martes, 11 de enero de 2011

Vote por el partido de los dinosaurios: la unión Felipe-Cascos

Cualquier época del año es mala para los ancianos. Tomemos a Álvarez Cascos que se disfrazó hace unos días de Pelayo en El Mundo. Su contrincante y ex colega (no se si ex amiga, porque los políticos son amigos de los empresarios, no de otros políticos) le acusa de andar mal de la cabeza. Un disparate, tal vez. Pero tiene que tener ya Cascos su edad y hay que ser caritativo: un examen médico y aplicarle la Ley de Dependencia.
En el otro lado del cuadrilatero, se encuentra Felipe González: después de unas semanas de dudas metafísicas sobre ETA y su cúpula (espero que haya dormido bien, porque con la edad, que me lo digan a mí, cuesta mal: y no esté de un lado de la cama para otro "la vuelo, no la vuelo" como si viviera en en pasado), ayer volvió a aparecer. Por partida doble, además, en El País escribe sobre Europa y en TVE da un repaso a su partido: "se siente más querido ahora", dice. Y otras batallitas suyas.
Podría formar con Cascos un partido de los que fueron y ya no son. La cantidad de ex ministros molestos del PP y del PSOE que se le unirían, todos los resentidos con Zapatero, con Rajoy, los cadáveres que han dejado en el camino. Partido los Dinosaurios no se han Extinguido, podría llamarse.
Aunque deberíamos ser menos crueles: tan solo quieren nuestro cariño. Tanto nos costaría organizar visitas de colegios e institutos a la casa de Felipe para que cuente historietas como la de José María el Tempranillo que me contaba mi abuelo. ¿No se lo merece? Las residencias de ancianos, los enfermos en hospitales, las monjas... todos reciben sus visitas en Navidad. Se merece eso y más: otra cosa es ir planteándonos seriamente que a los 67 años dejen de votar. Porque reconozcámoslo: a todos nos gusta (o soportamos) las historias de nuestros abuelos. Pero de vez en cuando sueltan una frase, una palabra, que te deja pensando: "¿Está todavía con capacidad para votar?".
Pero bueno a Felipe le asienten y no le hacen caso (espero) en su partido y Cascos directamente ha abandonado el suyo. No seamos malos: si no podemos abandonar a los perros y los ancianos en gasolineras, démosle su espacio cada día para que desvaríen. Si a Cascos y Felipe se unen Fraga y Carrillo, prometo votarlos. Aunque luego me vaya de España.
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