Generalmente tendemos en descalificar las preocupaciones políticas de los más jóvenes como si anteriores generaciones estuviéramos más concienciadas. Así mismo criticamos su ocio, que reducimos al botellón, como si la juventud no fuera época de experimentación. Quien paseara este fin de semana por el Zona Joven caravaqueño tuvo la oportunidad de sorprenderse al comprobar cómo convivían las distintas sensibilidades políticas, desde republicanos hasta católicos, desde organizaciones feministas hasta movimientos por la paz, estudiantes de distintas tendencias, Cruz Roja, libertarios y un largo etcétera de asociaciones de juegos de mesa, baile o monopatín. Y actividades como maquillaje zombie, grafitis, pintura, danza del vientre, videojuegos y muchas más. Nada que ver con esa juventud apática de la que hablamos sin parar y también sin pensar la se reunió en Caravaca durante tres días.
El Zona Joven promocionado por la Concejalía de Juventud ha sido de largo el más interesante de cuantos actos se han preparado en esta Eternidad Santa. Eso sí, los partidos con aspiraciones deberían plantearse una Concejalía de Treintañeros para las próximas elecciones porque parece que en Caravaca pasamos de la juventud al Inserso.
PD. Cumplo a finales de mes los 31, acaba de salirme mi primera cana: así que oposito para esta nueva Concejalía de la Treintena.
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