El Gobierno regional ha decidido adelgazar la Administración y suprimir algunas corporaciones y fundaciones. Va con el signo de los tiempos aunque tampoco creo que el ahorro sea significativo. Más significativo sería conocer cuánto nos cuesta el despilfarro del Estado de las Autonomías. Según UPyD, 24.000 millones de euros en servicios duplicados como defensores del pueblo o del menor en cada Comunidad, además del estatal.
Entre las corporaciones suprimidas, el Consorcio Turístico Mancomunidad del Noroeste. En el 2008 todavía proponía actuaciones que costarían más de un millón de euros como un Museo Paleontológico en Benizar. Después se ha relacionado con algunas actuaciones en la Vía Verde. No ha tenido el suficiente impulso por la dejadez regional, tampoco han sido entusiastas los políticos locales. Como explicaba el Presidente de la Asamblea, prefieren ir directamente a Murcia y tratar de tú a tú o de usted a usted (según el grado de confianza) con el Presidente y volverse después a casa con su parcela de poder para su nacioncita. Si existiera una comarcalización del Noroeste o servicios, como las mancomunidades, que tendieran a ésta, qué harían tantos pequeños políticos con su gran ego. Prefieren no crecer antes que compartir el poder. Y, sin embargo, nuestro territorio es diminuto y necesita unirse para no quedar aislado. ¿Quién toma la responsabilidad entonces? El proyecto de Cadena SER Noroeste (en la que leo esta columna), en cierto sentido, nació con la idea de hacer comarca de una en la que los pueblos tendían a mirarse con desconfianza. Y en los próximos años deberá ser la iniciativa privada: periodistas, escritores, cocineros, agricultores, empresarios quienes creen lazos duraderos entre nuestros municipios. Aunque une más el roce de los cuerpos como cuando cientos de personas suban a las Fiestas de la Vaca de Moratalla la próxima semana y se conozcan nuevos amigos y el amor esté en el aire, que cantaba aquel.
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