Up es la última maravilla de esa fábrica de hacer maravillas que es Pixar. Si en Wall E había un homenaje claro a las películas mudas, en Up nos situamos en el terreno de la pura aventura, de la búsqueda de mundos perdidos.
Pero empezemos por el principio y escribamos rotundamente que Up tiene los doce o trece primeros minutos, su prólogo, mejores que se han realizado en las dos últimas décadas, sea cine de animación o cine con actores. Esa vida monótona y a la vez dichosa que tiene el protagonista (que de mayor es un calco de Spencer Tracy) con su mujer, atravesada por la imposibilidad de tener hijos, de perpetuarse, debería estudiarse en todas las escuelas de cine: es como una película dentro de la película. Tan perfecta o más que el comienzo de Apocalypto, por ejemplo.
Después todo es aventura: la casa que vuela, el ave rarísima, los sueños compartidos entre ese niño sin padre y ese abuelo sin nietos... Pixar vuelve a acertar y, además, con un cine cada vez más adulto: el dolor, la muerte, la realidad que choca contra el deseo. Es como si el maestro Miyazaki y los genios de Pixar hubieran intercambiado papeles. Si el japonés realizaba cada vez películas más intelectualizadas, como Chihiro o el Castillo Ambulante, su última obra, Ponyo en el Acantilado, hay que verla con ojos de niños. Mientras que en Up hay una mirada también ingenua, como si el mundo acabara de nacer ayer, pero con cargas de profundidad insospechada.
En definitiva, dos películas maravillosas que se encuentra ya en dvd y a las que se une el reestreno de Mi vecino Totoro, también de Miyazaki.
El cine de verdad, el que te deja pegado al sillón, es aquel cine que siempre se ha despreciado como "de niños".
Pero empezemos por el principio y escribamos rotundamente que Up tiene los doce o trece primeros minutos, su prólogo, mejores que se han realizado en las dos últimas décadas, sea cine de animación o cine con actores. Esa vida monótona y a la vez dichosa que tiene el protagonista (que de mayor es un calco de Spencer Tracy) con su mujer, atravesada por la imposibilidad de tener hijos, de perpetuarse, debería estudiarse en todas las escuelas de cine: es como una película dentro de la película. Tan perfecta o más que el comienzo de Apocalypto, por ejemplo.
Después todo es aventura: la casa que vuela, el ave rarísima, los sueños compartidos entre ese niño sin padre y ese abuelo sin nietos... Pixar vuelve a acertar y, además, con un cine cada vez más adulto: el dolor, la muerte, la realidad que choca contra el deseo. Es como si el maestro Miyazaki y los genios de Pixar hubieran intercambiado papeles. Si el japonés realizaba cada vez películas más intelectualizadas, como Chihiro o el Castillo Ambulante, su última obra, Ponyo en el Acantilado, hay que verla con ojos de niños. Mientras que en Up hay una mirada también ingenua, como si el mundo acabara de nacer ayer, pero con cargas de profundidad insospechada.
En definitiva, dos películas maravillosas que se encuentra ya en dvd y a las que se une el reestreno de Mi vecino Totoro, también de Miyazaki.
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2 comentarios:
Ponyo está muy bien, pero eso, hay que verla un poco con ojos de niño.
De Miyazaki la verdad es que no creo que haya película mala, porque por ejemplo La Princesa Mononoke y Nausicaa en el Valle del Viento son por un lado: el típico manga mítico y sobrenatural y el típico futurista....
Y bueno, la verdad es que debería ver tanto Wall-E como Up, pero si no lo he hecho es por creer que me decepcionarían...
Va tocando ya
Que tal :)
Me gusto UP,el principio es genial,ya al final me aburrio un poco..
Esta bueno tu Blog,te invito a nuestro Blog:
http://mii-artee.blogspot.com/
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SALUDOS
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