martes, 29 de septiembre de 2009

Memoria Histórica

El año 2006 fue elegido por el Partido Socialista para rendir homenaje a la II República. Y a las víctimas de la guerra civil y del franquismo. Casi todos los grupos políticos estuvieron de acuerdo, excepto el Partido Popular que cree que hay poco o nada que celebrar de la República.
El problema de una conmemoración de este tipo es que surgen centenares de libros buscando la polémica, simplificando los términos del debate: así surgen los Pío Moa de turno (una aclaración: Los mitos de la Guerra civil, partidista donde los haya, tiene cierto valor, sobre todo los capítulos sobre el Pacto de Santoña o el salvamento de las obras del Prado) y se convierten en superventas. Peor todavía es que historiadores serios se sientan obligados a entrar en la polémica y, a su vez, escriban artículos en los periódicos donde simplifican las tesis de sus propios libros. Es el caso de, por ejemplo, un Julián Casanova o Santós Juliá. Sin embargo, mucho de lo que sabemos de la historia del Partido Socialista o de las víctimas de la guerra civil se lo debemos a ellos. Por el contrario, los libros de Pío Moa extraen su información de los libros que se publicaron en el primer franquismo, todos abundando en las barbaridades de los rojos. Pocos historiadores serios, yo diría que el único Stanley Payne, aceptan en parte los puntos de vista de Pío Moa. El propio Stanley Payne, uno de los mayores conocedores del fascismo en la historia y quizá el más interesante de quienes desde el extranjero historian España, en uno de sus últimos libros de divulgación, El colapso de la República, también se ha situado en un revisionismo de derechas: no es que mienta, es que oculta, no concede la misma importancia (él, con razón, dirá que demasiado se ha hablado de los crímenes de los otros). Por ejemplo, mientras dedica páginas y páginas a la violencia de los socialistas en las ciudades, olvida la violencia hacia el campesinado español; mientras, dato tras dato, explica el proceso de radicalismo del PSOE, sólo en unas pocas líneas comenta que el líder del principal partido conservador, Gil Robles, pidió por lo menos en tres ocasiones antes de la guerra a Franco que preparara al ejército para sublevarse. No mentir, pero darle una importancia exagerada a unos datos, mientras se empequeñecen otros, es una peligrosa forma de hacer historia.
La República debe ser reconocida como un intento, casi el único de nuestro siglo XX, Transición aparte, de que la clase política se adecuara a una sociedad cada vez más consciente de sus derechos y más dispuesta a reivindicarlos. La sociedad española de la República no era comparable, pero se estaba acercando, a las sociedades europeas más avanzadas, por ejemplo, en cuanto a escritores, pintores o abogados no tenía nada que envidiarles. En última instancia falló la clase política, incapaz de coincidir en puntos básicos. Incluso dentro de los mismos partidos: si el Partido Socialista no se hubiera agrupado en torno a dos líderes enfrentados: Prieto y Largo Caballero… Si el segundo hubiera aceptado un gobierno fuerte de Azaña – Prieto, parece improbable que los militares traidores a la República hubieran tenido la más mínima oportunidad. Aunque con un Gobierno capaz de mantener el orden tampoco hubieran tenido la necesidad de rebelarse. Por otro lado, nos encontrábamos en el tiempo de los ismos: el fascismo y el comunismo. Y gran parte de la sociedad se sentía fascinada por unos movimientos que, en última instancia, prometían el paraíso en la tierra. Ni más ni menos. Una expectativas crecientes de alcanzar mayor bienestar para la inmensa mayoría de este país que las políticas económicas de la República y el anterior crack del 29 desbaratan.
En comparación con la República, también la Transición viene precedida, a pesar del franquismo, de uno de los momentos de mayor desarrollo económico y social de su historia. Y, al igual que la República, nace en plena crisis económica con un importante paro: en la República el crack del 29, en la Transición la crisis del petróleo del 73. Las dos experiencias democráticas de nuestro siglo XX tienen una Constitución insuficiente, debido a las prisas. Y las dos tienen a militares golpistas y anarquistas o terroristas dispuestos a destruirla. ¿Qué cambia entonces? La clase política, que es capaz de dialogar, discutiendo democráticamente los hijos de los vencedores y de los vencidos. Pero sobre todo la sociedad española, que ha dejado de creerse los lemas turísticos de España es diferente y rechaza que en el español haya un gen que cada cierto tiempo nos lleve a perseguirnos, a pegarnos fuego y a matarnos. En las primeras elecciones democráticas, los dos partidos más votados fueron la UCD y el PSOE. Los españoles prefirieron la UCD a Alianza Popular y el PSOE al Partido Comunista, buscando más los contactos que el enfrentamiento.
Entonces, la reivindicación de la República debe hacerse. Pero siempre que no se busque el descrédito de nuestra actual democracia, a todas luces mejor. Junto al homenaje a la República, este año será también el de las víctimas de la guerra civil y el franquismo. En el libro colectivo Víctimas de la guerra civil, coordinado por Santós Julía, aunque los datos no sean completos y el número de víctimas aumente, se dan casi 95.000 fusilados por los rebeldes y luego por las autoridades franquistas durante la guerra y la posguerra, mientras que, también con datos incompletos, los republicanos hicieron lo mismo con casi 40.000 personas. Pero mientras las víctimas de los republicanos tuvieron sus entierros y homenajes durante el franquismo, todavía no se ha hecho lo mismo con los republicanos muertos. En un libro de conversaciones de Franco con un primo suyo de igual nombre, que era su secretario, mantienen un diálogo sobre el Valle de los Caídos. Estamos en el año 57. El primo de Franco no está de acuerdo con la construcción del Valle y dice así: «En España no hay ambiente para ese monumento, pues aunque dure el miedo a otra guerra civil, gran parte de la población tiende a perdonar y a olvidar. No creo que ni los familiares de los blancos ni de los rojos sientan deseos de que sus deudos vayan a la cripta, que si sólo es para los blancos establecerá para siempre una eterna desunión entre los españoles». Franco, claro está, no era de su misma opinión: ni olvidó ni permitió que los españoles olvidaran que aquí había habido una guerra con vencedores y vencidos; que gobernaba por derecho de conquista. Por tanto, era legítimo que los asesinados y represaliados por el franquismo tuvieran su reivindicación pero, con este Partido Socialista que ni chicha ni limoná sólo consiguió poner en contra a parte de la opinión pública sin conseguir su objetivo de visibilizar (qué palabra más fea) a las víctimas.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Chicks on speed: Cutting the edge

Lejos queda el nacimiento del electroclash, el We don't play guitars, el feminismo militante, la época sucia del popen y el speed... Muchos años de proyectos separadas y vuelve Chicks on speed con un disco doble que demuestra que son más que una tendencia con canciones como Monster Girl, Surfer girl, The worst band in the world o Scream song.

Su homenaje y a la vez reivindicación, en Surfer girl, de aquellas canciones playeras escritas siempre por chicos.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Beirut por Paco Puerta

Artículo publicado en El Noroeste por Paco Puerta en su sección En la fusa:

Tras este ochentero y beligerante nombre se esconde una banda de origen estadounidense que aúna ritmos balcánicos, a veces al más puro estilo Goran Bregovic, con melodías típicas mexicanas liderado por Zach Condon. Esta mezcla, a priori desapacible, puede matizarse con una instrumentación muy cuidada, en la que tienen cabida cello, trompeta, acordeón o saxo, pero vuelve a recrudecerse al nombrar el inclasificable ukelele. No obstante, el resultado de mezclar con calma y sin agitar es una muy mimada y relajante propuesta folk más o menos novedosa. Obviando coqueteos en solitario anteriores, el primer disco de Beirut, «Gulag Orkestar» sorprende a propios y a extraños allá por 2006, donde se puede encontrar la magnífica Postcards from Italy y en el que quedan sentadas las directrices principales de su propuesta: música tradicional europea delicadamente arreglada apta para un consumo, si no mayoritario, sí al menos un poco más general. Sus intenciones se hacen extensivas a los dos EP («Lon Gisland», el cual contiene la imprescindible Elephant Gun, y «Pompeii») que preceden al lanzamiento en 2007 de su siguiente largo, el sonoramente afrancesado «The Flying Club Cup», que sirve como confirmación de que las intenciones son serias y que lo anterior no ha sido una broma. Nantes es la pieza más destacada del álbum, el cual tiene una versión en vídeo y en directo disponible en flyingclubcup.com. Ya en este 2009 se publica otro EP, «March of the Zapotec/Holland» donde entra en escena la música mexicana (e incluso también algún desafortunado coqueteo con la electrónica) y el disco en directo «Live at Music Hall of Williamsburg».
Habrá muchos a los que la propuesta del precoz estadounidense Zach (24 años) les resulte aburrida, poco innovadora, redundante o incluso presuntuosa. Tal vez unas cuantas gotas de cada pueda encontrar un oído convenientemente entrenado en la exigente crítica y en el denuesto gratuito, pero lo cierto es que la música de Beirut tiene una sosegadora capacidad para transportarnos lejos, bien lejos…

sábado, 26 de septiembre de 2009

Tontos útiles; desde Miguel Bosé hasta Aznar, pasando por...

Juanes, Miguel Bosé y un sinnúmero de artistas de este y del otro lado del Atlántico ofrecieron un concierto en La Habana con el pretencioso título de «Paz sin Fronteras». El embrujo de Cuba sobre ellos no varía un ápice: a veces aparecen nuevas estrellas como Chiapas o Venezuela, pero tarde o temprano sólo queda Cuba. No es lo mismo, dirán, Víctor Manuel y Orishas: los segundos no son voceros del Régimen y, por otro lado, ABC publicó que estuvo a punto de suspenderse el concierto por el intento del castrismo de colocar a sus «eternizadotes del pasado en copa nueva» (por usar su Silvio que también estuvo) en primera fila para gritar sus consignas. Sin embargo, los artistas: desde el poeta Shelley hasta Maradona, con un punto de ingenuidad o soberbia, creen en el poder de la palabra y la música para transformar el mundo. Imbuidos de esa visión mesiánica son presa fácil de dirigentes sin escrúpulos y pronto pasan a ser tontos útiles o, en la jerga anticomunista, compañeros de viaje. ¿Para qué ha servido el concierto? Para que los jóvenes cubanos muevan las caderas. ¿Era necesaria tanta solemnidad? ¿Prometer otro concierto en la frontera entre México y Estados Unidos o haber celebrado el primero entre la venezolana y la colombiana? Parece que no. La Intelligentsia, como ha demostrado Orlando Figes, prendió la llama de la revolución rusa y, en muchos casos, ardió en ella; y Paul Johnson, en Intelectuales, cita algunas de las lumbreras del pensamiento occidental y sus ideas apocalípticas. De izquierdas todos. Sólo que para el periodista norteamericano la Santísima Trinidad la conforman Juan Pablo II, Margaret Thatcher y Ronald Reagan.
El problema es que también algunos políticos actúan como tontos útiles y resultan más peligrosos que los artistas. Pongamos por caso nuestra reciente democracia: el papel que jugó Aznar en la división y sumisión de Europa a los norteamericanos, la entelequia de la alianza de civilizaciones de Zapatero y el desprecio con que fue recibida por quienes se aprovechaban. Tontos útiles, pero no nos hacen mover las caderas.

jueves, 24 de septiembre de 2009

¿Cómo ven los jóvenes la política?

En los últimos meses de 2005 apareció un estudio encargado por el Instituto de la Juventud (hay posteriores de este y diversos temas en la página del Injuve). Preguntaron a mil doscientos jóvenes de entre quince y veinticuatro años sobre política. Un treinta por ciento contestó que no tenía ningún interés. Si le sumamos los que se interesan regular o poco, nos encontramos con que seis de cada diez jóvenes rechazan la política. Esos jóvenes, claro, reconocen no tener información, aunque una gran mayoría tampoco la quiere. Ven la política, en este orden: primero como algo aburrido, después indiferente, muchos desconfían de los políticos. Sólo aproximadamente un seis por ciento siente entusiasmo.
Sin embargo, casi el ochenta por ciento vota. O votará cuando cumpla la edad. Porque lo consideran un derecho, un deber o para que no gane el contrario. La ideología se encuentra en cuarto lugar. Sólo los menores de dieciséis años la sitúan en el primero (mucha litrona, mucho rock subversivo). Conforme tienen más edad, sube el porcentaje de quienes consideran el voto como un deber y no sólo como un derecho.
Entre los que han decidido no votar, las razones son claras: desinterés por la política en general, por el partido ganador en particular, por la corrupción de los políticos, etc. Teresa M. Vilaros escribió El mono del desencanto para hacer una crítica cultural de la Transición. Retrata personajes que no se encuentran cómodos con la nueva democracia española, con el capitalismo tardío que florece en España a partir de los sesenta. Sin embargo, la gran mayoría de los españoles vota. Ahora es cuando realmente se produce un desencanto de la política o de los políticos, aunque sean los jóvenes los últimos en mostrar el cinismo de lo mismo dan unos que otros (los hunos y los hotros que decía Unamuno).
Aproximadamente, un treinta por ciento de los jóvenes españoles se considera de centro. Y casi el mismo porcentaje de izquierdas. Los que se dicen de extrema izquierda y de derechas ocupan un tanto por ciento similar. La extrema derecha apenas está representada.
Como no podía ser de otra manera, la televisión es el medio que informa a estos jóvenes. Mientras que Internet, todavía no demasiado extendido, es el que consideran más útil.
Hay un mito que debe romperse: el de los jóvenes alejados de la política tradicional que se refugian en asociaciones y ONGs. Sólo el veintiséis por ciento pertenece a asociaciones. Y de ese tanto por ciento, casi la mitad lo es de alguna deportiva. Entre las que suponen un mayor compromiso encontramos primero las estudiantiles, luego las benéficas, seguidas de las políticas y las ecologistas.
El trabajo y la vivienda son sus mayores preocupaciones. Aunque también se movilizarían para acabar con la guerra. En los últimos lugares, apenas con porcentaje, aparecen quienes temen que se rompa la unidad de España, los que defienden su religión y los que temen que el fenómeno de la inmigración acabe con sus trabajos. Como curiosidad (o no tanta), los católicos practicantes son los que más temen la ruptura de España, en cambio se preocupan menos por la redistribución de la riqueza o por la mejora de los servicios públicos.
Quienes han realizado el estudio, cruzando las respuestas han encontrado cinco tipos de jóvenes: el más numeroso lo formarían los indiferentes, después le seguirían dos grupos, escépticos y de partido en la misma proporción. Por último, los proactivos y los apolíticos.
En palabras de Eusebio Megías, el coordinador de este estudio: «Los indiferentes son contrarios a la preocupación por estar al tanto de la actualidad; rechazan estar interesados en encontrar una forma de participar; y tampoco creen que sea posible informarse, por la manipulación interesada de los medios. Sin embargo, tampoco critican esta manipulación; ni se oponen o critican a las ONGs; simplemente no les interesa lo que se traigan entre manos». Quienes se encuentran entre los indiferentes conforme crezcan llenarán las filas de los apolíticos.
Los escépticos se muestran, como tales, respecto a políticos, medios de comunicación y ONGs, pero también sobre que exista alguna posibilidad real de cambiar la sociedad.
Los proactivos defienden la necesidad de participar en política, consideran que la actualidad forma parte de su día a día. A diferencia de los de partido lo hacen con argumentos de fondo, no tanto para defender unos determinados intereses.
Para terminar, siete de cada diez jóvenes son partidarios de la libertad individual para decidir en temas como eutanasia y aborto. Tres de cada diez justifican los actos de vandalismo, las agresiones a las autoridades. También aumentan los partidarios de la pena de muerte.
Quieren que se mejore el estado del bienestar y que se proteja a ciertos colectivos como ancianos, enfermos y niños. Sin embargo, no ven bien las ayudas a los pobres. Si tuvieran que reducir impuestos, lo harían en cuestiones relativas a ley y orden, pero también quitarían ayudas a colectivos marginales como drogadictos, presos y alcohólicos. El porcentaje de los que ayudarían a terceros países y los que no, están igualados. En cambio, casi todos los jóvenes muestran actitudes xenófobas con los extranjeros en España. Y, por último, aunque consideran muy importante el ocio y el tiempo libre, no muestran interés por las actividades recreativas que les proponen ayuntamientos o administraciones.

In the loop: una comedia que se burla de la "relación especial"

In the loop parte del guión que le hubiera gustado firmar a Aaron Sorkin (El Ala Oeste de la Casa Blanca, Estudio 60) en lugar de La Guerra de Charlie Wilson).

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Los Impagaos

Entrevisté este verano a un componente del grupo elbicho y me recomendó el grupo Los Impagaos. Escuchando al Bicho ya os podéis imaginar que tipo de música hacen. El disco con el título No lo intenten en casa se puede descargar fácilmente por emule. Destacan las canciones "Cómprame un CD" y "Los punkis". Esta última con la magnífica frase: "Somos punkies de postal" que se iguala a otra de Loquillo cuando se declara anarquista de salón. Sin pretensiones pero mejor que lo último de Los Delincuentes, Ojos de Brujo (realmente son distintos, pero también del rollo perro-flauta) o Macaco, aunque a la vejez le llegue el éxito.

Padres e hijos: la política como patrimonio

Esta mañana hemos desayunado con la madre de Leire Pajín: su horterada de vestido ocupa la portada de ABC y es motivo de una comparación con Marijaia (Marifiesta) en el blog de Santiago González. Hasta periódicos regionales como La Verdad de Murcia han decidido dedicarle la portada (aunque con mejor gusto nos han librado de Maite Iraola y su vestido).

sábado, 19 de septiembre de 2009

Pimlico en España

Pimlico es el barrio londinense donde transcurre la comedia de la mítica productora Ealing Passport to Pimlico (1949); otro barrio de Londres, Notting Hill, fue escogido por G. K. Chesterton en 1904 para situar a su Napoleón (1904). En la primera es Pimlico quien, en virtud de un documento recién hallado, se descubre independiente de Inglaterra y sus vecinos londinenses se solidarizan cuando la autoridad trata de doblegarlo. En la segunda, un rey aburrido transforma los barrios londinenses en burgos medievales: por uno de ellos, Notting Hill, está proyectada una carretera, pero el Gran Preboste y el resto de los vecinos, en nombre del rey, se niegan a permitirlo. Éste contempla la situación divertido y llega un momento en que el barrio decide imponer sus usos y costumbres a otros barrios colindantes. Con Chesterton se hace complicado asegurar si critica el nacionalismo, el imperialismo… o los dos. Película y novela, ambas son divertimentos, parodias. Como la historia que se repite, que diría Marx hablando de otro Napoleón, el III. ¿Pero qué ocurre cuando la realidad parodia una obra de ficción que, de por sí, es parodia de la realidad?
Pimlico: tal vez así se vieran los vecinos de Arenys (y de otros pueblos que realizaron referendos de independencia). O como una irreductible aldea gala frente al charnego explotador. Y alguno pensará en ese rey improvisador y verá al presidente Zapatero (o Rajoy). O como un Nicolás II camino del precipicio: la Justicia prohíbe referendos como el vasco y permite otros como el de Arenys. No es de extrañar que otros muchos ayuntamientos catalanes, unos sesenta, hayan parafraseado a Los Reincidentes y dicho: «Andalucía entera, como Marinaleda». Y, si no saben que ocurrió en Marinaleda, yo no tengo espacio para contárselo.
¿Verán los ciudadanos de Arenys lo mismo que yo desde mi balcón? Basura y más basura en la calle. ¿Ojearán los mismos periódicos y temblarán cuando piensen en el paro y lo cerca que están de formar parte de una estadística? ¿No tendrán resaca que pasear los domingos, una novia que besar…? ¿Exorcizarán todos sus males travistiéndose de senyera?

De putas, hipócritas y otros nobles artes de José María Egea Sánchez

A continuación un artículo de un amigo y articulista en El Noroeste, José María Egea Sánchez, para quien no tenga la oportunidad de comprar este semanario:

De putas, hipócritas y otros nobles artes
El debate de la prostitución callejera ha saltado a la palestra. Propios y extraños se enfrascan en debates políticos y morales sobre cuáles serán las medidas a adoptar para dejar a todos contentos.
Hipócritas.
La prostitución, como saben, la profesión más antigua del mundo, puesto que se conoce desde que existen registros históricos, supone una buena vara de medir el nivel cultural de las sociedades en las que se desarrolla.
Por desgracia el resultado de esta medición en España nos deja ver lo atrasados que seguimos siendo, quizá lastrados por épocas pasadas de miedos y oscurantismo. Y es que hablar de putas en España sigue siendo un tema tabú, a nadie le resulta cómodo pronunciarse al respecto, las prostitutas son consideradas como bichos raros, seres marginales casi apestados sociales y pensaron que cerrando los burdeles acabarían con ellas, pero ahora no saben como sacarlas de las calles.
Ante esto, la medida del Gobierno barcelonés ha sido aumentar las dotaciones policiales en las calles para disuadir tanto a ellas como a los clientes, incluso se barajó la propuesta del Partido Popular de prohibir la prostitución callejera.
Pero yo me pregunto, en todo este debate ¿no falta la opinión de alguien? Se quiere decidir sobre la prostitución sin contar con las propias prostitutas, sin saber su opinión, sus sentimientos, su situación. Difícilmente se podrá arreglar nada si una de las partes implicadas no participa en las decisiones.
Decíamos antes que la posición de una sociedad respecto a la prostitución dependerá de su nivel cultural. En países como Holanda o Alemania las prostitución es un oficio como otro cualquiera, con sus impuestos, su seguridad social y sus condiciones laborales, y por supuesto no arrastran una imagen tan degradada que al final es la que retroalimenta ese rechazo social de las capas más retrógradas de nuestra sociedad.
Sólo así se consigue acabar con el negocio de los proxenetas, de la trata de blancas, de las enfermedades de transmisión sexual, de la exhibición pública, de la corrupción de menores, así es como las mujeres pueden llegar a tener cierta calidad de vida en el desarrollo de una profesión que ellas (o ellos) eligen libremente.
La prostitución siempre ha estado presente en cualquier civilización o sociedad, en la Biblia hay numerosas referencias a la misma, en la Edad Media, en la Grecia clásica, en la antigua Roma, en Mesoamérica incluso biológicamente, algunos animales también la ejercen, como un tipo de pingüinos que ofrecen sexo a cambio de piedras para sus nidos o los chimpancés que pueden ofrecer prácticas sexuales a cambio de comida.
Vayamos ahora con los hipócritas,
El negocio de la prostitución mueve en España dieciocho mil millones de euros al año, de los que cuarenta millones se los embolsan los principales diarios de tirada nacional en anuncios de promoción a la prostitución, lo que conocemos como «las páginas de contactos». Los mismos diarios que recogen unas páginas más adelante el trato inhumano hacia las prostitutas y los conflictos que ocasionan.
Así el diario El País se embolsa más de cinco millones de euros al año anunciando a prostitutas o prácticas sexuales, y para más escarnio, el diario El Mundo y el grupo Vocento (editor de ABC donde se publica el semanario católico ultraconservador Alfa y Omega) se reparten diez millones de euros al año gracias al negocio de la prostitución. Sin embargo, otros periódicos de tirada nacional han renunciado a esos ingresos, como Público y 20 minutos.
El mejor ejemplo de hipocresía lo vimos esta semana personalizado en Mike Duvall, senador, republicano y conservador, de California pillado in fraganti hablando de sus relaciones extraconyugales con una concubina. Y es que, Mike, ya lo dice Sabina, «Hasta el hijo de un Dios, una vez que la vio, se fue con ella».

viernes, 18 de septiembre de 2009

El buen gusto de Isabel Coixet

La primera película que vi de Isabel Coixet, A los que aman, me gustó mucho, aunque al pensar en ella a la distancia no sé si fue por Mónica Belluci. Después fue el pelotazo internacional de Mi vida sin mí y La vida secreta de las palabras (este título ya anuncia una autora, quizá no en el buen sentido, que es capaza de firmar sin sonrojarse otro título como Mapa de los sonidos de Tokio). Vi la primera pero no la segunda: por española (sé que es injusto) y por indigesta.
Está preseleccionada como candidata al Oscar su última película, la citada Mapa de los sonidos de Tokio, junto a Gordos de Daniel Sánchez Arevalo y El baile de la victoria (por fin algo que echarse a la boca de Fernando Trueba). No pensaba verla, pero la directora me ha soprendido destacando la ausencia de Pagafantas, una de mis películas favoritas de la temporada: "Una producción capaz de enganchar al público juvenil sin mentar a su madre, sin tomarlo por imbécil y sin clonar el hedor pestilente de la comedia hormonal norteamericana más casposa". Así que Isabel Coixet tiene buen gusto, algo que se supone, y además parece que también sentido del humor: espero que lo haya demostrado en alguna de sus últimas películas porque he decidido darle una oportunidad a su Tokio. Y vosotros dádsela al Pagafantas que todos llevamos dentro.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

El País carga contra Zapatero

Ya es raro que El País publique una parte de su editorial en primera página y no sea para tratar del PP y el 11 M, del PP y Camps, del PP y... Es cierto que los lectores asiduos podemos ver cómo en los últimos meses han criticado duramente la política económica de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero faltaba este editorial del que me permito realzar en negrita lo más destacado. Ahora mismo a Zapatero sólo le queda Público, aunque cuando lleguen las elecciones, si el Presidente decide volver a presentarse (y yo creo que sí: como bien dice el periódico lo único, y ya es bastante tal como pintaban las cosas para su partido, ha sido ganar elecciones: lo que no sé si es mérito suyo, demérito de su rival o del conjunto de los españoles), apostará por él antes que por Rajoy. Esperemos, sin embargo, que las voces críticas dentro de su partido cobren fuerza y, si vuelven a ganar los socialistas, sea con otro candidato.
En fin, que no creo por lo de "más vale..." y todo eso. Ahora el editorial:

El rumbo del Gobierno 1: en la pendiente
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, atraviesa uno de los momentos políticos más difíciles desde su llegada a La Moncloa. Si hasta ahora los electores y los miembros de su propio partido habían pasado por alto los modos presidencialistas exhibidos en el nombramiento del Ejecutivo y en la toma de decisiones, la creciente sensación de que Zapatero actúa con imprevisión y ligereza frente a una de las crisis económicas más graves de la historia está comenzando a pasarle factura. A lo largo del último año, las encuestas muestran el desapego de sectores cada vez más amplios de votantes socialistas, desencantados con los titubeos y las contradicciones en asuntos particularmente sensibles para la izquierda y que el propio Ejecutivo había enarbolado para colocar a la oposición entre la espada y la pared. Entre otros, la memoria histórica, las relaciones entre la Iglesia y el Estado o la política exterior basada en principios éticos. Gestionar el desgaste no resulta fácil para ningún dirigente político. En el caso de Zapatero, la tarea se complica aún más porque el ascendiente sobre su partido no se basa en la determinación y el acierto a la hora de dirigir un proyecto claramente formulado, sino en prometer (y lograr) victorias electorales a cambio de que se acaten sus criterios cambiantes en función de cada coyuntura. Si, como viene sucediendo desde el principio de la crisis económica, surgen dudas acerca de que esas victorias electorales puedan repetirse, es entonces su peculiar manera de ejercer el liderazgo lo que pierde fundamento y, por tanto, lo que queda en entredicho. Es seguramente ahí donde habría que buscar una de las principales causas del malestar que empieza a cundir en las filas socialistas; un malestar multiplicado por el hecho de que la actual dirección ha desmantelado los espacios orgánicos en los que debía desarrollarse el debate interno. Los dirigentes socialistas que discrepan del imprevisible contorsionismo desarrollado por el jefe del Ejecutivo no están teniendo, así, otro camino que el silencio resignado o el abandono de la política. En una sola semana, tres ex ministros han dejado su escaño y es previsible que otros lo hagan próximamente. Consciente de esta situación -que, sin embargo, se sigue negando-, Zapatero encara la reunión del comité federal del partido el próximo fin de semana. Es posible que consiga suscitar un cierre de filas en torno a su figura; pero si es a costa de aplazar los debates reales, será un paso en falso. Como jefe de Gobierno, Zapatero ha querido actuar con los mismos criterios que como jefe de partido. El nombramiento de ministros no ha obedecido a razones políticas identificables, ni su cese. Y una vez en el cargo no se les ha reconocido una competencia exclusiva sobre su departamento, sino que han visto constantemente zapada su labor por las intervenciones de un presidente que los puentea y los desautoriza sin reparar en el coste político e institucional que esta forma de actuar representa para el máximo órgano de dirección política del país. Solbes no es el único que ha sufrido este desgaste, pero sí constituye el caso más grave por la importancia del cargo. Competencias relevantes como Universidades, claves para el nuevo modelo productivo que proclama el Gobierno, han transitado sin motivos de peso entre varios ministerios, igual que Asuntos Sociales. Los titulares de Industria y de Ciencia se han disputado otras competencias y se han dado hasta codazos en organismos internacionales. Vivienda se creó contra la burbuja inmobiliaria, pero se ha mantenido con los precios de los pisos a la baja. Y, desde el punto de vista formal y contra toda lógica institucional, el propio presidente es responsable de Deportes. Si el Gobierno que preside Zapatero desea alejarse de la pendiente por la que se está precipitando y asegurar su continuidad, y, lo que es más importante, liderar la recuperación económica y no la marcha hacia el abismo, es preciso un cambio. Pero no sólo de unas políticas que no se sabe bien del todo en qué consisten, sino de una forma de decidirlas y ejecutarlas que está alcanzando unos niveles de confusión sin precedentes, especialmente en asuntos de tanta trascendencia como la lucha contra una crisis que nos acompañará aún mucho tiempo.

Major Lazer: Hold the line

Muchos sabéis que Diplo es mi pinchadiscos favorito: he tenido la oportunidad de verlo en dos ocasiones y ninguna me ha defraudado. La primera, en el Primavera Sound, acabó con air guitar y en el Creamfield del 2008 lo mismo te ponía una de Nirvana que acababa con Palmitos Park del Guincho.
Ahora, junto a Switch (a quien no conozco), ha grabado "Guns don't kill people" con el nombre de Major Lazer y ha mezclado música jamaicana con electrónica. Aquí la canción Hold the line:

sábado, 12 de septiembre de 2009

De Cospedal y Michael Moore

Michael Moore y De Cospedal creen en la teoría de la conspiración y, además, lo dicen en público. El primero con Capitalism: a love story y la segunda con unos vídeos caseros que nos han entretenido el verano. Se diferencian en que el norteamericano, precio de la entrada aparte, exige dos mil euros por entrevista y que la manchega se habrá pagado de su bolsillo la peluquería (y tal vez alguna blusa por lo de no repetirse) y no acepta preguntas. Los periodistas «serios» no pagan, o no pagaban, por entrevista y esperaban pacientes la perorata del político para acribillarlo. Ahora De Cospedal y su partido alivian el trabajo: un vídeo desde la playa y, si lo necesitas, te mandan un corte de voz para la radio. La primera vez que presencié esta práctica fue en Calasparra con el ex ministro Bermejo: al comenzar el acto, su jefa de prensa nos dio una nota sobre su comparecencia e informó de que no respondería preguntas («¿Ni tan siquiera sobre lo bueno que está el arroz de Calasparra?») y pensé en echarle una foto e irme para casa a ver Los Soprano. Pero me quedé, y descontando el saludo, repitió palabra por palabra lo escrito en la nota. Luego me llegó una foto mejor que la mía. No es, por tanto, una práctica exclusivamente «popular», pero han hecho más fácil el verano para los jóvenes becarios que no han tenido tiempo aún de aprender las tonterías que monologan los partidos políticos. Nada que ver nuestro periodismo con el de la América española: allí los gobernantes tienen su propio show, cierran medios, vapulean o asesinan periodistas… Y éstos hacen lo que un periodista cuando ésta era una noble profesión, no algo intermedio entre político y juez: jugarse el pellejo. Yo, más en la línea de Walter Matthau en Primera plana, espero confeccionar en breve un periódico exclusivo con notas de prensa varias y políticos entrevistándose a sí mismos. Si prospera la iniciativa, podré dedicarme a otra profesión donde se gane dinero y no te llamen puta por la calle.

jueves, 10 de septiembre de 2009

¿Quién conoce mi correo electrónico?

Tiene que haber un grupo de personas que se aburran mucho y en su tiempo libre se dediquen a indagar en la red correos pertenecientes a periodistas y así enviarles mensajes.
Primero me ocurrió con AES (Alternativa Española Social) y después con Hispanidad (estos últimos con una obsesión enfermiza con el grupo PRISA pero que te diviertes leyendo sus cotilleos).

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Frivolicemos con el puño en alto


Llevo toda la semana deseando escribir sobre dos temas: la culpabilidad o no de la Unión Soviética en el inicio de la II Guerra Mundial (sobre todo el debate abierto en Polonia y las palabras de Putin que igualaba en inmoralidad el pacto soviético-nazi con el pacto de Munich que aprobó la anexión de los Sudetes) y, por otro lado, la reacción de los populares (comparando el saludo comunista con el nazi) al ya tradicional y aburrido mitin en Rodiezmo de los socialistas con la Internacional, el puño en alto y el verbo inflamado.
¿Aburrido el mitin de Rodiezmo? No, por dos razones que hay que atribuir a las fotos de Reuters que El Mundo trucó para que parecieran una.
-¿No les hace gracia ver a un exaltado Alfonso Guerra que quizá ha sufrido una regresión a su primera juventud?
-¿Y qué decir de mi admirada (en un sentido sexual: si estuviera en Italia votaría a las velinas de Berlusconi) Bibiana Aído en la que, en esta aburrida y calurosa tarde, imagino con la boina del Che, la gorra de Mao o cualquier otra prenda del terrorismo chic que tan bien sentaba a las chicas de la Baader-Meinhof? Si supiera trastearle al Photoshop ya estaría quitándole y poniéndole prendas diferentes. Me he imaginado a Leire Pajín... y no es lo mismo. Tal vez con Carmen Chacón, entonces podría jugar a soldaditos.

martes, 8 de septiembre de 2009

Jordi Sevilla y César Molina

En la empresa privada se gana más que en la pública, pero los mejores abandonan el socialismo de Zapatero que se ha quedado con una ristra de actores secundarios que no pueden hacerle sombra. Dados los zorros en que ha dejado convertido el Partido Socialista, me temo que nos espera un tercer mandato suyo.
En una carta de despedida de la vida política en su blog, Jordi Sevilla escribía esto: "Siempre he pensado que hacerse mayor era ir aceptando que ya no “todo” es posible. Que con el paso del tiempo se van cerrando unos caminos y emprendemos otros con fuertes inercias hacia la irreversibilidad. Las “Vidas Paralelas” verdaderamente interesantes no son tanto las que escribió Plutarco comparando personajes griegos y romanos, sino aquellas otras que analizaran lo que hubiéramos podido vivir nosotros mismos si, en lugar de pasarnos aquello en aquel momento, nos hubiera pasado aquello otro igualmente posible. Repasando mi biografía desde esa óptica borgiana, me siento razonablemente satisfecho con “cómo me ha llevado la vida”, en expresión centroamericana".
¿Plutarco y Borges? Demasiado para Zapatero.
Sobre su marcha, Santiago González publica: ¿Por qué se van los mejores?
Y Gregorio Peces Barba en El País sobre la querencia del Presidente por la juventud: "En la preferencia del presidente del Gobierno de la juventud sobre la experiencia, está quizás el error más de fondo que ha podido propiciar estos lodos. Exilios externos como los de Jáuregui o López Aguilar, o internos como el de Jesús Quijano o Caldera, tienen sin duda mucho que ver con la bisoñez con la que se toman algunas decisiones".
Y Pedro G. Cuartango: Tutores Molestos, en El Mundo
"No sé si la historia se repite, pero lo que sí se repiten son los dramas de Shakespeare. Encontramos en su obra una vasta panoplia de personajes que nos evocan el mundo presente. Así hemos asistido esta semana a la reedición de la caída en desgracia de John Falstaff ante el recien proclamado Enrique V. Nos referimos a la defenestración de Jordi Sevilla por Zapatero, que ha expulsado de su corte al otrora ministro y hombre de confianza. Cuando Falstaff se presenta jovialmente ante el nuevo monarca, su compañero de juergas, éste le responde de esta suerte: «No te conozco, anciano. He soñado durante largo tiempo con un hombre como tú, así de viejo, así de libertino. Pero ahora he despertado y desprecio mi sueño. Nota que tu tumba se abre para tí tres veces mán ancha que para los otros hombres. Te destierro bajo pena de muerte a diez millas de mi persona». Enrique V hace tabla rasa de su pasado cuando hereda la corona conquistada por la fuerza por su padre. Despide a todos sus amigos de francachelas y a quienes han sido testigos de sus flaquezas humanas. Por ello, se deshace de Falstaff, su alter ego, el viejo tutor que conoce la cara oculta del hombre que se acaba de sentar en el trono. Lo mismo que Falstaff inicia al joven príncipe de Gales en la holganza, Sevilla cometió el pecado de iniciar a Zapatero en los arcanos de la economía. «A éste le enseño yo economía en un par de tardes», se le escapó a Sevilla. Zapatero nunca perdonó el desliz de su mentor, como tampoco lo hizo Enrique V cuando escuchó detrás de una puerta que Falstaff le llamaba «hijo de carne floja y de sangre derramada». Como príncipe disoluto, Enrique podía tolerar esos comentarios, pero como rey estaba obligado a castigar al bufón por su osadía. Zapatero aguantó a Sevilla mientras le necesitaba. Supo esperar y cuando llegó el momento, le destituyó como ministro y lo envió a tierras valencianas a reorganizar el partido para pelear con Camps. Misión imposible. Sevilla ha acabado por tirar la toalla y renunciar a su escaño en un gesto de dignidad que dice a su favor. No es la primera ni la última víctima de Zapatero, que ya actuó así con Caldera, López Aguilar, Jáuregui y otros barones del PSOE. Sevilla se ha ido en silencio, pero bien podría haber puesto en su boca el alegato de Falstaff: «Al contrario, es el joven príncipe quien me ha extraviado a mí».
Los monarcas, los poderosos, carecen de memoria y tienen la posibilidad de reescribir la historia. Stalin eliminó a Trotsky de la foto de los soviets en el palacio Smolny. Zapatero ha quitado a Sevilla de la foto porque le conoce demasiado bien. No se puede convivir con quien te recuerda lo que fuiste y lo que de verdad eres en el fondo. Por eso, acaban mal todos los falstaff de este mundo."

PD: De César Molina poco podemos decir como Ministro: vino, vio el panorama y lo echaron.

Opiniones divergentes sobre lo que debe hacer el Constitucional

Guirigay aparte de los independentistas catalanes y los compañeros del viaje del PSC, descontando las extemporáneas declaraciones del Ministro de Justicia y de Rubalcaba (éstas más sorprendentes porque vienen de un político serio, no del nuevo socialismo de Zapatero). En El Mundo Jorge de Esteban y en El País Josep Ramoneda daban su opinión sobre lo que debe hacer el Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña. Jorge de Esteban es catedrático de Derecho Constitucional y Josep Ramoneda profesor de Fisolofía Contemporánea: digo yo que sabra más el primero sobre el tema, pero vete tú a saber.
Les dejo un enlace a los dos escritos:
Jorge de Esteban
Josep Ramoneda
De todas formas, y sin que sirva de precedente porque no comparto casi ninguna de las declaraciones del portavoz popular González Pons, sus palabras parecen las más sensatas: "Esperamos que dejen de presionar al Tribunal Constitucional y que sea luego el momento de resolver los posibles conflictos políticos de una sentencia que sólo debe ser jurídica".
Feijóo, junto a Basagoiti el político más sentato del PP, planteará una reforma del Estatuto de Galicia sólo cuando se conozca la decisión del Constitucional.
Por su parte, Bono, también de lo más sensato del socialismo, admitió, según El Mundo, la responsabilidad que atañe a los políticos por la equivocación de haber suprimido el recurso de inconstitucionalidad previo al refrendo en las urnas de los estatutos de autonomía.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Pagafantas, la mejor comedia española en tiempo

Mentiría si dijera que Pagafantas es la mejor película española del 2009 porque apenas veo cine español. Descontando a Trueba, Amenabar, Fresnadillo, Vigalondo o Balagueró, lo rehuyo como la peste.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Mal de ojo

Las brujas no acaban en los libros de Caro Baroja. Perviven en la actualidad y se crecen cuando hay crisis. En Caravaca, que conozca, cuatro mujeres rezan el mal de ojo. Sobre todo a tiernos infantes, y es la abuela o el abuelo el que los lleva: «Por rezarles no va a pasar nada». Y tienen razón y pregunto a mi familia si alguien tuvo esa deferencia conmigo. Y no fue así y corro a la bruja como corro al doctor en busca de prozac. Rituales para superar el final del verano y un invierno que se presume gélido. Fallidos todos los remedios «como de andar por casa» del Gobierno, sólo queda que el Presidente y el Primado de España encabecen una procesión con la Pilarica. Y, si no funciona, la Virgen al río de cabeza. O Zapatero. O el Obispo, total. Claro que hay otros amuletos: miren al señor Cayo Lara tan ufano con su insignia republicana cada vez que va a palacio: cuando llegue la Tercera, España será Jauja. O Cuba: donde tal vez el señor Lara haya tenido unas vacaciones prohibitivas para los votantes de su partido. Si en vez de Cuba prometiera cubanas (y cubanos) para los currantes, su popularidad aumentaría, pero de momento ofrece un vulgar pin como bálsamo. Luego están los otros, estos son los malos, claro, chamanes que venden las sustancias prohibidas en bares y parques. También han aumentado sus ventas… y bajado levemente los precios. Podrían decir como el Tego: «Nosotros no vendemos si usted no se la mete». Pero la ansiedad y el miedo aumentan el consumo, y si no eres funcionario o político (o ex político que estos días vemos que se colocan, colocar de encontrar trabajo, muy bien), lo más probable es que tengas una de los dos. Felicidades a los calasparreños por sus fiestas y a la Guardia Civil por la droga que ha incautado en el municipio… aunque no dejo de sentir lástima por el que tuviera hecho su pedido y ahora le toque rascar pared: seguro que nadie le rezó el mal de ojo.

PD. La próxima visita del Papa, otro lenitivo: se vuelve a la religión, como se vuelve a la tribu y sus bandas callejeras. Qué difícil puede resultar estar tan solo en este siglo.