En una de mis primeras inauguraciones como periodista, entre el asombro, la vergüenza ajena (en El País Concha Caballero escribía que el concepto de “vergüenza ajena” sólo existe en España) y la sonrisa disimulada, me encontré con que uno de los curas locales se disponía a bendecir la obra, una tienda benéfica. Achispado el religioso disparó agua bendita a todos los presentes y con particular empeño a la Concejal, que acababa de venir de la peluquería. Comenzaron las carcajadas de los presentes, que estimularon más aún al cura, que bautizó todas la esquinas de la tienda.
¿Qué tiempos hace cuatro años? El cura y la bendición eran inevitables para los comarcanos (de la comarca del Noroeste, no de la de los hobbits), pero también el aperitivo y la caña. En el día de hoy, el cura sigue alimentando nuestro espíritu en cada nuevo estreno, pero las administraciones no nuestro cuerpo. Tampoco es que los periodistas pasemos hambre, por lo menos los que aún trabajamos. Pero reconocerán que un tinto de la tierra y un par de bocados predisponen favorablemente a cualquiera.
Que inauguren una modernización de obras de regadío y se bendiga; que se estrene un hotel/albergue en el Llano y lo mismo, no parece lo más apropiado en el siglo XXI. Pero tal vez se trate de un atraso de esta zona del Noroeste, aunque me da a mí que en Murcia capital todavía andan peor, por la cantidad de espacio que dedica la prensa regional a lo festivo-religioso.
Realmente no tiene importancia: son los regantes, los propietarios del hotel quienes han decidido contratar al cura (además, con la falta de vocaciones solo faltaba que no los invitaran), pero si Azaña señalaba en los 30 que España había dejado de ser católica: se refería evidentemente al Estado, no a la sociedad. Ahora el fenómeno es el contrario: cada vez hay menos creyentes pero el Estado se ha mostrado incapaz de quitarle sus prerrogativas a la Iglesia; al contrario, el anteproyecto de ley (gracias a Dios descartado) de Zapatero no resolvía problemas, sino que apostaba por una equiparación de todas las religiones, más que por su supresión en cualquier actividad del Estado. No tocaba, ni por asomo, el auténtico núcleo de poder de la Iglesia católica (y de cualquier otra confesión): la educación. Mientras no se prohiba la enseñanza religiosa en las escuelas y universidades, mientras continúe adoctrinándose a los niños (da igual educación musulmana, cristiana, budista… hay sectas más asesinas que otras, pero me abstendré de ordenarlas, o tal vez ya lo están en el artículo), en España continuará confundiéndose delito y pecado. Alejar la enseñanza religiosa del aula no significa, ni mucho menos, prohibir la religión. Los padres son libres de catequizar a sus hijos.
PD. Un Estado laico debe comprender que el catolicismo forma parte de España (no hay que ser Menéndez Pelayo para afirmarlo) y para que no haya enfrentamientos pueriles habrá que dejar de denunciar al Cristo de Monteagudo, las procesiones de Semana Santa o los pregones de políticos en las Fiestas Patronales (en Caravaca de la Cruz, Valcárcel, Inmaculada García y González Tovar en pocos años). Precisamente en Caravaca, en una de esas interminables polémicas entre Cofradía y Ayuntamiento que me permiten viajar a la Edad Media, el Hermano Mayor, José Luis Castillo, se quejaba de que el alcalde, Domingo Aranda, regalara insignias de la Cruz de Caravaca. Pero esta cruz es un símbolo representativo de los caravaqueños, sean católicos o ateos, izquierdistas o derechistas… o del club de amigos de Satanás. Menos mal que no hubo excomuniones. Me hubiera reído casi tanto como el cura que nos bautizó a todos en aquella tienda benéfica. El cura y nosotros nos reímos. Hasta la Concejal. Como mi archivo es un desastre, no encuentro la foto, pero les dejo una de Enrique Soler de la última inauguración en la que el cura local encuentra en un político de Moratalla, Juan Soria, el perfecto monaguillo.
6 comentarios:
Muy buena Jaime. Luego te contesto algo más construcctivo.
Saludos.
Cojones, el Anónimo soy menda.
Hoy la critica constructiva me la voy a pasar yo por la peineta, que mucho decir que ya no esta de moda, pero esta foto refleja tal mente el espiritu español y desmiente el muntimillonario eslogan: no typical (toma ya...).Que no somos españa de peineta y pandereta???...
pues analizemos una foto de una inauguracion del 2011.
1. situacion: inauguracion de un hotel,construido con nuestro dinero como albergue para mayor gloria del pueblo, recalificado en hotel y concecido a una empresa privada en concurso ¿publico? que ademas, presuntamente..eee..presuntamente..no va a pagar ni agua, ni luz, ni alquiler..con lo cual puede bajar los precios haciendo la competencia a los demas negocios de hosteleria que se ahogan con impuestos, subidas de luz,agua, gas....y sin turistas.
2.-Protagonistas.el cura bendiciendo la cacicada. El cura, el alcalde, las autoridades, ese paisaje enmedio de la nada..ay madre!!!y en este punto solo quiero hacer constar..que como luego no haya paraiso..a mi que me devuelvan mi dinero!!!
Total, que si pones la foto en blanco y negro y me dices que es del siglo pasado, me lo creo y to.......como me crei aquello de sigue, sigue, que yo te aviso..
la cuestion es tragar.....
Pero ya lo ha dejado todo Conguita bien claro. Unos "todo", otros "nada". Curas y mamadas, Alcaldes y concejalas. Todo por "algo" sin futuro y posible "futuro", sin nada.
Donde vayamos y cada vez más, la gente no puede tragar más. Se escucha, se oye, que Caravaca es un despiporre.
Una gozada leer estas cosas escritas desde la comarca, desde Caravaca. Hasta no hace muchos años uno creía inviables semejantes opiniones por estos lares.Gracias. Saludos.
El PSOE(partido socialista obrero español) en Moratalla tambien ha hecho alguna inauguración con el cura, siguen acudiendo a las procesiones, dejan locales públicos para que la iglesia de misa, regalan las palmas de las procesiones, subvencionan a las cofradias...¿qué puede esperar la sociedad de estos políticos y que esperan estos políticos de la sociedad?
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