Ignacio Ramonet, director de la edición española de Le Monde Diplomatique (sobrevalorada pero pocas revistas de ideas políticas hay en España), ha recibido el premio Antonio Asensio. Entregado por el Grupo Zeta, y con la participación en el acto de José Montilla (otro que puede ahuyentar a cualquier persona inteligente de votar al PSC), el periodista premiado señaló: «en democracia la batalla por la libertad de expresión nunca está definitivamente terminada». Además denuncia "el periodismo domesticado". Les invito a leer su Marcos, la dignidad rebelde y Fidel Castro: biografía a dos voces (lo de invitar es una forma de hablar, tampoco aconsejar, si los encuentran en la biblioteca bien, sino no gastes tu dinero). En los dos casos demuestra en su carne lo que signfica ser un "periodista domesticado". Hasta las películas de Stone sobre el Dictador tienen algo más de chicha. Lo de Marcos, solamente el libro que escribió Vázquez Montalbán fue más estúpido.
Aunque no comparto casi ninguna de las ideas de Almudena Grandes o del ya fallecido Haro Tecglen, eran capaces de llamar al pan, pan y al vino, vino.
En el caso de Ignacio Ramonet han premiado la palabra que separa política y vida cotidiana y el servilismo a los dictadores (aunque sean de izquierdas).
0 comentarios:
Publicar un comentario