martes, 27 de septiembre de 2011

La noche de los cristales rotos, de Wolfgang Petersen

La noche de los cristales rotos (Wolfgang Petersen, 1991) se parece en el argumento más a Sin identidad o Cypher que a Recuerda. Pero es puro Hitchcock por la hora y media de suspense que nos ofrece.
Un hombre (Dan Merrick, interpretado por Tom Berenguer) despierta sin memoria en el hospital. Sufre amnesia y, una vez que le dan el alta, continúa sin recordar: una pistola, cristales, el mar por el que se lanzó el coche que lo llevaba a el y su esposa Judith (Greta Scacchi), ira... hasta que encuentra unos negativos de su mujer acostándose con otro hombre.
¿Quién es ese hombre? ¿Y quién es él, Dan Merrick, un borracho violento como asegura su socio y amigo, interpretado por Corbin Bernsen? ¿O es Judith una mentirosa patológica como afirma la mujer de Corbin Bernsen?
Excelente fotografía, un guión tramposo pero efectivo, buena dirección y actores (se olvida con frecuencia que Tom Berenguer actuó en La sombra del testigo, Ciudad del crimen, Reencuentro... es mejor actor que la carrera que ha tenido, mientras que el director, Petersen, no levanta carrera desde hace muchos años pero dirigió en su momento El submarino y En la línea de juego).
Entretenida, no da para mucho, pero tampoco miras constantemente el reloj para ver qué falta.

Particularmente hecho de menos en la película un director que sepa de erotismo (hay un par de escenas de sexo, las tetas de Scacchi), me refiero al juego que podía haber dado el primer polvo que echa ese matrimonio aunque él no recuerda absolutamente nada de ella. Una lástima desaprovechar una secuencia que valdría por toda una película.


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