Pocos ministros pueden alardear de escribir en el mismo día en los dos principales periódicos de España. Una de ellos es la Ministra de Cultura, que lo hizo en El Mundo sobre la agresión al Consejero de Cultura murciano y en El País sobre la Ley que, como ella dice (el único rasgo de humor de su artículo) popularmente se conoce por el apellido de su abuela.
En El Mundo se titula ¿Escoltas para la Cultura? (con esto de Orbyt no hay manera de poder colgarlos) y, como es habitual en el mundillo, establece comparaciones: "Me pregunto si tiene alguna relación este hecho, el hecho de que él sea consejero de Cultura y no de otro departamento, en las motivaciones de los atacantes. No me gustaría vivir en un país en el que la gente que trabaja por la Cultura tiene que llevar escolta". Es cierto que dice que le parece lo suficiente grave que lo tengan que llevar otras personas. ¿Pero la Cultura, por Dios? Su argumento se asemeja a los que defienden la inocencia de Polansky (yo pienso que hubo irregularidades en el juicio, o mejor, que ya fue juzgado, pero no se puede decir como Fabra que el haber prescrito signifique inocencia), o las motivaciones ocultas que a un genio le llevan a transgredir la ley, en su caso de pederastia mientras que por otro lado critican y se regocijan con los curas pederastas.
En España hay demasiados escoltas, pero si los tiene que llevar un concejal en el País Vasco, qué podemos esperar.
En El País escribe "El adversario es otro". Comienza (equivocadamente) explicando que la segunda parte de El Quijote se hizo para defenderse del "pirata" que había continuado las andanzas del manchego. Pero si para conseguir obras maestras como la segunda parte del Quijote necesitamos piratas que enfaden al autor, bienvenidos sean estos.
Después, ofrece algún argumento razonable pero no explica en el texto quién es el adversario: si es la industria cultural, la Ministra la representa; si se trata de los censores, la Ministra los representa; si se trata del pensamiento único o políticamente correcto la Ministra lo representa... Tal vez se trate de los judíos (ese adversario, aquellos que mataron a Cristo): con lo cual estarán de acuerdo derecha e izquiera, igualados en su antisemitismo.
PD¿Queremos saber quién es el adversario del que habla Sinde? Eso sí, nosotros, una vez conocido, nos comprometemos a no agredirlos. Da igual que tenga relación con la Cultura, con la cría de cerdos, con el Ministerio de Interior o con el gol de Zarra a Inglaterra.
PD2. Deberíamos crear un grupo en Facebook llamado "Nos comprometemos a no piratear ninguna peli de Sinde". No me supondría ningún esfuerzo.
PD3. El Mundo publicaba un mapa de Murcia donde se encuentra la casa del Consejero de Cultura. Deseo que sea un hecho aislado porque como comiencen a publicar residencias de una u otra Comunidad van a aumentar las agresiones. Podrían también publicar dónde viven los millonarios y que seguridad privada tienen por si se me ocurre la idea de un secuestro.
PD4. Las últimas informaciones apuntan que el detenido por la agresión/atentado (usen la palabra que les de la gana: espero que ninguno hable todavía de intento de genocidio del mundo de la cultura, de la derecha en Murcia, de la familia presidencial...) estaba a kilómetros del lugar de los hechos (o por lo menos su teléfono) y que la anterior detención se debió a consumo de marihuana en un campo de fútbol (droga esta que hace cometer actos violentos, como sabrán, mientras el speed te relaja).
miércoles, 19 de enero de 2011
La sin igual Sinde al cuadrado
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