
Me bajé
A Serbian Film, le pegué un par de pantallazos para adelante y lo que vi no me gustó y la borré del disco duro.
Leí después las críticas sobre esta película que trata de un actor porno que rueda una última en casa: hay violación, tortura, pederastia... Una película que los responsables de Sitges habían decidido que solamente los mayores de 18 pudieran ver pero una orden judicial lo impidió. Que una película o secuencia nos parezcan deplorables desde el punto de vista moral y desde el artístico nos dejen indiferente (caso de la violación de diez minutos de Irreversible), no significa que la ola de prohibicionismo que está afectando a la sociedad española deba llegar a la literatura, el cine o el arte.