martes, 2 de noviembre de 2010

Cospedal, Garmendia...: Poderoso caballero...

A pesar de las Bienaventuranzas la pobreza es peor que la enfermedad: nada de santa tiene. Al contrario, de ella se derivan la mayoría de comportamiento antisociales.
Además, como si viviéramos en un mundo al revés, la riqueza, aunque la deseamos, está mal vista. Nada tan estúpido como ese afán por encontrar a un político rico, o que se enriquece, para despedazarlo. Tomemos el caso de la secretaria general del PP, Cospedal. Informa El País que dobló sus ingresos tras ser el numero dos de los populares y que gana casi ciento cincuenta mil euros más que el presidente manchego. En ninguna de las dos noticias se advierte que ese dinero de Cospedal se obtuviera ilegítimamente. Alguna operación inmobiliaria rentable y un sueldo que su partido cree que merece. Si se sabe cuánto ingresa es porque ella misma ofreció los datos. No hay nada que reprocharle.

Con la ministra Cristina Garmendia pasó algo parecido. Resulta que es la que mayor patrimonio tiene de todos los ministros. Ninguno de los periódicos que lo han publicado (también porque ella, al ocupar el cargo, tuvo que decirlo) la acusan de enriquecimiento ilegal. Más inteligencia, más trabajo, más suerte, familia rica... (probablemente un poco de todo). ¿Pero no es mejor tener una Ministra que en el mundo de los negocios haya triunfado que uno de tantos políticos que sólo han trabajado para el "partido" generalmente demostrando que no tienen opinión propia?
No veo que tener de presidente a Sebastián Piñera como los chilenos pueda ser malo, si el presidente fuera Díaz Ferrán sería otro el caso.
Además, del reproche al rico exclusivamente por ser rico; los políticos que se dicen progresistas (otra cosa es que lo sean) se encuentran con otro reproche: "No se puede ser rico y de izquierdas". Un periódico sacaba en portada hace unos meses a la Ministra de Defensa con su marido en una lujosa urbanización del Caribe. No leí el interior, pero en portada nada decía de que hubieran hecho algo ilegal para comprar la casa. Pero era de izquierdas y para los de izquierdas está mal ser rico.
Cualquier rico podrá considerarse de izquierdas si esta riqueza la ha obtenido legítimamente y si en cuestiones sociales es progresista (aunque yo creo que la desigualdad primera es económica, pero claro depende del gobernante un mejor reparto, no va a ser tan tonto el rico de regalarla por alguna pretendida culpabilidad).
En fin, parece vergonzoso que algunos periodistas y políticos se dediquen a enfurecer a una ciudadanía que lo está pasando mal económicamente con determinados políticos como Cospedal o Garmendia que, si no se añaden pruebas, lo único que han hecho es ser más inteligentes que el resto de nosotros. Que además ser de izquierdas y rico valga como doble culpa sólo tendría sentido si estos políticos fueran marxistas, lo que no es el caso de España.

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