jueves, 23 de abril de 2015

El riesgo y el valor para Ciudadanos del "acuerdo que no tiene precedentes" en la Región de Murcia

Parte de los integrantes del pacto (foto Juan Caballero)
"El acuerdo no tiene precedentes...", en primera página de La Verdad la noticia sobre el pacto que rubricarán este sábado los partidos murcianos con posibilidad de lograr diputado a la Asamblea Regional a excepción del popular, Pedro Antonio Sánchez.
Un pacto de tres puntos: la reforma de la ley electoral en seis meses; la aprobación de una ley de consultas y, por último, no pactar con partidos que lleven en sus filas políticos imputados. Según informa La Verdad, el Foro Ciudadano (Patricio Hernández, su presidente: "un acuerdo de mínimos que mejore la calidad de la democracia en la región, después de veinte años de gobierno de un único partido que nos deja una pesada herencia de deterioro de la vida pública y de degradación de los estándares democráticos") ha sido el muñidor de un pacto que condena al Partido Popular a gobernar en solitario en caso de no obtener, como señala la última encuesta, la mayoría absoluta. O a la oposición si los partidos del pacto (PSOE, Podemos, IU-Verdes, Ciudadanos y UPyD) apostaran por un gobierno de concentración. Pero este supuesto se descarta por la ideología de los firmantes.
El pacto beneficia a los partidos firmantes toda vez que las encuestas nacionales dibujan un panorama postelectoral en que los pactos se convertirán en moneda corriente (Poder compartido, no con partido). El PP podría atizar el espantajo de un frente popular en su contra, y no es improbable que logre una nueva mayoría absoluta. La participación de Ciudadanos y UPyD neutraliza esa arma de los populares.
Pero firmarlo a IU-Verdes y Podemos les sale gratis; también al PSOE murciano, por un lado aleja el fantasma de la gran coalición con el PP (por lo menos en la región), por otro, se alejan de los socialistas andaluces.
A UPyD y Ciudadanos en cambio el pacto no les sale gratis; sus simpatizantes -también según las encuestas nacionales- se encuentran igual de cómodos pactando con PP y PSOE. Pero los mismos simpatizantes beben de una cultura de la transparencia que exijen a sus políticos. En la Región de Murcia, como en el resto de España, tienen una situación privilegiada. Tras una semana en que le han llovido críticas de distinto cariz: en clave nacional, su política económica; en clave regional, desde el papel de su candidato a la Comunidad Autónoma, Miguel Sánchez, en el debate organizado por UCOMUR, hasta la carta abierta por los disidentes, su firma del pacto en su momento más bajo demuestra tanta seguridad como valor y vuelve creíbles las palabras de sus candidatos municipales cuando aseguran que no cambiarán votos por sillones. Ciudadanos podría por su parte, incluso siendo el socio minoritario en un gobierno con el PP, realmente gobernar la Región de Murcia. Que sea uno de los firmantes del llamado Pacto de Moneo convierte en probable que los tres puntos se puedan cumplir y a la vez acaba en la región con la cantinela de "marca blanca del PP" con que la acusan sus críticos (independientemente de propuestas económicas o sociales que los unan, la línea roja sobre imputados los separa de forma clara).

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