La pesca del salmón en Yemen: Lasse Hallström conoce el oficio

Tanta basura he consumido en el último año (Lockout la última) que criticar La pesca del salmón en Yemen resulta un sinsentido: Lasse Hallström conoce su oficio y aquí podemos disfrutar en un papel secundario de Kristin Scott Thomas, robaescenas, la química entre Emily Blunt y Ewan McGregor (los dos primeros encuentros, antológicos, comedia años 30: ella segura; él despistado. Pierde ese tono de comedia romántica algo excéntrica para tocar varios géneros: una lástima), una ironía muy british (el regreso del héroe con soldados y todo), una mala baba para parodiar la política británica  (cómo un proyecto pasa a prioritario)... hasta en la bella fotografía de Yemen o Escocia no se abusa de la postal...

Lasse Hallström conoce el oficio, pero ha perdido cualquier rastro de genio: aquí una comedia británica con un ligero toque de melodrama (y la innecesaria, pero habitual, parada en el integrismo) que decepcionará, y mucho, a los que conocimos al director con Las normas de la casa de la sidra (uno de mis melodramas favoritos) y que luego lo rastreamos hasta Mi vida como un perro o ¿Quién ama a Gilbert Grape?... Aunque no está de mal recordar que sus dos últimas películas son (casi nada) Querido John y Siempre a tu lado: cine para adolescentes, cine para ancianos, pero igual de almibaradas las dos.

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