lunes, 18 de noviembre de 2013

El hombre de acero (2013): Snyder-Nolan se muestran incapaces de reinventar al superhéroe

Demasiados extraterrestres, me dijo un amigo sobre la reinvención de Superman a cargo de Zack Snyder en El hombre de acero. Más bien demasiado tiempo en su planeta de origen. Pero también abusaba de ello el Superman de Richard Donner (1978) y de unos efectos especiales que hoy en día resultan más antiguos que los entrañables de Ray Harryhausen de Furia de Titanes (1981). ¿Nos parecerán anticuados en unos años los de El hombre de acero?
Un director del que algunas me gustan muchísimo: 300; otras mucho: Amanecer de los muertos; otras regular, Watchmen; y otras nada o casi nada: Sucker Punch.
De 300 y de Sucker Punch ya he escrito. Aquí reseña de la primer: 300: una película de tesis; aquí de la segunda: Sucker Punch: asexuada película de chicas sexis.
Inciso: Volví a ver Watchmen en montaje del director y me gustó más. Tal vez me ocurra lo mismo con Sucker Punch.
Algunos aspectos de este Superman me resultan interesantes, aunque en su conjunto la película me parece fallida y quizá tengan que ver esos mismos aspectos interesantes o, entrecomillas, arriesgados en el guión: la narración, por ejemplo, en vez de ser lineal, la salpica de flashbacks con un primer Clark Kent (Henry Cavill) barbudo que pretende romper con las anteriores encarnaciones del personaje. Pero el flashback, salvo en contadas ocasiones -y con un personaje tan conocido aún más- me parece innecesario. Aunque consigue tocar mi fibra nostálgica ese Clark niño con los brazos en jarra y la capa y su padre terrícola, interpretado por Kevin Costner, lo mira como si tuviese una premonición.
Otro aspecto novedoso es que Louis Lane (interpretado por Amy Adams, quizá mi actriz favorita) conozca la identidad de Superman en la primera película. ¿Positivo, negativo? Olvidándonos de efectos especiales, en el fondo Superman es una comedia romántica entre un pavisoso Clark Kent (¿el Cary Grant de la Fiera de mi niña?) y la Katherine Hepburn de esa misma película o de La costilla de Adán. Eso ya no lo tenemos en la versión de Snyder.
El guión reformula, resulta (casi) atrevido, pero para los viejos espectadores pierde más de lo que gana y para los nuevos no es capaz de crear un icono como el Batman de Bale-Nolan (y David S. Goyer). ¿Pero nos hubiera gustado un Superman tan oscuro como el Caballero Oscuro? El reparto, por otra parte, es de lujo, tratando de hacer olvidar al original: Russell Crowe por Marlon Brando; Kevin Costner por Glenn Ford; Diane Lane... Henry Cavill no llega a ese toque en cierto sentido irónico de Christopher Reeve-
Ni es Los Vengadores de Whedon ni el Batman de Nolan, pero ¿le damos una oportunidad al segundo asalto de Zach Snyder: Superman y Batman amigos o enemigos?
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