Joven español en huelga de hambre hasta la dimisión del Gobierno |
Un bilbaíno de 25 años se trasladó a la Puerta del Sol, donde el 12 de octubre de 2013 comenzó una huelga de hambre hasta que dimitiera el Gobierno de España. "En realidad mi sueño es que los indignados vuelvan a Sol, a repetir
aquel 15M y a asombrar al mundo. Tenemos que unirnos para echar a estos
corruptos", explica.
Su determinación: "nace del sentimiento de una rotunda negativa a seguir tolerando la situación que estamos viviendo. Aunque he marcado el objetivo de exigir la dimisión del Gobierno, mi verdadera intención es que el pueblo deje la resignación y el miedo atrás. En definitiva, que el pueblo reaccione y se una para recuperar nuestros derechos. Pido apoyo y solidaridad pues ésta no es mi lucha sino la de todos". El Presidente no dimitió, claro, y se presenta a la reelección.
¿Qué lleva a alguien a dejarse morir o en un caso extremo a morir matando? La desesperanza como el tunecino que prendió la mecha de la malograda Primavera Árabe; ¿es desesperanza o fanatismo el de los kurdos o tibetanos que se prenden fuego? Tampoco hay que descartar el goce del dolor: el ajeno o el propio, que puede resultar muy placentero como bien sabían nuestros místicos.
Entre la violencia y la lucha pacífica, el joven español ha apostado por esta última.
De su acción -y de la de otros jóvenes- no sé qué pensar: ahora bien, ¿es necesario que las educadas clases medias altas, sentadas delante de su ordenador -si hace frío calefacción, si hace calor, ventilador- les animen (no hablo de incitar porque, leyendo a este joven bilbaíno, parece que tiene muy claro el porqué de su acción)? Creadores de Juan Nadie (1941, Frank Capra), solo que a la izquierda y, en lugar del púlpito de una iglesia, en general desde una cátedra universitaria.
Tomo un ejemplo, una reflexión colgada en Facebook y que, de haber terminado así: "acabo esta línea y yo también me sumo a la huelga de hambre en la plaza más céntrica de mi ciudad", me hubiese parecido perfecta
Sin embargo, continúa: "Lo único que es inaceptable es la
actitud condescendiente y paternalista de quien piensa que es una
desmesura, un disparate que acabará mal, porque "lógicamente" el
gobierno no va a caer por unos chicos en
huelga de hambre. ¿Seguro? ¿quién puede asegurar eso? Hay algo
invencible ya de entrada en esa aparente inocencia o ingenuidad de la
protesta voluntaria a través de exponer el propio cuerpo que le otorga
una gran fuerza moral: este gobierno ha sumado una larga lista de
ilegitimidades, incumplimientos, injusticias y agresiones a la
ciudadanía como para negarles a estos chicos sus legítimas razones. Como
además no escuchan a nadie ni atienden protesta alguna, por masiva que
sea, el envite de una simple y radical exigencia de dimisión de unos
jóvenes que arriesgan públicamente su salud puede convertirse en algo
incontrolable, de efectos impredecibles...".
Amén a la parrafada, pero por qué no lo hacen ellos, por qué siempre han de ser otros, más jóvenes, más pobres, los que se inmolen para que después otros salgan a la calle a manifestarse y luego caña y tapa.
Creadores de Juan Nadie aunque en su vida jamás hayan estado donde se ganan las cruces de hierro.
Fragmento, elegido al azar de youtube, de Juan Nadie de Frank Capra.
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