Toda infancia podrá llamarse robada

Francesitas ataviadas de Marianna contra el matrimonio homosexual

El historiador Federico Garza Carvajal recoge en Las Cañítas el primer caso conocido de juzgadas por lesbianismo. Fue en el siglo XVII. La Inquisición española (esa del famoso sketch de Monty Python) azotó y desterró a las dos mujeres.

Una época, creíamos, pasada, ya que damos por supuesta la separación entre Iglesia y Estado y la distinción entre delito y pecado. Europa no es Tanzania, donde se asesina al diferente, desde el albino al homosexual. Pero Hungría, con su constitución medieval; Francia con sus miles de muchachas vestidas de Marianna escupiendo su odio contra el matrimonio gay y la España conservadora, incapaz de presentar un dato económico halagüeño, que azuza a sus votantes ultras (y es azuzada por ellos) para legislar hoy contra el aborto, mañana contra la homosexualidad, pasado

quién sabe…

Gallardón, entre las razones para cambiar la ley, denunció la presión estructural que induce a la mujer a abortar (con un argumento parecido al de Pier Paolo Pasolini, en las antípodas del pensamiento del Ministro de Justicia, probablemente el único popular que viera sus películas en aquellos cines de arte y ensayo). Un

guiño a la mujer, entre muchísimos guiños al feto al que convierte en persona. ¿Pero cuando nazca, qué, si a su partido le dan cuatro años más destruirá de tal manera el Estado del Bienestar que toda infancia podrá llamarse infancia robada?

Le preocupa el feto, al ministro y a su partido, menos o nada el niño. Por lo menos sus mayores (podría consultarlo con su suegro el Secretario Nacional del Movimiento, Utrera Molina) entregaban ayudas a la natalidad, aunque fuese para premiar la virilidad. 

Conoce Gallardón la doctrina católica, pero desconoce esa Iglesia pobre y para los pobres que ha prometido el papa Francisco.

Sketch de los Monty Python sobre la Inquisición Española

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