viernes, 1 de octubre de 2010

¿Qué hacer con Batasuna?


El brazo político de ETA lleva una semanas dando los pasos adecuados (en consenso con los terroristas: quien busque diferencias en una palabra o un signo de puntuación distinto, se equivoca) para poder concurrir en las próximas elecciones vascas. Este hecho, de producirse, supondría el fin del proyecto Patxi López – Basagoiti: los ciudadanos por encima de las siglas. Mi deseo, egoísta, sería que Batasuna (o como decidan llamarse) no se presente en estas elecciones, sino en las siguientes, para que continuara gobernando el PSE. Las últimas encuestas publicadas muestran que parte importante de la juventud vasca apoya a los terroristas y eso es posible fundamentalmente por una educación viciada por el nacionalismo étnico, un mal que no erradican cuatro años de alternancia.

Sin embargo, PSOE y PP (al que debería sumarse PNV) deben consensuar una serie de puntos concretos (no valen las proclamas vagas por parte de HB) para su legalización. ETA continúa con la kale borroka; HB debe condenarla tajantemente. ETA continúa la extorsión a empresarios; HB también debe denunciarla; como las amenazas, la humillación de las víctimas, la glorificación de los asesinos…
Y si ETA vuelve a asesinar (en su último comunicado pretende un diálogo con el Gobierno que no debe producirse y no sería de extrañar que una vez pasadas las elecciones, con su brazo político legalizado, se dedicara a lo único que sabe hacer: matar) denunciarlo claramente, sin la equidistancia a la que todavía nos tienen acostumbrados. Aunque las últimas declaraciones de los proetarras no van por el buen camino: «El Gobierno quiere obstaculizar el esfuerzo para la consecución de la paz».
En Suecia la táctica suicida de despreciar al SD y su programa electoral le ha dado a esta fuerza política de la extrema derecha 300.000 votos. ¿Cuántos tendría una HB legalizada? En ausencia de violencia en el País Vasco los demás partidos deberán dialogar con los proetarras. No porque todas las ideas valgan lo mismo: algunas son estúpidas, otras perversas, y, en el caso del nacionalismo vasco, estúpidas y perversas. Pero mejor en el Parlamento que en la clandestinidad.
PD. Las últimas detenciones de etarras demuestran que los terroristas están intentando rearmarse por si no se cumplen las condiciones políticas que exigen al Gobierno. Debería ser más fácil que Batasuna condene sin matices la violencia antes que ETA deje de asesinar.
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