Ha fallecido el escritor cubano residente en España Julio San Francisco. No sé si pudo terminar la obra de la que habla en la entrevista. Fue una persona muy amable, que colaboró con El Noroeste con sus poémas y consejos. Dejo aquí la entrevista que le realicé.
El Noroeste habla con Julio San Francisco , el autor de “El desterrado”,
escritor, periodista y opositor cubano residente en Caravaca desde hace
tres años. San Francisco anteriormente había puesto a la venta por
Bubok. com (y Lulu.com) su novela “Prensa Gulag, la apasionante lucha de
un periodista cubano disidente” sobre el mismo tema.
En la segunda parte de la entrevista el escritor cubano habla de su vida
en Caravaca, los proyectos literarios en que participa como el Club
Lectura de la Cruz, un ensayo sobre la lucha de los periodistas cubanos y
un libro de poesía casi terminado, la solidaridad entre pueblos de la
misma Lengua y el futuro de Cuba, donde los hermanos Castro parecen
empeñados en morir como dictadores en la cama. Augura una transición a
la española y defiende las posibilidades culturales y económicas de una
Cuba democrática.
PARTE I
JAIME PARRA: Usted llegó desterrado a España, con una inscripción en su
pasaporte que textualmente dice “Permiso salida definitiva por un
término de definitivo. ¿Qué hacía en Cuba?
JULIO SAN FRANCISCO: A mi me iba bien en Cuba. Yo empecé a ejercer al
periodismo en 1978 en el periódico provincial cubano Victoria, donde en
poco tiempo, llegué a ser jefe de la página cultural, jefe de cierre y
jefe de tirada y, como joven escritor, Presidente de la Brigada
Provincial de Jóvenes Escritores y Artistas Hermanos Sainz.
Posteriormente pasé a jefe de correspondencia y, más tarde, a columnista
del periódico nacional cubano Trabajadores. Había sido militante de la
Unión de Jóvenes Comunistas y, después, del Partido Comunista de Cuba
hasta que, en 1980, me separaron del Partido por oponerme a los mítines
de repudio contra los 150 mil cubanos que emigraron hacia Estados Unidos
cuando el conocido como Éxodo del Mariel. Como periodista de
Trabajadores vivía con todos los privilegios que vive la burocracia en
Cuba, podía entrar, con el carné de prensa, a todo lugar donde el resto
de los cubanos tenían prohibido entrar, como buenos hoteles, etcétera.
Ganaba buen sueldo, por ser periodista de un medio nacional, tenía mi
casa propia, pasaba mis vacaciones en Varadero con mi novia. Todo eso
llegó a avergonzarme.
J. P. : ¿Qué cambia tan drásticamente su vida?
J. S. F. :En 1985 llega Mijail Gorvachev al poder en la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas y comienzan la perestroika y la
glasnov. En Cuba se vendían varias revistas soviéticas que se pudrían en
los estanquillos por sus contenidos adoctrinadores y aburridos, (no hay
nada más aburrido que el comunismo) semejantes a los de los medios
cubanos, todos, de la tiranía que oprime a mi país. Con la glasnov,
cambian radicalmente el contenido y la forma de estos medios soviéticos,
especialmente de Novedades de Moscú, sin embargo, por un error de la
inteligencia cubana o porque no se sabía cómo iba a terminar el mandato
de Gorvachev y lo que con él ocurriría, estos medios continuaron
entrando durante unos meses. Un grupo de periodistas cubanos los
comprábamos (entonces había que comprarlos a sobreprecio ya) y hacíamos
círculos de estudio con ellos, entre esos periodistas estábamos Reynaldo
Escobar, (el esposo de la hoy famosa blogger, la filóloga y periodista
Yoani Sánchez), José Antonio Évora, exiliado en Miami. Nos reuníamos en
la casa de Reynaldo Escobar y también, entre 4 y 6 de la tarde, en un
emblemático café de La Habana que se llama, sin embargo La Casa del Te.
Allí hablábamos Belkis Bigles, Julio Antonio Rodríguez Santana, Alexei
Díaz Paz, Enrique Patterso, Jorge Daubar, Juan Carlos Fernández, Rodolfo
de la Fuente, algunos estudiantes de periodismo de entonces y otros. En
Novedades de Moscú se explicaba rigurosamente qué era el comunismo,
cómo funcionaba, cuáles habían sido sus monstruosos crímenes. Con esa
publicación muchos periodistas pudimos salir en nuestro país de la bola
de cristal sellada al vacío en que vive la alta burocracia cubana y,
entre ella, los comunicadores.
J. P. : ¿Por qué lo desterraron?
J. S. F. : Fruto obligado de toda esta información y reflexión, me
incorporé a NATURPAZ, una organización ecologista opositora que dirigía
el brillante abogado y querido amigo Leonel Morejón Almagro, hoy
desterrado en USA. En 1992 no porque no quisiera, sino porque no podía
escribir para un medio oficial castrista (continuar escribiendo para la
tiranía, una vez conocida la gran estafa, se me había convertido en un
insuperable problema de conciencia, un insalvable problema ético) decidí
romper con el periodismo oficial. Sentí que había tirado 41 años de mi
vida por la borda. Quemé todos mis diplomas y caí en una crisis
existencial grave. Cuando salí de ella decidí incorporarme, con dos
periodistas más, el también exquisito poeta Raúl Rivero, y el
experimentado radiodocumentalista Rafael Solano, a Habana Press, la
primera agencia (una agencia sui géneris) privada y libre en Cuba en más
de medio siglo para luchar por la libertad de prensa en mi patria. En
esa misma época (hablamos de 1995) también participo, con Morejón
Almagro en la fundación de Concilio Cubano, el más trascendente intento
de unidad de la oposición cubana en toda su dura Historia, apoyándolo en
la redacción de las bases y en la captación de opositores. Durante todo
ese tiempo viví (vivimos) permanentemente hostigado, vigilado,
perseguido, con el teléfono pinchado. Fui arrestado por la policía
política varias veces. La última, el 14 de Enero de 1996, un día después
de que en apoyo a Concilio Cubano, la organización humanitaria Hermanos
Al Rescate, que se dedicaba a rescatar balseros en el ancho Estrecho de
la Florida (90 millas de tierra cubana a tierra estadounidense) lanzara
octavillas subversivas sobre La Habana y yo diera la noticia, antes de
que terminaran de caer, por una importante emisora de Miami, Radio
Mambí, que se oía clandestinamente en Cuba y para que lo supieran los
exiliados cubanos de Miami. También gravé una crónica, desde la casa de
Raúl Rivero, sobre el mismo hecho para Radio Martí, sección para Cuba de
la Voz de los Estados Unidos de América. Habana Press, aunque ya
existían como 4 ó 5 pequeñas agencias de éstas, era la que trasmitía
todo lo relacionado con Concilio Cubano por mi amistad con su fundador
Leonel Morejón Almagro, también algo Cuba Press, fundada ya y dirigida
por Raúl Rivero. Por primera vez en su Historia era conocida en el mundo
la oposición cubana, cogía una fuerza inédita hasta en entonces. Tenían
que aplastar a Habana Press y a Concilio Cubano (los clavos calientes
de entonces) y condenaron a prisión a la dirección nacional de Concilio y
desterraron en pleno a la Junta Directiva de Habana Press. (Yo era el
Subdirector editorial). Todo esto está recogido en los informes anuales
de la época de Amnistía Internacional, con sede en Londres, de
Reporteros Sin Fronteras, con sede en París, del Comité para la
Protección de los Periodistas, con sede en Washintong y de la Sociedad
Interamericana de Prensa. 15 años después, y partir de la fundación de
aquella primera agencia, existe en Cuba el llamado Movimiento Cubano de
Periodismo Independiente (Libre) y más de 100 periodistas libres, sin
contar a los bloggers que han formado otro frente dentro de este
movimiento. Nosotros difundíamos nuestras notas noticiosas con un viejo
teléfono, los bloggers lo hacen hoy utilizando pendrive. Yo estoy
desterrado, como otros, pero la tiranía cubana ya no puede ocultar casi
nada y el mundo conoce bastante lo que ocurre en mi patria, aunque sería
conveniente que se le hiciera más caso a la oposición cubana. Esto tal
vez se lograría si se uniera.
J. P.: La agencia española de noticias EFE lanzó sendas notas al mundo
que fueron tomadas por numerosos medios españoles y no españoles cuando
usted puse a la venta por la editorial-librería on line española
Bubok.com su novela “Prensa Gulag, la apasionante lucha de un periodista
cubano disidente”, con prólogo del académico de la Academia Española de
la Lengua Luís María Anson , y posteriormente su obra completa. ¿En qué
consiste esa obra?
J. S. F. : Consiste en esa novela, que está basada en esos hechos y es
bastante autobiográfica, (una obra de periodismo literario o de
creación) aunque es una novela de ficción escrita con el propósito de
que el lector conozca esta historia de forma entretenida, en los libros
de relatos “Nada y otros cuentos del absurdo” y “Misterio del Interior
(relatos satíricos y humorísticos)”, “Todo mi corazón y otros agravantes
(poemas escritos en La Habana y Madrid”, “El desterrado (poemas del
destierro)”, “Así en la cama como en el cielo (poemas eróticos)” y
“Tengo que estar enamorado (espinelas escritas a los 20 años)”. Hay un
libro autoeditado clandestinamente en 1986 en Cuba, (un zamizdat), en
mimeógrafo, en pocos ejemplares, titulado “Acrobacia Roja (poemas contra
el oportunismo)” que aún la gente se pasa de mano en mano y que no he
podido sacar de Cuba. Me produjo el primer encuentro, varias veces, con
la policía política. Me prohibieron distribuirlo, pero lo distribuí esa
misma noche. Todos mis libros están prohibidos en mi país. “Nada y otros
cuentos del absurdo” lo presenté en 2006 en la Feria del Libro de
Madrid y se vendió exitosamente en las librerías Casa del Libro y FNAP,
de Madrid. De “Todo mi corazón y otros agravantes…” el poema “El
desterrado” se estudió en la universidad parisina de La Sorbona en 2005,
ha sido traducido al francés, al inglés, tiene tres versiones al
italiano, se traduce al checo y al ruso y se ha convertido en un texto
conocido por el exilio cubano, que se lee y estudia en distintos
círculos de lectura de cubanos en el exilio y por el que he recibido
muchos mensajes en todos estos años de cubanos desparramados por todo el
mundo como por Kazajastán, Israel, Mozambique, Estados Unidos,
expresándome su gratitud por haber escrito lo que ellos sintieron o
sienten. Han sido numerosos premios Nóbel. Siempre digo que, por esos
mensajes, yo soy el escritor que más premios Nóbel ha recibido.
PARTE II Y FINAL
J. P. : ¿Escribe actualmente algún nuevo libro?
J. S. F. : Sí, escribo dos: uno de poesía, “Poesía a corpore insepulto”,
(el libro de los 60 años), y “Apuntes para el estudio del Movimiento
cubano de Periodismo Independiente, (ensayo)”, donde trato de dar
respuesta a la pregunta de ¿Por qué este movimiento anticomunista surgió
sólo en Cuba y no en la desmoronada Unión Soviética, ni en ningún otro
país de Europa del Este? y a ¿Por qué no se cayó el comunismo en Cuba
cuando se derrumbó en un tercio de Europa? Siempre he considerado que la
misión que me impuse no estaría cumplida sólo con participar en la
fundación de Habana Press y Concilio Cubano, sino, en todo caso, cuando
toda esa Historia estuviera también escrita. Así lo estoy haciendo. Ya
está escrita “Prensa Gulag” y tengo casi terminado (va por más de 400
folios) “Apuntes para el estudio del Movimiento Cubano de Periodismo
Libre…”. Es el primer estudio a fondo del tema. Lo lanzaré próximamente.
Le doy esa primicia.
J. P. : ¿Pensaban ustedes cuando fundaban el Movimiento Cubano de
Periodismo Indpendiente y Concilio Cubano que derribarían el sistema de
su país?
J. S. F. : No, pensábamos que dejaríamos una lección ética para el
mañana y que materialmente perderíamos lo que teníamos, pero dormiríamos
con la conciencia tranquila. Por añadidura, contamos con el respeto de
la heroica oposición cubano de dentro y de fuera de Cuba. En mi caso,
además, he recibido el estímulo de haber sido nombrado Viceministro de
Información del histórico Gobierno Constitucional Cubano, mantenido en
el exilio según la Constitución cubana de 1940 (la única vigente para
Cuba porque ninguna constitución comunista es legal y puede derogar a
una aprobada democráticamente por todas las fuerzas políticas) y Miembro
del Grupo Central de la Convención Internacional Anticomunista, fundada
por el valeroso y querido cubano Humberto Illa.
J. P. : Nosotros publicamos en El Noroeste la presentación social del
Club Lectura de la Cruz. ¿Se mantiene este Club? ¿Habrá más lecturas de
la Cruz?
J. S. F. : Hice aquella primera Lectura de la Cruz, en el bar El Parque,
de la Plaza de los Obispos, porque había sido invitado por la Casa de
la Cultura a hacer, con la Concejala de Cultura, Mary Cruz, y el
declamador Antonio Reyna, la tradicional lectura de la primera página de
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha el 23 de Abril, de 2009,
Día del Libro, y a dar un recital de mi poesía en dicho recinto (esas
eran las actividades oficiales), pero quería también hacer algo más
informal y se me ocurrió la idea de que podría darse también ese día una
lectura, a nivel tan popular como puede ser la terraza de un bar, donde
se dispusieran las mesas, cubiertas con un mantel blanco, en forma de
la cruz de Caravaca. Así se hizo, con el total apoyo de mi amigo Juan
José (Juanjo) Ruiz Sánchez. Por supuesto. Existe el Club, aunque está en
fase de reestructuración, y eso garantiza que haya más lecturas. Si el
tiempo, que lo decide todo, garantizara que esta lectura se convirtiera
en una tradición literaria de esta hermosa ciudad sería fantástico. Para
mi, que a tres años de vivir aquí y conocer esta ciudad, me siento ya
caravaqueño tiene tanta importancia, en el orden literario (también para
Juanjo), como la carrera de los Caballos del Vino en el orden festero.
Tanto la primera Lectura de la Cruz, como la constitución del Club
Lectura de la Cruz han tenido buen apoyo institucional. Este año la
Lectura de la Cruz se incluirá en las actividades oficiales de la Feria
del Libro y se dará en el Salón de Actos de la Casa de Cultura. Creo que
esta podría ser, en el orden literario, una actividad exclusiva de
Caravaca, incluso de interés, por tanto, turístico también.
J. P. : En la conversación preliminar usted me dijo que no siempre le
había ido bien en España y que en el momento de tener que salir de su
país tenía también visa para Estados Unidos y un puesto en La Voz de los
Estados Unidos de América. ¿Se arrepiente de la decisión tomada?
J. S. F. : No. De este país eran mis ascendentes, pienso sobre todo en
el abuelo con quien tuve una relación muy cercana, era gallego, Juan
Ramón García Casas. Él me inculcó el amor a España. Hablo la misma
Lengua, incluso la arquitectura colonial cubana puedo identificarla en
muchos pueblos de la actual España, conocía mucho de lo que hoy ceno, me
gusta esta idiosincrasia que es bastante parecida a la cubana y, en
cuanto a Madrid, donde pasé los 12 primeros años de mi destierro, pues
ya está dicho: “De Madrid al cielo” y lo suscribo. En cuanto a Caravaca,
es un pequeño paraíso en la Tierra, tengo aquí muchos amigos y afectos.
No me arrepiento de nada, ni de las causas que me trajeron a España y,
por tanto, a estar tomándome hoy esté café con usted y respondiendo a
sus preguntas. Todo fue largamente meditado, sopesando los pro y los
contra, como todo lo que hago. Todos eran “contra”: cárcel, destierro,
fusilamiento, manicomio, retractación. Decidí asumirlos. No fui el de
peor suerte. El destierro vale la pena porque resignarse a vivir sin
libertad es indigno. Yo siempre digo que está lucha es a muerte, hasta
la libertad final, no he dejado de luchar ni un día en el destierro y
moriré con las botas puestas.
J. P. : ¿Ha sido, entonces, bien recibido en Caravaca?
J. S. F. : Caravaca es un pueblo muy hospitalario, a un punto casi
insólito. Yo he pedido un café en un bar (y esto me ha ocurrido varias
veces) y, cuando he ido a pagar, el camarero me ha dicho está invitado.
¿Por quién? he preguntado. Por Paco o por Pepe, o por Pedro sin saber yo
quienes son Paco, Pepe o Pedro. Si digo que soy cubano, ¿qué le cuento?
Tengo la sensación de que en España ser cubano es como una llave que
abre puertas. Le aclaro que en Cuba también decirse que se es español es
la misma llave.
J. P. : Pero la ha pasado mal en España en general y en Caravaca en particular…
J. S. F. : Siempre digo desde 1997 que yo tengo tres patrias: Cuba,
España y la Literatura. De la Literatura no podrán desterrarme. Reynaldo
Escobar me preguntó desde La Habana ¿Extrañas las palmeras? Y le
respondí ¡Qué palmeras, ni palmeras! Te extraño a ti, al resto de mis
amigos y a mi familia que hace 14 años que no los veo. Me gustaría
regresar algún día a Matanzas, donde nací, a Corralillo, donde pasé mi
adolescencia, a La Habana, donde pasé parte de mi adultez, a ver pueblos
y ciudades que ya no conoceré y probablemente no me conozcan, a ver
cómo están, si mi deteriorada salud y el Tiempo me dan esa oportunidad,
aunque sea de visita cuando pueda entrar sin ir a parar a la cárcel, o
sea, cuando tome posesión el primer Presidente de la inevitable
Transición e ir la bóveda de mis padres y de dos amigos que han muerto
estando yo en el destierro. En el exilio han muerto siete, entre ellos
varios poetas cubanos. La lucha por la libertad tiene un precio alto en
limitaciones, inseguridades, sufrimientos y provisionalidades. Yo creo
que vale la pena pagarlo y he estado dispuesto a pagarlo. Estoy,
efectivamente pobre y enfermo, pero tranquilo y satisfecho y,
parafraseando al gran César Vallejo “Matando y escribiendo”. La
democracia y la libertad tienen un precio y es caro.
J. P, : ¿Qué ocurrirá en Cuba cuado desaparezca Castro que ya tiene 84
años, está absolutamente deteriorado y fue el creador de ese sistema y
no puede, en la práctica, dictar la última palabra?
J. S. F: Transición, como España, que nos servirá de modelo. Si estoy
vivo para entonces, pretenderé llevar a mi país lo mejor que he visto de
este gran país y pueblo. Podría poner varios ejemplos, de empresarios
españoles que esperan ese momento y me lo han dicho para que Cuba sea no
la Perla del Caribe, como lo era en 1959, sino el Diamante del Caribe,
como dice un amigo. Hay muchos empresarios cubanos y españoles que
tienen mucho dinero y esperan que ese momento llegue para invertir en la
reconstrucción de Cuba. Yo creo que nosotros debemos llevar allá el
Estado de Bienestar Europeo porque en todo país hay fuertes y débiles
que necesitan, además de la Empresa Privada, la protección económica. El
mundo no puede ser una selva donde se salve quien pueda. Esto podrá
lograrse en relativamente poco tiempo. Más tiempo nos llevará reeducar
moralmente a la ciudadanía nacida toda ya en el comunismo y carente de
los universales valores morales. Tenemos una gran fuerza económica y
moral: el exilio cubano, con muchos millonarios esperando para invertir
en su país, residentes, por muchos años, en países democráticos y
desarrollados, como España, y también a dignos empresarios españoles que
desean extendernos su mano en ese instante crucial para nuestra
Historia democrática, además de las ayudas gubernamentales de España, de
Estados Unidos, de la Unión Europea y de otros instituciones
internacionales. Para que se haga una idea: necesitamos hasta asesores
de la policía que enseñen a la nuestra a ser policías en un país libre.
J. P. : ¿Lo recordarán a usted en Cuba?
J.S.F. : ¿Si me recordarán? Si me recuerdan…pero puedo decirle que el
único ser en el mundo que en realidad me interesa que me recuerde, me
recuerda (y me recordará) con orgullo, pase lo que pase, y eso me hace y
me hará feliz hasta el último instante de mi vida.
J. P. : Usted me ha comentado que algunos empresarios caravaqueños le
han dicho “No me olvides cuando llegues al poder. ¿Desea ocupar algún
cargo en el primer gobierno de la transición?
J. S. F. : No, por razones de edad y falta de vocación para la política y
el poder, que es algo muy distinto a luchar. Nuestra generación cumple
su misión. Detrás vienen otros más jóvenes y muy capaces que se
encargarán de tomar el relevo. Yo sí tengo interés en llevar a Cuba
cosas muy valiosas de España, pero para eso sólo se necesita tener una
puerta a la cual tocar y una mano que toque. A mi me gustaría que, por
ejemplo, Caravaca se hermanara en ese momento con mi municipio, uno de
los más industriales de Cuba, Guanabacoa, en La Habana. Yo, aunque no
quiero cargos para ese momento, si conservaré esa mano o esa posible
llave, pero habrá que esperar a que Tome Posesión el primer Presidente
de la Transición y echar a andar la máquina de la reconstrucción total
de Cuba.
J. P. : ¿Qué cree de este mundo?
J. S. F. : Creo que está mejor que hace medio siglo, pero peor de lo que
debe estar dentro de medio siglo. El problema no es la cantidad de
gente que hace Mal, sino la cantidad de gente que no hace nada. Los
indolentes son muy peligrosos.
J. P. : Si tuviera que hacer tres apuestas por un mundo mejor, ¿cuáles haría?
J. S. F. : Este mundo puede ser mucho más habitable. Requiere una gran
reestructuración a nivel de países, como de las Naciones Unidas, a nivel
de instituciones y de democracia, pero yo apostaría por 1) El cuidado
del medio ambiente a través de todas las formas ya favorables y
constatadas, 2) Una Educación mundialmente modernizada, y 3) Los
microcréditos familiares y vecinales para construir pequeñas empresas.
J. P. : ¿Cuál es su lema en la vida?
J. S. F. : En tiempos fáciles “Todo o algo”. En tiempos difíciles “Aguantar el tirón guardando el tipo”
J.P. : ¿Cómo se siente siendo poeta, más o menos conocido, y pobre?
J. S. F. : Normal. Ya lo dijo insuperablemente el insigne poeta
argentino Jorge Luís Borges: “La paradójica suerte de los poetas”.
El desterrado
El parque madrileño que frecuento
tiene frío
y yo
tengo frío
y el banco donde me siento
tiene frío.
El parque tiene, también, un joven con su esposa enamorada
y yo trato de imaginarme, por curiosidad,
cómo será tener una esposa enamorada
en este parque madrileño.
El joven de la esposa enamorada
tiene un coche en el que vienen a este parque madrileño
y yo, por entretenerme, trato de imaginarme
cómo será tener un coche
y llegar con una esposa
a este parque madrileño.
El joven de la esposa enamorada y su coche
tiene una casa
y yo, por distraerme, trato de imaginarme
cómo será llegar a una casa
en un coche
después de pasear por este parque madrileño
con una esposa enamorada.
El joven de la esposa enamorada, su coche y su casa
tiene un amigo que se encuentra con ellos
en este parque madrileño
y yo, por divertirme, trato de imaginarme
cómo será tener un amigo
y encontrarse con él
en este banco frío
de este parque madrileño.
El joven de la esposa enamorada, su coche, su casa y su amigo
tiene patria
y yo me pregunto cómo será tener una patria.
El joven de la esposa enamorada, su coche, su casa, su amigo
y su patria
tiene un hermoso perro
y pasean con su hermoso perro
todas las tardes
por este frío parque madrileño.
¡Si yo tuviera un perro!
y yo
tengo frío
y el banco donde me siento
tiene frío.
El parque tiene, también, un joven con su esposa enamorada
y yo trato de imaginarme, por curiosidad,
cómo será tener una esposa enamorada
en este parque madrileño.
El joven de la esposa enamorada
tiene un coche en el que vienen a este parque madrileño
y yo, por entretenerme, trato de imaginarme
cómo será tener un coche
y llegar con una esposa
a este parque madrileño.
El joven de la esposa enamorada y su coche
tiene una casa
y yo, por distraerme, trato de imaginarme
cómo será llegar a una casa
en un coche
después de pasear por este parque madrileño
con una esposa enamorada.
El joven de la esposa enamorada, su coche y su casa
tiene un amigo que se encuentra con ellos
en este parque madrileño
y yo, por divertirme, trato de imaginarme
cómo será tener un amigo
y encontrarse con él
en este banco frío
de este parque madrileño.
El joven de la esposa enamorada, su coche, su casa y su amigo
tiene patria
y yo me pregunto cómo será tener una patria.
El joven de la esposa enamorada, su coche, su casa, su amigo
y su patria
tiene un hermoso perro
y pasean con su hermoso perro
todas las tardes
por este frío parque madrileño.
¡Si yo tuviera un perro!
El Retiro, Madrid, octubre, 1998
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