Comedia con momentos delirantes que de comedia tiene poco. Jonathan Ames (Jason Schwartzman) es un escritor de una sola novela al que su novia abandona porque fuma mucha maría y no se deja el vino blanco. En un momento de aburrimiento pone un anuncio en Internet ofreciéndose como detective privado (en el primer capítulo lee a Chandler). Cuál será su sorpresa, cuando recibe una llamada interesándose por sus servicios. Así comienza Bored to death.
Es una serie deliciosamente cultureta, aunque esto último pueda sonar despectivo: Jonathan Ames es el nombre del creador de la serie, el propio Jason Schwartzman ha hecho películas con Wes Anderson (una referencia en esta serie, al igual que Charlie Kaufman que se cita en el tercer episodio), aparece Jim Jarmusch, hacen chistes sobre Rossy de Palma, robos de guiones, de patines, lavativas, boxeo entre críticos literarios... Una delicia de media hora de HBO de la que hay tercera temporada (que en su comienzo mejora la segunda).
Ted Danson (qué vejez más buena), Jason Schwartzman y Zach Galifianakis están estupendos, así como Heather Burns y actores ocasionales como Oliver Platt o Kristen Wiig.
Para quienes disfrutaron de los The Royal Tenenbaums, Being John Malkovich y demás marcianadas.
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