domingo, 28 de agosto de 2011

Diarios 1999: 16 de mayo

1.-        Persiguiendo a Amy. Una película cojonuda. Antes había visto Mallrats, y espero con impaciencia su Dogma. Si Mallratas era la clásica historia de amor : dos mujeres jóvenes dejan a sus novios y estos tratan de recuperarlas durante una loca jornada en un centro comercial haciendo frente al padre de una de ellas y al nuevo “amigo” de la otra, pero con unos diálogos frescos, directos, brutales..., esta nueva película, aunque sigue contando con espléndidos diálogos del mismo estilo, se diferencia de la anterior en que está tratada con gran melancolía, siendo mucho más adulta, como si las relaciones entre hombres y mujeres (mejor : entre los hombres y mujeres de esta comedia) nunca pueden acabar bien. La historia : un joven dibujante se enamora de una mujer que es lesbiana. Finalmente, acaban juntos. A él no parece importarle demasiado su homosexualidad. Pero luego descubre que en la universidad ella lo hizo con varios tíos a la vez y rompe con ella. Existen los chistes tópicos referentes a la homosexualidad, y se puede inscribir dentro de lo políticamente correcto (a pesar de su incorrección) porque aunque hay homofobia en algún personaje, también hay escenas divertidísimas, como las que la protagonista lesbiana y el mejor amigo del protagonista comparten confidencias acerca de su experiencia practicando el sexo oral (¿por qué no bucal ?), que muestran gran comprensión y tolerancia. Ella le explica a él que estuvo con mujeres porque no quería limitarse para encontrar ese amor verdadero que con él había encontrado. Aunque sus amigas la rechazarán por volverse heterosexual, en el, llamémoslo así, epílogo del film, la vemos con una mujer cuando se reencuentra con el protagonista. El otro tema (tremendo. Si no lo tratara en clave de comedia (al igual que Woody Allen nos habla de temas muy serios), se nos haría insoportable) es el derecho de las personas a equivocarnos. No a equivocarnos exactamente, más bien a probar con nuestro cuerpo, a hacer locuras para decidir finalmente qué queremos. La protagonista lo hizo (la comedia lo acentúa diciendo que fueron con varios hombres, se habla incluso de animales). Pero lo que para uno que lo hizo con ella sólo es un recuerdo, una foto amarilla del pasado, ella sigue teniendo que defenderse por aquello. ¡Cuántas mujeres de entre mis conocidas no llevarán siempre una mala fama porque de jóvenes (o ahora, ¿qué importa ?) le hicieron una paja a un tío y se dejaron subir la falda y el energúmeno de turno decidió fanfarronear a su costa ? En las grandes ciudades creo que importa menos, pero en Caravaca habrá mujeres con las que solamente esté bien visto enrollarse. Y tendrán diecinueve o veinticuatro años y siempre las recordarán como unas putas que con trece o catorce años hicieron esto o aquello. La protagonista se niega a pedir perdón, dice que es asunto suyo y él se separa de ella. Su novio tarda en aceptarlo, y cuando lo acepta, descubre que lo que más teme es que se estará siempre sintiendo inferior a ella. El final es puro disparate. Le sugiere a ella que lo haga con su mejor amigo y con él. El mejor amigo está celoso de la relación y él lo besa porque cree que su amigo es homosexual (aunque no quiera reconocerlo y siempre esté hablando de sexo). Ella le dice que le amará siempre, pero que se va porque él la quiere tratar como una puta, cuando ella, después de su búsqueda, había encontrado ya la estabilidad. Es puro disparate porque si él sale corriendo detrás de ella y le dice que no se vaya, según lo que se ha visto en pantalla, se quedará. Pero luego el epílogo (un año más tarde), ya distanciado de su mejor amigo y sin verla desde aquella noche, salva la película. Hace las paces : con gestos, con la mirada, con el amigo, y se acerca a ella. Le regala un cómic (se me olvido decir que era dibujante) donde se aleja de los supehéroes y habla de su relación y le pide que le llame alguna vez. Mientras él se va, aparece la novia de ella que había ido a por un refresco. Este final agridulce cierra la película. Aunque pueda parecer blasfemia, hay algo de Woody Allen (ya lo hemos mencionado antes) en la facilidad para el chiste que, sin embargo, generalmente nos deja el regusto amargo de estar contando en broma algo tan serio como lo difícil que son las relaciones entre hombres y mujeres.

2.-        El Real Madrid ha ganado milagrosamente : sin jugar, sin convencer, haciendo un fútbol estéril que no contagia alegría. Guti otra vez en el banquillo. Calentando una hora para salir cuando ya no hay nada que decir. Es menos arriesgado dejar el talento en el banquillo y sacar media docena de jugadores de rugby para solucionar el partido. También es más fácil no apostar por la juventud. Pero la juventud con talento siempre será un valor seguro (y si no es sinónimo de triunfo, qué importa, nos divertiremos arriesgando), sobre todo para un equipo que no puede conformarse con deambular con mediocridad por la liga. A un entrenador del Real Madrid se le exige más que a ninguno. Así que, por lo pronto, exigirle que apueste por llevar desde el primer momento la iniciativa y por tener un sistema y unos jugadores en los que se reconozcan los aficionados y la historia del club. Espero que Toshack no siga siendo el año que viene entrenador : el fichaje de Geremi confirma que sus conceptos de fútbol son primitivos.
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