Get the Gringo, Vacaciones en el infierno en castellano, la dirige Adrian Grunberg, (con guión suyo, de Mel Gibson y de Stacie Perskie). Su debut como director, aunque como ayudante ha participado en un sinfín de películas: Apocalypto y Al límite (en una director, en otra actor Mel Gibson), El fuego de la venganza, Master and Commander...
Viejos conocidos, por tanto, Adrian y Mel, quien no levanta cabez por lo menos desde Señales de Night Shyamalan hace una década (Al límite entretiene), por lo que Get the Gringo me ha resultado una sorpresa en toda regla: sobre todo la primera media hora, o tres cuartos, cuando Mel Gibson aprende las reglas de lo que, se pregunta irónico, no sabe si es la cárcelo o el peor centro comercial del mundo (la voz en off de Mel Gibson, un acierto; y ese cinismo y burlta tan propios de los 90, sin el estilazo de Bruce Willis, por supuesto, como cuando le preguntan dónde nació y responde: Chicago, Illinois).
Mel Gibson cruza, perseguido por la policía norteamericana, la frontera de México, donde cae en manos de la igualmente corrupta mexicana, que se queda el botín y lo encierra en una cárcel que en sí es una ciudad con sus peces grandes, sus peces chicos. Lástima que la narración de Mel y las reglas de la cárcel acabe estropeada cuando el personaje busca, o encuentra, la redención (en forma de niño con un mcguffin imposible y una madre deseable, pero, demonios, qué importa) y, sobre todo, en las secuencias que suceden fuera de la cárcel que no alcanzan el interés de las de dentro. Aunque hay una más que notable escena de acción de planificación matemática: la de Mel Gibson y el paraguas. Fotografiada con los tonos del desierto, con canciones mejicanas y de los Fabulosos (o Vicentico) y el inevitable Manu Chao, Mel Gibson no recuperará el trono (por mí que no lo recupere y siga pariendo como director obras maestras) pero la mayoría de los jovenzuelos ni le tosen. Atención a Adrian Grunberg... a seguir su carrera.
2 comentarios:
Mira Mel Gibson con sus películas grasientas de héroe pasado de fecha pero aún así tensas, vibrantes y divertidas como Apocalypto o su reciente Vacaciones en el Infierno. Sea pues, Mel, a pesar de tus 'fachasitudes', una copa elevada por ti....
Brindo también por él.
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