domingo, 2 de diciembre de 2012

Felipe y Aznar, ¿qué hay de los ex presidentes?

Un 2 de diciembre de 1982, Felipe González y el PSOE llegaron al poder y se dio por terminada La Transición.
El ex Presidente lleva un tiempo callado, aunque le ha costado: recuerdo hace unos años cuando se aburría e hizo esas declaraciones sobre sus dudas sobre practicar el terrorismo de Estado (no ha reconocido nunca lo de los GAL, pero publicitó su dilema sobre atentar contra los jefes de ETA, tras Hipercor creo). Escribía, a cuenta de esas declaraciones Javier Cercas: "Entrar en política es fácil; lo difícil es salir de ella, o por lo menos salir dignamente: ¿tan complicado es asignar un papel institucional a los ex presidentes, de manera que pongan su experiencia y sus conocimientos al servicio del Gobierno, sea éste del color que sea?".
Desde esas declaraciones, calla más que habla (aunque cuando hablas es para demostrar que sus simpatías le aproximan más al empresariado -los de su especie- que al trabajador -los que supuestamente representaba su partido... y tal vez representó hace 30 años). Al que le ha entrado mono de que le digan de nuevo "guapo" es al otro ex Presidente, José María  Aznar, que practica el género tan anglosajón como son las memorias. Aunque no queda claro si se tratan de las memorias de un cómico, de un iluminado... Ya en nuestros quioscos, conocemos que Mayor Oreja se mostró dispuesto a ir él mismo, a pecho descubierto, a una reunión con ETA durante la tregua trampa; que Rato rechazó dos veces el cargo y que, cuando lo quiso, Aznar le dio la callada por respuesta. Continuando con ETA, cuando los terroristas atentaron contra él, le pasó una cosa muy curiosa. Le damos la palabra a Aznar:  “La primera vez que supe que no era un ser humano corriente, lo recuerdo bien, fue cuando ETA voló mi coche conmigo dentro. Salí de allí, envuelto en llamas, y pensé: ¿cómo es posible que haya sobrevivido? Nadie
se lo explicaba. Los médicos no encontraban una respuesta, tampoco mi personal de seguridad. A todo el mundo le pareció… milagroso. Esa noche soñé con Dios. Era una luz, no tenía rostro, pero sí voz. Me iluminó con su haz y me dijo: “Jose Mari, si te he salvado es porque te necesito vivo para que lideres a la humanidad”. Me dijo un par de cosas más, pero son personales. Aquella experiencia me cambió, por supuesto. Desde entonces soy mucho más humilde.”
Dos ex presidentes de España, ya me preguntaba en ¿Qué hacemos con el ex Presidente? el tema, nada ha cambiado. Ellos prefieren enriquecerese en la empresa privada gracias a su labor pública, con tramas de favores o no, antes que continuar (o empezar) trabajando por el bien de los españoles.

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