Esta mañana me he llevado una sorpresa. Por fin en El País un suplemento de hombres: ya pensaba yo en las cremas que me iba a comprar, lo bien que iba a oler en las fiestas de no guardar... Y resulta que la mayor parte del suplemento va para tecnología (¿machismo que en los suplementos de mujeres no haya tanto aparato tecnológico?), algo de cremas sí (ya no somos osos escribe Elena Sevillano, pero menos mal que no ha puesto lo que nos cuesta: cada vez más asequibles, dice), viajes, vinos, whiskeys...
En definitiva, con mi sueldo me alcanza para una bufanda bastante fea...
A este ritmo les queda el periódico para cuatro clases media alta, clase alta o amiguitos del alma del Presidente de Valencia.
¿Por qué no saca El País un suplemento de Todo a euro, con tanto bazar oriental sería un éxito: para ellos de publicidad, para mí para comprar Reyes, y el amiguito de mi vida (no se llama así, el amigo invisible). Y el niño pobre, que no eran niños sino abuelos, y como vayamos este año con las judías lo mismo nos las tiran a la cabeza.
A ver si como que escribo a estas horas y ni mir si concuerdan verbos, sujeto, predicado... Adiós
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