jueves, 4 de agosto de 2011

Un Gran Hermano Político: Antonio García, la de Sálvame...

Tiempos mejores (fotografía EFE)
¿Le gustan al político los medios de comunicación? 
En general, cuando vienen bien dadas.
Aunque alguno, todo hay que decirlo, consigue la única oportunidad de aparecer en los medios, sobre todo en televisión, por las desgracias de su Ayuntamiento, fundamentalmente debidas a su gestión hace ocho años y a la gestión de su antecesor. Hablamos de Antonio García



El otro día en la Sexta, en Murcia cada día su fotografía este verano, como si estuviera veraneando con los Príncipes, hoy en El País: el hombre sube enteros. Además, Antonio García siempre ha tenido una envidiable capacidad para hacer grandes declaraciones: "Voy a subir impuestos. Me da igual lo que piense mi partido. Esto se hunde". Vale, este no es muy bueno. Pero los mejores momentos que he pasado en años ha sido escuchando cortes de voz suyos en la radio hablando del dinero de la fiesta y la ginebra y la traca; de que los socialistas iban con el Santo o no iban por temor a un atentado islamista...
Los plenos deben ser aburridísimos, pero si viviera en Moratalla no me perdería ninguno: tres horas enteras, tus palomitas y tu helado de medio litro y si es posible un botón para aplaudir el insulto que más te agrade y otro para un chiscazo si te aburres... Un Gran Hermano moratallero mezclado con Diario de Patricia, donde nos enteremos qué se esconde tras las rivalidades, ahora políticas, pero seguro que de niños jugaban a apedrearse, oposición y gobierno, en los alrededores del Castillo.
Pero deberían incluso ampliar el concepto: con Antonio García como estrella principal, ¿por qué no hace Telecinco un nuevo Gran Hermano de políticos? El que sobreviva más puteando al vecino, sea de su propia compañía o de la bancada contraria, salva a su Ayuntamiento. Y ya que hablamos de salvar deberá aparecer también la que fue a Sálvame. Y alguien del 15M, si puede ser (y se deja, claro) para que los mercenarios de la política le peguen de vez en cuando. Pegarse deben pegarse todos: desde la tarta en la cara a la lucha en el barro.
Luego como se puede leer en la noticia, Valcárcel está tranquilo ("hombre la situación está jodida pero no tanto") y Antonio García, que prometió en campaña que pagaría sueldos, se deleita con la palabra "quiebra", "cerrar las persianas", "no puedo pagar"... Lleva unas semanas mostrando el perfil del masoquista (quién lo diría en él), de aquí a unos días deja de comer y acaba teniendo visiones como los místicos o se encadena al Ayuntamiento como al barco de Chanquete.

De verdad, que no he encontrado en tiempo un político que saboree tanto su propia desgracia... o la de los moratalleros, más bien. Mientras organizan el Gran Hermano, los periodistas hacen porras: ¿será Moratalla el primer Ayuntamiento en caer en España? ¿Inaugurará Antonio García una nueva corriente doctrinal en el Partido Popular que apueste por la subida de los impuestos? ¿Esa corriente lo presentará de contracandidato a Mariano?


En la noticia de esta mañana, el profesor José Ramón Pin, de la escuela de negocios IESE propone la fusión de ayuntamientos de menos de diez mil habitantes. No es justo: que suba un poco más y hacemos un megamunicipio de la comarca del Noroeste con Antonio García como alcalde, que es el más fotogénico de todos: no es broma, este hombre, antes de las elecciones tuvo que ir a algún centro de belleza porque ha perdido años. Hasta en las fotos ha perdido moreno... y eso es raro en verano.
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