lunes, 19 de noviembre de 2012

Snake (Serpiente) Plissken y los dos Rescate

Coincidía la salida del Héroes de Tote King y Shotta (fans ambos de Snake Plissken) con la recomendación de Alex Caballero de la película Lockout de Guy Pearce, que vi de aquella manera, pero me gustó.
Aunque Guy Pierce no es Kurt Russell ni James Mather y Stephen St. Leger John Carpenter.

En 1997: Rescate en Nueva York (1981) y en 2013: Rescate en L.A. (1996), John Carpenter nos presenta al héroe más fascinante de los años 80 con ese aire de tebeo, de Serie B. Indiana Jones, John Rambo, John McClane... ninguno se acerca a la chulería de Snake Plissken y su legendario Call me Snake (o lo contrario). 
Y ambas películas (que volví a ver tras la recomendación y el disco) no han envejecido en absoluto porque no dependen de los efectos especiales ni de las escenas de acción. Y sí del vacileo de Snake (su manera de fumar, por ejemplo, en esta distopía) y la química entre sus actores Lee Van Cleef-Kurt Russell; Kurt Russell-Ernest Borgnine (menos entre Isaak Hayes y Kurt Russell; y mucho menos en 2013 a pesar del excelente reparto: Cliff Robertson, Steve Buscemi, Valeria Golino, Pam Grier, Peter Fonda...), Harry Dean Stanton- Kurt Russell; el partido que saca del travestido Donald Pleasence como Presidente de USA; la música (en 2013 con aire de western futurista) que firmaría encantado Geoff Barrow; el mensaje libertario (en la segunda la cárcel como espacio de libertad); la construcción de Snake-Kurt como una leyenda: su aparición en la primera fumando; en la segunda rodeado de militares; sendos finales ("Hawk: Juntos seríamos un infierno de equipo, Serpiente. Plissken: ¡Llámame Plissken!"); el "creía que estabas muerto"; esa decoración barroca; las tribus urbanas que recuerdan pero mejoran a Walter Hill; las muertes inesperadas de imposibles heroínas... Cierto que en la segunda aumenta ese jugueteo paródico respecto al héroe clásico (si en la primera hay un combate; en la segunda el juego mortal es un básket contrarreloj) como también existe en Indiana Jones, que Spielberg rebaja los clásicos de aventuras (y esto no es en sentido peyorativo).
John Carpenter filma sus mejores películas (junto a Vampiros y La Cosa) y nos entrega a Snake Plissken: un antihéroe para la eternidad. Solo falta que un productor actual, como ha ocurrido con Desafío Total, le quite toda la gracia que le inyectaron Paul Verhoeven y John Carpenter a sus clásicos y nos envuelva un producto insípido en su perfección.


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