viernes, 29 de octubre de 2010

Primeras discrepancias en torno a ETA: sensatez de Cospedal

La unidad antiterrorista entre PP y PSOE no parece que se rompa. Pero indudablemente que Mayor Oreja continúe hablando sin pruebas (con la autorización del PP) y el ascenso de Ramón Jauregui en el Gobierno de España, no ayudan nada. Esta mañana varios periódicos citan la convocatoria de Jauregui por parte de la defensa de Otegui: se espera que hable a su favor. En este sentido, poco hay que hacer. Jauregui ha mostrado más comprensión hacia el mundo etarra que ningúno otro político socialista. Él está convencido de que los pasos de Otegui fueron los correctos. No puede mentirle a un Juez. Otra cosa es que a nadie del Gobierno se le hubiera ocurrido el lío en que se meterían con el ascenso de Jauregui si le dice al Juez lo que todos esperamos: que cree que los últimos pasos de Otegui tenían el propósito de conseguir que ETA dejara de matar.
Fuera de esto, Batasuna sigue sin dar ninguno de los pasos necesarios para su legalización: no se trata de que condene un asesinato de ETA (que no va a matar por lo menos en un año): podría haberlo hecho con las extorsiones a empresarios que continúan, con las pintadas contra Recalde, recordando las víctimas de ETA en el aniversario de su muerte y disculpándose por haber aprobado ese asesinato... Nada de esto hace ETA.
Por lo demás, Zapatero tiene una desventaja respecto a Aznar o González. Pocos españoles (sí muchos vascos) estarían dispuestos a que salgan los presos etarras asesinos de la cárcel Tal vez sus aliados, pero nunca los asesinos. Hace ocho años, doce... era una situación igual de injusta que ahora pero casi todos dábamos por buena: ETA deja de matar, en un tiempo se les da la libertad. Zapatero ya no puede hacer eso. Para la democracia sería una derrota.
Tiene sentido que, una vez que ETA se disuelva, sus presos sean comunes, no se les aplique el aumento de pena por pertenencia a banda armada. Al igual que ya se está haciendo con los presos que han declarado públicamente que abandonan ETA.
De todas formas, tampoco vale Público (también El País) y sus acusaciones al PP de utilizar ETA políticamente. Mayor Oreja y Aznar deberían estar ya en un museo. Basagoiti dijo en Vanity Fair que debería ponerse en cuarentena a Batasuna durante cuatro años para ver si su compromiso con la paz es cierto. Y María Dolores de Cospedal ha dicho: "Un Gobierno y un Estado democrático podrán hablar de otras cosas cuando ETA haya desaparecido". Suscribo completamente las palabras de Cospedal, no sé hasta qué punto sería legal lo que propone Basagoiti, pero no conviene descalificarlo sin más.
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