La "silla vacía" de Domingo Aranda

Pocas imágenes tan simbólicas como "la silla vacía". Sea en Suecia la del disidente chino Liu Xiabo; en la Berlinale la del cineasta iraní encarcelado Jafar Panahi... incluso esas imágenes que no aparecen en prensa o en televisión pero que se clavan en la retina: una curva de carretera y flores marchitas; una curva y flores frescas que una mano amiga todavía renueva...
Las fotografías... etapa última del periodismo en una sociedad iletrada. Tanta fotografía que desvalorizamos las importantes, entonces "la silla vacía" queda en grotesco (y no Marx o parodias o historias).
El diario La Verdad, con buen gusto periodístico (otra cosa la relevancia de la noticai) elige una fotografía del cabildo que se celebró en Caravaca de la Cruz el domingo. En ella se nos muestra la silla vacía que corresponde, por hecho o derecho, al alcalde Domingo Aranda.
Un cineasta en la cárcel iraní; un demócrata en la mayor cárcel del munod: China; una silla vacía en Caravaca de la Cruz: en España donde el relato heróico resulta imposible se elige una silla que no tiene importancia si no fuera porque los periodistas globalizados la encontramos antes en Suecia o Alemania.
Unos trabajadores con problemas para cobrar o continuar en su trabajo, unas fiestas también con problemas (dudo que al caravaqueño le falte inventiva para preparar unas fiestas no subvencionadas), un conflicto de fuerzas vivas y la foto, que yo la hubiera llevado más lejos para construir la hagiografía: algún niño (los niños y las inocencias) dejando una vela encendida (que se la enciendan los padres) sobre esa silla vacía.

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