunque en Río Bravo se le une Jules Furthman: ambos, la aristocracia de Hollywood.
Y El Dorado tiene secuencias fantásticas y diálogos inolvidables: "cortesía profesional", los tres más rápidos, "lo que le suele pasar a un hombre...", "no me diste una oportunidad", "eres muy rápido" (cito de memoria).
"Una de las cosas que más lamento en la vida es no haber nacido en la era dorada de Hollywood, para dirigir a Humphrey Bogart, a Greta Garbo, a Clark Gable, o a Marlene Dietrich. Cuando lo pienso, me dan ganas de llorar.", dijo una vez Steven Spielberg.
Y en una entrevista reciente Clint Eastwood se lamentaba de no haber trabajado nunca con Howard Hawks, pero curiosamente Hawks dudaba de la valía de actores como Steve McQueen y el propio Clint Eastwood. Tal vez pensaría distinto del Clint Eastwood con arrugas, ya nunca lo sabremos. Pero la muerte del star system hirió de gravedad a Hollywood, que se reinventó, sopló una miaja de aire fresco, pero ya nunca fue igual.

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