El argumento de La pícara soltera (1964, Richard Quine) si se llevase a la gran pantalla en 2013 avergonzaría: un editor (Tony Curtis) trata de averiguar si una sicóloga
autora de un exitoso libro de ayuda para mujeres (Natalie Wood) es
virgen o no. Probablemente hasta en los años 60 resultase anacrónico.
Pero los diálogos funcionan; así como las dos parejas protagonistas: Tony Curtis-Natalie Wood; Henry Fonda-Lauren Bacall y actores como Mel Ferrer o Edward Everett Horton; así como los números musicales de Count Bassie con la actriz y cantante Fran Jeffries.
Pero los diálogos funcionan; así como las dos parejas protagonistas: Tony Curtis-Natalie Wood; Henry Fonda-Lauren Bacall y actores como Mel Ferrer o Edward Everett Horton; así como los números musicales de Count Bassie con la actriz y cantante Fran Jeffries.
Tony Curtis vuelve a "hacer de Cary Grant" como lo hiciese en Con faldas y a lo loco (en la peli lo confunden con Jack Lemmon): el tímido de La fiera de mi niña cuando finge ser ante Natalie Wood su amigo Henry Fonda y el sin escrúpulos de Luna Nueva.
Esta
comedia no alcanza la comicidad de las de guerra de sexos de los años
30 y primeros 40; tampoco sus gags visuales (la persecución en coche)
alcanzan los de sus contemporáneos, como muchas pelis de Blake Edwards.
Aún así queda una película simpática si nos olvidamos de la sinopsis un
tanto ridícula y nos centramos en la magia de las estrellas de Hollywood
y en réplicas y contrarréplicas ingeniosas.
Fran Jeffries y Count Bassie
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Fran Jeffries y Count Bassie
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