viernes, 22 de mayo de 2015

La política en Caravaca no es lugar para viejos

"¡Los viejos son el futuro!" proclama Hidrogenesse en su último disco, "Roma".
¿Y dónde están los viejos, perdón, los ancianos, en la campaña cararavaqueña. Sí aparecen en el programa electoral, pero ¿y en los actos?
Empezando por los candidatos, los ancianos se han convertido en una especie política a desaparecer. Ni aquí ni en la comarca. Como con Albert y Alberto, la juventud es un valor. Y también la apariencia. ¿Y la experiencia?

 Que los programas en algunos apartados resulten intercambiables no me resulta tan sorprendente, como que, desde el PP hasta Ciudadanos, se haya tratado de apartar a los viejos. Y a los feos. ¿Espantará esta discriminación de acudir a las urnas a la vez tanto a los votantes ancianos como a los feos? ¿Llegará más lejos su indignación y, como nuevos desheredados clamarán "¡No nos representan!" en nuestras principales plazas?
No se tratan tan solo de los líderes: en el PSOE se ha colado algún mediana edad (aunque si estiramos tanto la juventud, al final mediana edad serán lo sesenta, y eso tampoco).  Pero en el PP la orden -la segunda: la primera: no nombrar a Domingo Aranda- es que tras José Francisco García solo hablen (y las fotos solo recojan) jóvenes y guapos.
Si ha sentado mal entre quienes aspiraban optar a concejalías o a quien sostiene que la política es otra cosa, lo ignoro. La tendencia se repite en la comarca: José Rafael Rocamora, Ana Fernández, María Dolores Muñoz, José Carlos Gómez... en la nación, los dos Albertos, Pedro Sánchez, e internacional, Tsiripas y Varofaukis, Renzi.
Ante las objeciones de los serios me imagino a los número uno leyendo en asamblea (todos hasta el lunes somos participativos, transparentes y hasta asamblearias) a sus compañeros de partido párrafos del libro de la socióloga británica Catherine Hakim Capital erótico: el poder de fascinar a los demás. Dicho capital se define como "una mezcla nebulosa pero determinante de belleza, atractivo sexual, cuidado de la imagen y aptitudes sociales, una amalgama de atractivo físico y social que hace que determinados hombres y mujeres resulten atractivos para todos los miembros de la sociedad, especialmente los del sexo opuesto".
Este capital se uniría a los otros tres que definió el sociólogo, Pierre Bourdieu, para desenvolvernos en sociedad: económico, social y cultural. La tesis de Catherine Hakim levantó bastante polémica en su momento, ya que sostiene que las mujeres por principio tienen un mayor capital erótico desaprovechado.
Así que todos o casi todos jóvenes, y guapos según inclinaciones.
¿Importa a la hora de votar? Repetimos: ¿Alejará a los ancianos, un grupo de edad que por definición no tiene otra cosa mejor que hacer en domingo que acudir a votar en lugar de o después de misa? Ni van a tener tanta resaca como para no levantarse ese día, ni les van a llevar a la playa, incluso en el hospital siempre alguna amable monjita les guiará hasta las urnas donde esconder un voto secreto. 
Además, los viejos son el futuro, cada vez hay más, pese a que gracias al factor diferencial neocatecumenal en Caravaca aún perviva la juventud... pero demasiado joven para votar. ¿No hubiera sido mejor por tanto en lugar de hombre-mujer; mujer-hombre como en muchas candidaturas haber optado por joven-viejo o viejo-joven?
Los partidos en previsión de que los ancianos hablan mejor el lenguaje de los ancianos han optado por pequeñas variantes a su plan: detrás del candidato solo jóvenes (y guapos). Haberlos, haylos. Por ejemplo, si en Caravaca el acto tiene lugar en un mercado, siempre puedes contar con Francisco Soler para el Partido Popular; el PSOE de Cehegín al final de la lista lleva una mujer jubilada, Juana López Martínez. Ambos tienen un caudal de experiencia, ¿se aprovechará?
Pero los ancianos de la comarca tienen ojos, si vencen el natural resquemor del que contempla la carne aún prieta, ¿por qué no van a votar, incluso incoscientemente, al más atractivo? Siguiendo a Catherine Hakim, en puridad, aunque el capital erótico lo poseen tanto hombres como mujeres, los primeros mantienen hasta edades muy avanzadas el interés sexual mientras las mujeres se desinteresan -como iban a descargarme el libro y  no lo han hecho no sé qué pruebas presenta la socióloga británica-, por lo que las mujeres podrían aprovechar  su capital con personas de todas las edades. Pero éste es un debate para otras elecciones que a estas ya llegan tarde.
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