Llevaba tiempo sin ver ninguna novedad cinematográfica y la última de Spike Jonze parecía una elección adecuada: el director de Cómo ser John Malkovich y Adaptation y un cuento de Maurice Sendak del que me habían hablado maravillas. La historia en primer lugar no es la de siempre: un niño imaginativo y agresivo se escapa de casa una noche antes de la cena a una isla donde viven unos monstruos que lo aclaman como rey. Uno de ellos, Carol, se parece mucho al niño protagonista: iracundo, también expresa con violencia su amor...
Una historia punki con una sensibilidad pop como se demuestra muy bien en la banda sonora que acompaña la película y que destaca en los momentos de rabia o de gozosa destrucción. No por nada canta en la banda sonora Karen O (vocalista de Yeah Yeah Yeahs) y participan miembros de Liars, The Raconteurs y Queens of The Stone Age.
El mayor problema radica en el público a la que va dirigida: para uno infantil (no entraré aquí en la violencia, tan natural a la infancia: recuerden el comienzo de Grupo Salvaje) la película se alarga, hay muchos momentos en que no pasa nada y que (creo) aburrirán a un espectador no acostumbrado a la pausa. Para un público infantil, le sobra media hora de película: el cuento, como escribe David Alandete en la necrológica de Maurice Sendak en El País, tiene 37 páginas, 10 frases y 338 palabras. Por lo que esta película se dirige más bien a ese segmento de población que disfrutó con su John Malkovich o con las películas de Michael Gondry.
La primera película que he visto que merece la pena en lo poco que llevamos de año.
Una historia punki con una sensibilidad pop como se demuestra muy bien en la banda sonora que acompaña la película y que destaca en los momentos de rabia o de gozosa destrucción. No por nada canta en la banda sonora Karen O (vocalista de Yeah Yeah Yeahs) y participan miembros de Liars, The Raconteurs y Queens of The Stone Age.
El mayor problema radica en el público a la que va dirigida: para uno infantil (no entraré aquí en la violencia, tan natural a la infancia: recuerden el comienzo de Grupo Salvaje) la película se alarga, hay muchos momentos en que no pasa nada y que (creo) aburrirán a un espectador no acostumbrado a la pausa. Para un público infantil, le sobra media hora de película: el cuento, como escribe David Alandete en la necrológica de Maurice Sendak en El País, tiene 37 páginas, 10 frases y 338 palabras. Por lo que esta película se dirige más bien a ese segmento de población que disfrutó con su John Malkovich o con las películas de Michael Gondry.
La primera película que he visto que merece la pena en lo poco que llevamos de año.
1 comentarios:
No es una gran película, pero si es interesante su mensaje y la manera en la que está mostrada al público.
Saludos
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