Rebeldes reaccionarios

Foto de Samuel Sánchez publicada en El País

Jóvenes universitarias madrileñas se rebelan en 2010 (por supuesto, están en su derecho) porque no quieren colegios mayores mixtos. La verdad, no sé qué tiene de malo. Pero ellas protestan. Como eran muchas las jóvenes en Francia que protestaban contra el matrimonio homosexual.

Tengo simpatía por las protestas, sean de la derecha o de la izquierda, sobre todo si son de mujeres jóvenes o abunda la marihuana. O son religiosas, con lo que el pensamiento alucinado se da por descontado. Creo que la única vez que me manifesté fue contra ETA en Caravaca y me recordó a un hato de ganado detrás del pastor. Después desistí: no tuve la edad para ver manifestaciones donde las mujeres quemaran sus sujetadores y me temo que tampoco veré a ningún kurdo quemarse a lo bonzo. Aunque por desgracia en España ya me despierto una de cinco mañanas con  un suicida (¿es suicidio, es asesinato?) por desahucio.
Pero tengo simpatía por las manifestaciones aunque me dé pereza participar y comprendo la diferencia de calidad entre manifestarse en una dictadura que en una democracia y que no es lo mismo declararse insumiso en la Guerra de Vietnam que protestar contra la de Iraq. 

La información de El País sobre la noticia es interesante: Rebeldes contra la igualdad. Toman muchos puntos de vista, pero ninguno de las personas que participó. Sólo a una tal Ana Ruiz, que en un anuncio pedía compañeras de piso, nada de compañeros.

Hace poco leí un ensayo de Antoine Compagnon que defendía que en el pensamiento y en la literatura los auténticos modernos, los que habían acertado en cómo sería el siglo XX, habían sido los antimodernos: los De Maistre, Heiddeger, Nietzsche, etcétera. ¿Tendrá razón?

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