Cuando creadores y consumidores se tomaban el cine en serio, el crítico y cineasta Jacques Rivette publicó en Cahiers De la abyección (artículo completo) en la que, sobre Kapo de Pontecorvo, escribió: "Obsérvese sin embargo en Kapo el plano en el que Riva se suicida abalanzándose sobre la alambrada eléctrica. Aquel que decide, en ese momento, hacer un travelling
de aproximación para reencuadrar el cadáver en contrapicado, poniendo
cuidado de inscribir exactamente la mano alzada en un ángulo de su
encuadre final, ese individuo [Pontecorvo] sólo merece el más profundo desprecio".
Dudo que, entre los cientos de páginas que provocó Irreversible (2002) de Gaspar Noé, se escribiera algo tan profundo como Rivette sobre Kapo.
De la violencia en televisión se ha escrito demasiado sobre los efectos en el espectador. Y, a violencia, se le añade la coletilla "gratuita". Pero toda (o casi) la violencia es gratuita desde el momento en que el director puede optar por un fundido o por dejarla fuera de campo. Y, por otro lado, el rojo sangre resulta un placer estético para el ojo. Otro cosa es la ética.
Pero a cuántos nos importa esa ética. ¿O nos parece desagradable una escena por su violencia? En un Festival de Sitges, con la famosa secuencia de la oreja cortada, Wes Craven abandonó la proyección y se escuchó gritar como un loco a Tarantino: "He hecho que Wes Craven huya...".
Más jóvenes que Tarantino, mucho más que Wes Craven, en cuanto a Gaspar Noé e Irreversible nos interesa cómo hubiera realmente provocado en la secuencia de la violación. Mejor cambiar provocar por desasosegar (provocar lo consiguió), aunque los nueve minutos aburren.
Con otros dos supuestos hubiera desasosegado al telespectador:
a) El novio de ella, interpreado por Vincent Cassel, contempla impotente la violación: no puede ayudarla. En este caso, el espectador puede tomar el punto de vista de Cassel.
b) Los transeuntes pasan sin detenerse mientras Monica Bellucci es violada. La indiferencia ante el sufrimiento y el malestar que provoca en el espectador. Haneke, por ejemplo, lo consigue en Código desconocido con la actriz Juliette Binoche.
c) Convertir la película convencional (vale que relatada de atrás para adelante) en una semidocumental: en el momento de la secuencia de la violación una cámara grabando las reacciones del público que la contempló en el Festival de Cannes y añadirlas: cómo reacciona cada uno de los espectaedores: indiferencia, asco, aburrimiento, imporencia, satisfacción... La película de cómo reacciona el espectador ante la violencia, ante el sexo... sí me interesaría verla.
PD. En la película hay otra escena, brutal, de violencia: la venganza de Vincent Cassel a la que poco hay que objetar... tampoco lo tendría con la violación si se tomara el punto de vista de un novio, por ejemplo, maniatado que no puede ayudarla o desde el punto de vista de quien puede y no quiere. Por lo demás: una película interesante, no tanto como la otra del director que he visto: Enter the void.
Trailer de Irreversible (no debe ser muy difícil encontrar la secuencia de la violación, pero tanto esa como la del extintor no me aparecen completas en youtube)
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