jueves, 29 de septiembre de 2011

Libertad para consumir...


Lo propio de Europa, la narración que los europeos han contado sobre sus diferencias con otras civilizaciones, es la libertad.
No es un relato pergeñado en el siglo XX para distinguirse de las hordas asiáticas (la Unión Soviética) o en el XXI para explicar por qué en el mundo musulmán se ha truncado el camino hacia la modernidad. Ya se encuentra en Heródoto y su historia de las Guerras Médicas o en el Discurso Fúnebre de Pericles. A la libertad, el historiador Robin Lane Fox le añade justicia y lujo y, en el equilibrio de las tres, las claves de Europa/Occidente.

martes, 27 de septiembre de 2011

Caravaca Jubilar, Barrio Nuevo, plenos caravaqueños

Domingo Aranda, es decir, D.A. Confianza, pidió confianza sobre las cuentas de Caravaca Jubilar. "Yo creo que una auditoría es una cuestión de confianza", algo así dijo. Y luego propuso una rueda de prensa conjunta de todos los portavoces (¿en el Thuillier? ¿en el salón de plenos?) para explicar a la prensa su versión y las de los grupos de la oposición sobre Caravaca Jubilar. "Meto a la prensa" vino a decir "porque la única opinión que no quiere es la mía. No está [la prensa] dando una información veraz".

La noche de los cristales rotos, de Wolfgang Petersen

La noche de los cristales rotos (Wolfgang Petersen, 1991) se parece en el argumento más a Sin identidad o Cypher que a Recuerda. Pero es puro Hitchcock por la hora y media de suspense que nos ofrece.
Un hombre (Dan Merrick, interpretado por Tom Berenguer) despierta sin memoria en el hospital. Sufre amnesia y, una vez que le dan el alta, continúa sin recordar: una pistola, cristales, el mar por el que se lanzó el coche que lo llevaba a el y su esposa Judith (Greta Scacchi), ira... hasta que encuentra unos negativos de su mujer acostándose con otro hombre.
¿Quién es ese hombre? ¿Y quién es él, Dan Merrick, un borracho violento como asegura su socio y amigo, interpretado por Corbin Bernsen? ¿O es Judith una mentirosa patológica como afirma la mujer de Corbin Bernsen?
Excelente fotografía, un guión tramposo pero efectivo, buena dirección y actores (se olvida con frecuencia que Tom Berenguer actuó en La sombra del testigo, Ciudad del crimen, Reencuentro... es mejor actor que la carrera que ha tenido, mientras que el director, Petersen, no levanta carrera desde hace muchos años pero dirigió en su momento El submarino y En la línea de juego).
Entretenida, no da para mucho, pero tampoco miras constantemente el reloj para ver qué falta.

Particularmente hecho de menos en la película un director que sepa de erotismo (hay un par de escenas de sexo, las tetas de Scacchi), me refiero al juego que podía haber dado el primer polvo que echa ese matrimonio aunque él no recuerda absolutamente nada de ella. Una lástima desaprovechar una secuencia que valdría por toda una película.


lunes, 26 de septiembre de 2011

Florence Nightingale, Gordon y otros, en Victorianos eminentes

"Me hizo reír tan alto que un oficial de prisiones se asomó a mi celda para recordarme que la cárcel era un lugar de castigo". Así recuerda Bertrand Russell la lectura de Victorianos eminentes que se publicó en 1918, cuando su autor, Lytton Strachey, había cumplido ya 38 años.

viernes, 23 de septiembre de 2011

La barrera invisible (1947), de Elia Kazan

Dentro del periodismo de investigación, además de quien se traviste de nazi para poder hablar sobre esos ambientes, existe una corriente sentimental en la que una mujer se disfraza de musulmana, con un velo o llevando el burka, para hablar de sentimientos: qué siente la o el periodista. ¿Pero tiene sentido que una europea con estudios universitarios pretenda por un cambio de ropas saber cómo se siente una musulmana? A lo mejor la periodista ve rechazo o racismo y se indigna mientras que la musulmana ni se ha percatado porque siempre ha vivido así?

jueves, 22 de septiembre de 2011

(1977 - 2011)


«En absoluto, nunca he sentido la soledad de Azaña y Suárez», respondió el Presidente cuando lo compararon con el Último y el Primero.
No padece el presidente «la soledad del corredor de fondo», se encuentra cómodo entre homenajes y toma de decisiones que en unos meses el PP borrará de un plumazo, pero qué larga se hace esta innecesaria espera hasta finales de noviembre, y qué desesperados los esfuerzos de los socialistas para transmitirse entusiasmo (en el PSRM bastante tienen con no despedazarse o asumir el papel del clown).
Representa el Presidente la clásica figura norteamericana del lameduck (últimos meses de mandato de un presidente que no repite) y España una marxiana Freedonia donde unas comunidades autónomas se declaran insumisas, otras indignadas y se ha generalizado la sospecha de que en Bélgica (casi quinientos días sin Gobierno) se vive mejor porque aquí la casta ya ha exprimido todo el jugo (televisiones públicas: 1.300 millones de euros; diputaciones: 5.000 millones; Senado: cuánto cuesta y para qué, se pregunta en El País César Molinas y nos preguntamos cada vez más españoles) y no nos decimos «en el último trago nos vamos» como nuestro referentes, soviéticos y yugoslavos, porque las Olimpiadas y el oro en Londres se divisan en el horizonte.
¿Para qué tanto político y su corte de honor?
Recordamos algún discurso de Azaña, el «gesto» de Suárez, pero qué quedara de este Presidente que habla constantemente de sus sentimientos, tanto sentimiento que parece arrancado de una comedia de Jennifer Aniston e introducido a la fuerza en una España neorrealista.
Por algo sí nos acordaremos del Presidente… y hasta le mostraremos gratitud. En estos ocho años el hartazgo hacia la clase endogámica hace inevitable una reforma en profundidad del sistema de partidos, una legislatura cuya consecuencia (imprevista) será  dar la puntilla necesaria a la actual democracia.
Requiescat in pace (1977-2011).

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Indignación exhibicionista

Cory Kennedy, una pionera
Quienes escriben en periódicos que se califican de centroizquierda o izquierda hasta hace poco cuidaban de criticar (incluso indignarse) con los indignados y, desde la otra ribera del río, los de centroderecha o derecha veían en esta indignación un último encargo de Rubalcaba como Ministro de la Porra para dejar poco menos que ingobernable España cuando el PP gane las elecciones...

lunes, 19 de septiembre de 2011

New Girl o cuánto aguantaremos los mohines de Zooey

De momento lo que se ha visto de New Girl ha sido un piloto que llevará algún cambio porque uno de los tres protagonistas masculinos no continúa...
Pero la serie es Zooey Deschanel: a quien no le guste puede prescindir de verla.
En una reciente entrevista le preguntaban, medio en coña, a la actriz cuándo supo que era tan adorable (entrevista completa aquí aunque transcrita):
You don't usually see the entire room kind of falling in love with the star of the show. The question, "How long have you known you're adorable?" is somewhat unusual in the TCA annals.
(laughs)
Having not done this before for a show, what was that like: eight questions in a row about your adorability?
(laughs) I couldn't believe how nice everybody was. It was lovely. It was really touching. I've been an actress for a long time, and this has been such a great experience all around, working on this show. I kind of happen to like press conferences. I know that sounds weird. But I started out doing theater, and I play a lot of live shows, so being up on a stage feels really fun to me. So, a press conference is fun, and I get to interact with people. I also really like being up on stage with a lot of people. That feels comfortable to me. I don't know why I like them, but I was kind of excited to be up there.


En los comentarios a la entrevista, en dos o tres se leía algo así: "Si buscas en el diccionario la palabra "adorable" aparece una foto de Zooey".
Trece episodios, según IMDB, para este 20011, aunque siendo Fox imagino que llegará a 22 ó 24... Y este es el problema: ¿durante cuánto tiempo puede mantenerse una función con las "gracias" de Zooey? Porque como actriz ni se acerca a Tina Fey, Mary Louise Parker, Laura Linney, etcétera... y llegará un día que interprete a una madre que ha perdido su hijo repasemos su filmografía y descubramos que el mismo gesto tiene cuando le dicen que a su hijo lo ha matado un coche que en Elf.
En New Girl canta, baila, llora, ríe...en una serie cuyo argumento ha llegado un par o tres de décadas tarde (en 1977 la magnífica serie Apartamento para tres). El novio de Zooey la engaña y ella encuentra apartamento con tres chicos (mujeres Venus, hombres Marte, ya saben). Es un piloto tan solo, dirigido por el poco prometedor Jake Kasdan (Bad Teacher) y creada la serie por Elizabeth Meriwather (su guión de Sin compromiso tampoco es para tirar cohetes), con un par de gracias: la cantidad de veces que se ve la prota cuando está depre Dirty Dancing y el tipo que se quita la camiseta para mostrar el torso desnudo cada vez que aparece una chica (esta porque me recuerda un grupo de caravaqueños que, en mi época de universitario, inexplicablemente siempre que me los tropezaba de noche iban sin camiseta: pertenecerían a la misma raza que el tipo de esta).


PD. De los estrenos de series de veinte minutos, Free agents pinta bien en su versión americana (la comentaré otro día) y Up all night me da que va a ser el enésimo fracaso de Will Arnet y Christina Applegate.
PD2. Veré a Zoeey, qué remedio. Si llevo ya siete u ocho temporadas de Bones a ver si su hermana se lía ya de una vez con Ángel de Buffy (y de Ángel), cómo no hacer lo propio con la hermana que tendrá diez años menos. 

jueves, 15 de septiembre de 2011

Me sobra carnaval


Cierran los bares, apagan las luces, la fiesta termina en esa hora en la que se cruzan los de los ojitos rojos que regresan a casa con los de los ojos somnolientos que retoman el trabajo, la monotonía que durante los días en honor a la Virgen de las Maravillas desapareció.

martes, 13 de septiembre de 2011

¿Es posible una democracia islamista?

La elevación de Turquía a primera potencia mediterránea (y musulmana) y su asunción de un mayor número de compromisos internacionales pronto hará que sustituya a Francia (a pesar de los esfuerzos de Sarko) e Inglaterra y tome el relevo imperial en Egipto, Libia, Siria, Túnez... También que sirva como ejemplo a los países que han logrado liberarse del yugo.
Para Europa la nueva situación se presenta mejor que anterior de sostener a dictadores en países que, como represalia, fabrican bombas humanas. Estoy convencido de que la mayoría de los árabes en el fondo quisieran una democracia como la del odiado Israel o la de Turquía.
¿Pero tiene sentido hablar de democracia islamista? Así titula Enric González su crónica: Turquía exporta su democracia islamista al mundo árabe. Parece contradictorio: democracia y religión (no, en cambio, como algunos afirman que no se pueda dar una democracia entre los musulmanes).
"A diferencia del paganismo o del politeísmo, el monoteísmo tiende a la universalidad y a la unificación del género humano bajo una misma bandera. Cuando se instala como pilar de poder de una sociedad se convierte en un temible elemento de control de los comportamientos y de las conciencias. En nombre de la salvación del ser humano y de la prometida vida eterna, puede ejercer las formas de coacción más extremas sobre todos los miembros de la sociedad", escribe Georges Corm en Europa y el mito de Occidente.
El paso de la religión de la esfera de lo privado a lo público la convierte en otro totalitarismo (precursores de los del siglo XX, Platón, San Agustín...). Ni tan siquiera con la Reforma nace el "infividualismo" ni la búsqueda de la democracia (peor el ayatolá Calvino que la Iglesia de Roma que, por lo menos, encargó belleza que los siglos han conservado).
Resulta igual de ridículo, por tanto, pretender que la "excepcionalidad" europea como continente con mayor número de democracias tenga que ver con el cristianismo de sus orígenes.Al contrario.
¿Entonces qué ocurre con la democracia cristiana en Alemania, Italia o España? En el fondo, que ese adjetivo "cristiano" ya no significa apenas nada. La religión en Occidente tan solo es una convención (exceptuando algún fanático del Tea Party o algún adolescente que se emocione con el Papa como con el Che o Justin Bieber) mientras no ocurre todavía lo propio con el Islam (y faltarían estudios para conocer el grado de religiosidad de cada país: ni Europa ni los países árabes pueden tomarse como un todo: en España ningún Gobierno se ha atrevido a abolir el Concordato, en Inglaterra la Reina es la cabeza de la Iglesia Anglicana, los franceses son laicos...)
Democracia cristiana, democracia islamista, democracia popular, democracia orgánica... no dejan de ser perversiones de lenguajes (puro Orwell, como escribe El Mundo en relación a las pancartas de la Diada: "Por un país de todos. Escuela en catalán). Si la democracia necesita adjetivarse, más vale preocuparse por el adjetivo.
No significa que Turquía e Irán sean lo mismo... Tampoco que Erdogan sea un héroe... O que Europa deba preocuparse excesivamente si los islamistas toman el poder una vez que la Unión Europea se ha convertido en una falacia y expandir los derechos humanos un sueño imposible (tenemos Karzai y su limitación de los derechos de las mujeres en Afganistán).

Pero islamismo y democracia o cristianismo y democracia. se repelen. Otro tanto podríamos decir de nacionalismo y democracia y socialismo y democracia.

Green for danger (1946): un asesinato mientras caen las bombas

Alistair Sim como inspector Cockrill
Green for danger (1946) es una típica intriga de detectives tan británica como lo pueden ser las novelas de Agatha Christie, Chesterton o Dorothy L. Sayers.

Decadencia

Ya no vive nadie, y aunque viviera alguien nada cambiaría. Las puertas están cerradas,  no sólo eso, también están cerradas las ventanas y bajadas las persianas. No esconde ningún  secreto.”Es que si las paredes hablaran...”, insinuaba un figura. ¡Qué coño van a hablar las  paredes ! La mayoría recién pintadas, de ese color blanco como los hospitales, que pretende  purificar cuando todo se reduce a blanco y negro; blanco y negro... Dejemos los colores. La mansión no esconde ningún secreto pues todos en el pueblo conocen el por qué, pero nunca la causa. Y nadie la sabrá pues el extraño se ha marchado esta mañana, solo y sin volver la vista. Por un momento, él entrevió la solución. “Hubiera sido inútil”, piensa en la estación e intenta dormir, pero el recuerdo de ella, crucificada en su corazón, no lo deja.
Voy a contar la historia tal como me fue relatada una noche que quería dormir y temo que no conseguí. ¡Cuánto más falsa resulte mejor !
Podríamos decir que el viejo coronel era una persona autoritaria, orgullosa de la situación en la que se encontraba gracias a la tiranía de sus antepasados. ¡Mentira! Todo lo que acabo de escribir es mentira. Esta clase de coronel seguirá existiendo mientras haya malos escritores como yo. Pero, bueno, éste no es el carácter del personaje. El viejo (¿por qué debe ser viejo ?) coronel era tonto. Esta afirmación no ayudará en nada pues poco nos interesa este ¿viejo ? Vivía con su hija, amarrando la calma, intentando ser una familia. Mas en la vida de Luisa no había familia, sí parientes de todo tipo, pero nunca una familia, ni siquiera una foto, menos un recuerdo para alegrar el alma. ¿Qué quién es Luisa ? Vaya, parece que después de escribir estas tonterías en clase de latín se me ha olvidado hablar de Luisa. Ella es la que ha hecho posible esta historia, y no sabéis hasta que punto (gracias a ella puedo estar escribiendo estas cuatro tonterías en lugar de atender a la profesora). Luisa era hija del coronel. A partir de ahora no es coronel, sino general, y su hijo fue herido en Vietnam. ¿Qué digo ? El coronel - general no tenía hijo y vivía en la Cuba colonial. Luisa era alta, muy morena y con los ojos de un mismo color. No diré si éstos eran melancólicos o alegres; desafiantes o asustados, etc., porque no distingo matices como esos escritores imitadores de Raymond Chandler que escriben así : “Sus miradas se buscaban y se perdían, aunque ninguno la humillaba. Al fin pararon sus ojos ansiosos y se miraron : ella con los suyos claros y los de él esquivadizos, como rata asustada cuando es el miedo el que manda...”. El coronel - general y su mujer (no era viudo) vivían en una absoluta calma. Ella, siguiendo la tradición familiar, lo engañaba con el profesor de danza, que por cierto era homosexual, y el coronel - general se pasaba todo el día viendo pájaros volar y haciéndose preguntas filosóficas del tipo : “¿Cuándo los perros ladran están hablando ?”. ”¿Por qué no hacen abrelatas para zurdos ?”. “¿Y la televisión ?”. “¿Cuándo van a inventar el televisor ?”. Dejémosle perdido en su pensamiento, que ya despertará cuando vea la mosca caer (ésta era otra de sus grandes reflexiones), y retornemos a la historia. He de confesar, odiados lectores, que no sé el final de esta historia, y hace unos cincuenta minutos (al empezar la clase de latín) tampoco sabía el principio.
Luisa tenía trece años cuando descubrió que no podía jugar con las chicas de su edad, y más tarde, aunque no mucho, cuando estaba en edad de leer los libros prohibidos, asombrada y tras muchas búsquedas, comprendió que su padre sólo leía: "la vida de los animales" de un escritor ruso, o eso creía pues no entendía el nombre, y otro que hablaba de guisantes. Con la lectura de estos libros y sus grandes verdades sobre la vida y el sexo, debía salir a la calle. Y sus padres la llevaron a Madrid, a la casa de una familiar que gozaba no sé qué favores del ministro de moda. Allí conoció a jóvenes bellezas que con el tiempo serían famosas amantes de reyes y mecenas de bohemios poetas que las inmortalizarían en sus obras.
La decadencia en su máximo esplendor. Oro y horror. La niña se sube la falda. El templo de Dios ya no es amor.
Encontró a un joven que llevaba en el corazón algunas banderas, pero ni él era Armand Duval ni ella "la Dama de las Camelias". Se vendió, cualquier oferta era buena para llegar a la cumbre, sólo que aburrida se olvidó de escalar. Aunque la decadencia seguía prohibida en su mente. Al año regresó a Cuba, que seguía siendo el lugar donde nació y no quería morir. Su padre la besó y su madre, alborozada, le contó chismes sobre personas que no conocía. El profesor de danza se marchó y llegó una maestra rusa. “No se le conoce ninguna desviación sexual”, murmuraba el cura, y las beatas se santiguaban y pensaban que se estaban rompiendo normas fijadas mucho tiempo atrás.
Los pechos de Luisa empezaron a crecer ; su cintura, las piernas y hasta los ojos. Durante las noches sentía ataques de ansiedad y mordía con furia la almohada, entonces las fuentes de sus ojos se secaron, pues ya moría la ilusión. Advirtió que estaba embarazada. Sorprendida contempló su cuerpo deforme en el espejo. “¿Cómo ha ocurrido?”, pensó. “Tomé precauciones”. Pero la sorpresa no fue grande, y siguió viviendo, muriendo por dentro. Y una noche como loca se cortó con una daga y se hizo un cortante fino que a su madre confundió : tenía la sangre roja. A la mañana siguiente llegó el extraño : era el hijo del coronel - general que había luchado en Vietnam, pero como su padre no lo aceptaba decidió vivir en una caja de zapatos. El hijo de ella no podía nacer, no debía existir pues mostraría el equívoco : todo andaba mal pero por lo menos andaba. Y así lo quise yo, y así lo quiso Dios : Luisa murió una noche, quemada en su pequeña habitación con una cruz en el pecho ; sólo ella confiaba en la cruz. Nadie más creía, tampoco Dios. Su padre, que para ella ya no era papá, la miraba tocándose la barba. Era el gran pirata Barbarroja. Movió la cabeza porque sentía dolor de cuello y siguió observándola mientras desaparecía. Miles de moscas luchaban alrededor de la cabeza del cerdo imaginado por Golding, pues no era oportuno morir sin dolor. Y la madre, desilusionada porque no descubría morbo en el baile, marchó con un titiritero. Su nueva casa poblose de niños y siempre llevaba puesto un delantal manchado de aceite. Su vida se resumía  a eso e, incomprensiblemente, era feliz. El hijo de Barbarroja que luchó en Vietnam salió de su  caja de zapatos para convertirse en el futuro hijo de ella. Abandonó Cuba para ir al lugar donde nadie muriera por un amor.
Luisa murió a la hora en que los amarillos soñaban una canción que nunca cantarán los hijos de perra de los malos negros, los buenos negros van a misa. Los buenos blancos toman drogas, los malos blancos parece que no... que no existimos. Por lo menos nunca hablamos, no interesa.
Y una voz se quebró, allá a lo lejos, donde todos seremos solamente malos.

lunes, 12 de septiembre de 2011

11-S: ¿daban Friends por televisión?

Hice un esfuerzo consciente por no pensar ni leer sobre el 11 de septiembre de 2001 este fin de semana (ni tampoco sobre ese 11 de septiembre alternativo (parece que hay que escoger) en Chile. O el de Cataluña.

domingo, 11 de septiembre de 2011

De Penélope a Teodora (falta Antígona): mujeres de la antigüedad

Clodia
Mujeres de la Antigüedad, coordinado por Jesús de la Villa, nos ofrece diez retratos de mujeres de Grecia y Roma. Algunas reales (Safo, Aspasia, Cornelia, Cleopatra, Agripina la Menor, Julia Domna, Teodora), otros literarios (Penélope, Lisístrata) y uno idealizado la Lesbia/Clodia.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Auswitch o Hiroshima: el precio de la culpa, de Ian Buruma

Auswitch o Hiroshima. Verdugos o víctimas.
Simplificación de la remanente que la II Guerra Mundia ha dejado en Alemania y Japón.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

La Caravaca de las ruinas (Calle Cartagena)

Los alemanes conocían a una corriente literaria tras la II Guerra Mundial como Trümmeliteratur (literatura de las ruinas). 
Caravaca, más o menos, quedará así tras el cierre de tantos comercios. Con este proyecto pretendo cada día fotografiar una calle de mi pueblo para ver cúantos comercios quedan abiertos.
Comenzando por mi calle, la Cartagena, hay 7 bajos con "se venden o se alquilan".
La fotografía de las ruinas, sin ninguna intención artística, ni tan siquiera (aunque sería fundamental) preocuparse por quienes montaron el negocio: cuánto tiempo llevaba abierto, qué esperanzas tenía, ¿emigración?, ¿pobreza en Caravaca o fuera como si diera vergüenza esa pobreza?
Ninguna pretensión: solo unos cuantos escaparates sin maniquiés. 
¿Una ventana abierta al futuro? Qué va: puro presente.

Todas las fotografías pertenecen a la Calle Cartagena en Caravaca.








Orgullo murciano, orgullo vikingo

Orgullo gay, orgullo vikingo, orgullo comanche, orgullo murciano…
La última de estas expresiones «orgullo murciano» se repetía constantemente en las redes sociales cuando se conoció que a un empresario de la región y a un médico le han concedido la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo.
Alegría, imagino, para familiares y amigos, pero creer que exista una «condición murciana», con sus atributos positivos y negativos, parece propio de románticos alemanes o de un nuevo Ernest Renan que, a la separación racial entre arios y semitas, le sume una tercera categoría, la «raza murciana», que incluye un gen que permite operar exitosamente a futbolistas exitosos.

Rosebud, Rosebud...

Rosebud, Rosebud...
¿Qué importa si es un trineo o una fotografía en blanco y negro, o una canción o  un recuerdo que te asalta y se te queda en el pensamiento, clavado para siempre ? ¿Qué  importa cómo deviene la tiranía de la infancia ? Recuerdo de madrugada (hoy, ayer,  mañana), sin orden cronológico, conversaciones ; gestos ; actos que marcaron mi  infancia y que yo creo que me formaron : la tarde de verano que me obligó el monitor de  natación a saltar a los más hondo de la piscina ; los camareros que me decían qué niña  más guapa y los chavales del barrio que me gritaban nena o córtate ese pelo nena ;  cuando mi madre nos llevaba a mi prima y a mí (cada uno con media barra de pan bajo el brazo) a la plaza del ayuntamiento, que estaba llena de palomas y domingueros, a que le  diéramos de comer a las palomas, y mi prima les daba de comer en su mano, pero yo,  que tenía miedo, siempre tiraba el pan y huía ; mi abuelo contándome historias de José  María el Tempranillo, que robaba a los ricos para... ; los recreos que me quedaba  castigado (o eso pensaba yo) porque no pronunciaba bien la letra r ; mi madre  llevándome al cine todas las tardes de verano durante muchos veranos para que viera  Dumbo, Bambi, Robin Hood... (siempre las mismas películas) ; mi madre escondiendo mis comics de Spiderman y regalándome Los Cinco en apuros ; mi madre y yo riéndonos con los payasos del circo ; yo, asustado, aferrándome a mi madre cuando salían los leones ; mi madre...

martes, 6 de septiembre de 2011

Diarios 1999: 31 de mayo

 1.-        La idea al empezar a escribir estos apuntes diarios fue que me ayudaran a centrarme. También coger hábito de escritura. Y contar cualquier cosa : me gusta esta chica, voy a votar a tal partido, qué película más buena, hice nuevos amigos, etc. Pero lo escribo demasiado deprisa y nunca lo corrijo (seguro que está lleno de frases sin sentido). Quizá si pensara los párrafos y me molestara en buscar el verbo adecuado, el adjetivo preciso, estaría más orgulloso. Aunque puede ser que con la práctica esto ocurra de un modo natural. De ser así, cuando decida releerlo (dentro de un mes, de un año) para saber qué ha sido de mis esperanzas, de mis miedos y de mis tonterías (seguro que con el tiempo todo se vuelve tonto), ocurrirá que en los últimos apuntes se encuentre todo mejor expresado y más acertado y me olvide de palabras que no dicen nada y que utilizamos de comodín : sirven para hablar lo mismo de un helado, que de una buena nota en un examen, un polvo salvaje o las paperas del niño.

2.-        He suspendido uno de mis tres finales (hay que relativizar eso de tres finales porque realmente son el segundo parcial de mis tres finales) : sólo un cuatro en el examen de reporterismo. Fue el último que hice y el peor de los tres. Pero tenía esperanzas de aprobarlo. Curiosamente, la parte práctica (que vale 6 puntos) ha sido la que peor me ha salido. El problema, a parte del aburrimiento, es la soberbia con la que de vez en cuando me permito ir por la vida. Incluso es posible que si no fuera por la soberbia estos exámenes me hubieran salido mejor. Porque sin soberbia los hubiera visto difíciles (y la dificultad puede ser interesante) habría sido algo personal el intentar hacerlos bien y el aburrimiento se hubiera marchado. No sé si me expreso claro, porque vuelvo a decir mucho. En definitiva : si no pensara antes de hacer algo que eso ya está visto y superado, me centraría más y obtendría mejores resultados. El profesor me ha acusado de amarillismo y de hacer el examen para lucirme, y creo que (con un poco de discrepancias respecto a la nota) tiene razón.

4.-        Frivolidad. Desearía ser muy frívolo. Enamoriscarme de ésta y de la otra y tontear con todas. Hablar vanamente y hacer comentarios excéntricos y muy a la moda. No sufrir por las guerras ni sentirme mal cuando veo un mendigo pidiendo en la calle o a mi amiga Verónica que me escribe que no se acuesta antes de las cuatro para estudiar más. ¡Ah, la frivolidad : un estado ideal !

5.-        Cristina me ha escrito este fin de semana. Una carta muy cariñosa. La leo y la imagino hablándome mientras se ríe, me coge las manos, juguetea con cualquier cosa de la mesa... y luego se va llevándose la risa, los juegos... la vida.

6.-        En clase he empezado a hacer un trabajo con dos compañeras (ninguno de los tres teníamos grupo porque no fuimos el viernes). No hemos hablado demasiado (tampoco sobre el trabajo), pero no está mal. Además, le he comentado a la delegada y luego a varios compañeros lo que me había dicho el profesor de Estructuras sobre el trabajo. La delegada es guapa y alta y tiene unos ojos inteligentes y vivaces, y desde que la pisé sin querer le tengo un poco de miedo.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Otra vez España

Después de Auschwitz, en Alemania no se podía (o por lo menos debía) escribir poesía ni (más evidente) participar en una guerra. En 1990 tampoco, según Günter Grass, Alemania debiera reunificarse. No tras Auschwitz. Conversaba con el japonés Kenzaburo Oe en la Feria del Libro de Frankfurt y a los dos les dio por practicar ese ejercicio tan inútil (también placentero: gozo con el dolor) de fustigarse: el japonés afirmó que su pueblo era racista; el alemán que el suyo más; el japonés que por lo menos los alemanes habían asumido mejor su culpa; el alemán dudaba... Como buenos amigos, al final coincidieron: si Mitsubishi y Daimler-Benz se fusionaban, malo para todos.
Lo cuenta Ian Buruma en su introducción de El precio de la culpa (ediciones Duomo Perímetro). Aunque no explica la reacción del público: a pesar de su compromiso con la vida pública, ¿verían a Grass como al Sócrates de Las nubes? ¿Se cachondearon de los intelectuales? ¿Compartieron su hondo dolor?
No se alarmen entonces cuando lean la prensa española de estos días. Aquí no existe esa flor y nata de la intelectualidad, pero la reforma constitucional (según la encuesta de El Mundo, querida por más del 70%, de los españoes, aunque más de un 68% previo referendo), el fallo del Tribunal Catalán (TSJC) sobre la "inmersión linguística", la colonización franco-alemana (cabrones: hunden Europea con sus dos guerras mundiales y quieren hacer lo mismo con España)... todo ello nos ha llevado de nuevo a preguntarnos quiénes sómos, de dónde venimos, a dónde vamos (intelectualidad pura: Siniestro Total). CIU utiliza la expresión "casus belli" (tal vez quieran sumergirse en el latín) para un dictamen que se ha recurrido; periódicos de derechas e izquierdas hablan de ruptura del consenso del 78 (cuando hace unas semanas denunciaban ese consenso ficticio que se produjo), El Mundo incluso comienza una serie 100 propuesta para regenerar la democracia (no podían haberse inventado un decálogo como Moisés). Como vayan una al día, no les va a dar tiempo a terminar antes del 20-N...
Menos mal que la Selección Española se lió a hostias con la Chilena y el españolismo quedó a salvo, que notaba yo como "las esencias patrias" se difuminaban.
El masoquismo resulta placentero, pero a la vez paraliza: no nos impulsa a la acción. Si hiciéramos caso a tanto agorero, España sería algo así como el fénix: muere un día resucita el siguiente para palmarla de nuevo al tercero. Cada china en el zapato, piedra en el camino y parece que tuviéramos que reinventar la nación, darla por extinguida... no sé. Absurdo, como Günter Grass y Auschwitz (aunque se le puede entender: él fue de la generación de los hijos de los alemanes culpables -educada su generación en el nacionalsocialismo, el mismo escritor confesó haber pertenecido a Ejército, creo, o la SS-, con la verguenza de lo que hicieron sus propios padres, pero a los millones de alemanes que han nacido después les parecería una boutade propia de un intelectual. Nada que ayude a mejorar un país. Baratijas, en vez de perlas de sabiduría. Aquí estamos igual.

Apología y petición de Gil de Biedma


Y qué decir de nuestra madre España,
Este país de todos los demonios
En donde el mal gobierno, la pobreza

No son, sin más, pobreza y mal gobierno
Sino un estado místico del hombre,
La absolución final de nuestra historia?

De todas las historias de la Historia
Sin duda la más triste es la de España,
Porque termina mal. Como si el hombre
Harto ya de luchar con sus demonios,
Decidiese encargarles el gobierno
Y la administración de su pobreza.

Nuestra famosa inmemorial pobreza,
cuyo origen se pierde en las historias
que dicen que no es culpa del gobierno
sino terrible maldición de España,
triste precio pagado a los demonios
con hambre y con trabajo de sus hombres.

A menudo he pensado en esos hombres,
a menudo ha pensado en la pobreza
de este país de todos los demonios.
Y a menudo he pensado en otra historia
Distinta y menos simple, en otra España
En donde  si que importa un mal gobierno.

Quiero creer que nuestro mal gobierno
Es un vulgar negocio de los hombres
Y no una metafísica, que España
Debe y puede salir de la pobreza,
Que es tiempo, aún para cambiar su historia
Antes que se la llevan los demonios.

Porque quiero creer que no hay demonios.
Son hombres los que pagan al gobierno,
Los empresarios de la falsa historia,
Son hombres quienes han vendido al hombre,
Los que han convertido a la pobreza
Y secuestrado la salud de España.

Pido que España expulse a esos demonios.
Que la pobreza suba hasta el gobierno.
Que sea del hombre el dueño de su historia.

PD. Espero que la izquierda le perdone que fuera familiar de Esperanza Aguirre y la derecha su homosexualidad; los catalanes que escribiera en castellano y los cinéfilos que de su vida hicieran el bodrio de El cónsul de Sodoma.



sábado, 3 de septiembre de 2011

¿Por qué si Charada y no Arabesco?

Stanley Donen dirigió Charada en 1963 y, tres años más tarde, trató de repetir el éxito con Arabesco
En las dos homenajea a Hitchcock: una comedia de intriga policiaca la primera; una comedia de espías la segunda. En las dos: suspense, cierto humor macabro y un interés en "la guerra de sexos" (sin exagerar: no es La costilla de Adán en este sentido) y un romanticismo mayor que el mostrado por el maestro.
Pero Arabesco no alcanza la calidad de Charada (una comedia que en un post del año pasado situé entre mis favoritas: 100 películas y Casablanca) por cuatro motivos.
1. La pareja protagonista: la química, que se dice en el cine. a) Gregory Peck no es tan buen comediante como Cary Grant. b) La diferencia de edad. En el cine clásico nada tiene de extraño que el hombre sea mayor (o mucho mayor) que la mujer. Aunque tampoco ahora es habitual que una mujer tenga veinte años más que el hombre. 
Pero, en el caso concreto de Audrey Hepburn, funciona a las mil maravillas con actores mayores que ella como Cary Grant en Charada o Rex Harrison en My Fair Lady; sin embargo, y son actores fantásticos, ni en Ariane con Gary Cooper ni en Sabrina con Bogart salta esa chipa que prende con Grant.
Wilder, director de Ariane y Sabrina, pensó en Cary Grant para el papel de esta última. Inciso: su relación con Bogart fue malísima (tampoco Audrey ni William Holden se llevaron bien con Bogart: lo de Bogart y Holden venía de un rodaje anterior. Bogart, como Raymond Chandler, con el que también trabajó Wilder y, por lo menos al escritor, maltrató de palabra, era alcohólico: peor en el caso del creador de Marlowe y coguionista de Perdición. Pocas personas soportaban al Wilder más cabrón, tal vez solo Marlene Dietrich. A uno de sus dos grandes coguionistas (el otros sería I.A.L. Diamond) Charles Brackett también lo desquició.
Otro inciso: Además de la vejez en el rostro, en los dos se apreciaba ya la marca de la enfermedad que los mataría. Aunque fuera de la comedia, en Más dura será la caída, el rostro de Bogart, interpretando a un periodista honesto, es imborrable. Sabrina es del 54, Más dura será la caída del 56 y Bogart falleció en el 57).
Volviendo a Arabesco y la diferencia de edad, con Gregory Peck sí te da todo el tiempo la impresión de que es viejo para Sophia Loren: no hay la química. A veces se tiene; otras no. Peck y Audrey hipnotizaban en Vacaciones en Roma. Con Sophia Loren y Peck no ocurre. ¿Qué hace que se tenga o no se tenga? Jennifer Jones y Gregory Peck incendiaban la pantalla en Duelo al sol, como pocas veces se vio en los años 40... (pura carne que imagino quienes la vieran en su momento no olvidarán jamás). La falta de química, en primer lugar, como todo este largo comienzo, se debe a la diferencia de edad, aunque influye también, me repito, que Peck no fuera un gran cómico (a bote pronto solo se me ocurre una buena, Mi desconfiada esposa con Lauren Bacall) y que ésta es de esas comedias que deberiá desprender "alegria por vivir".
2. Los secundarios de Charada: Walter Matthau, James Coburn, George Kennedy... en Arabesco no alcanzan ese nivel ni de lejos.
3. Las moderneces. O la distinción entre modernidad y moderneces. Son los años 60 y en Charada se ve en la escena del club y el juego de la manzana, en la ropa de Audrey, en la música de Mancini..- Pero en Arabesco te encuentras una secuencia (que sonroja) donde aparece Gregory Peck trastornado, bajo los efectos de una droga, con movimientos de cámara, imágenes de animales, cambios de color, que parece vieja en el mismo 66. Poco después, cuando despierta de la resaca, a conversación entre Sophia Loren y él se ve a través del espejo (truco que utiliza varias veces en la película: espejos de coches, por ejemplo, y alguna con buen resultado, todo hay que decirlo). Esos detalles de "modernidad" son comprensibles en una época que la música pop y las vanguardias cinematográficas europeas ganaban terreno (otro asunto sería ver cuántas de esas películas de los 60 resultan todavía moderna: La Aventura de Antonioni, sí; Zazie en el metro (del 59); El año pasado en Marienbad...). Y resulta extrano en el director Stanley Donen porque fue clásico y moderno: ahí están sus musicales con Gene Kelly o esa Dos en la carretera, que habla de relaciones de pareja como pocas veces antes en Hollywood. Cierto que tras Charada solo recupera el tino en su última pelícua, buena comedia (y poco recordada) Lío en río (1984), con una jovencísima Demi Moore en su mejor papel, que ahora difícilmente se rodaría en Hollywood al acostarse una menor con el amigo de su padre.
4. El guión de Charada es perfecto, aunque ya en esa época convencional. El de Arabesco es convencional pero no perfecto.

PD. Arabesco, aun así, es una película recomendable. Casi cualquier comedia que estrenen este fin de semana o estrenaran el pasado, seguro que es inferior. Henry Mancini compone la banda sonora de las dos; en Charada está París y Cary Grant y Audrey Hepburn... 
PD. Stanley Donen todavía vive. Dirigió en 1984 Lío en río y, en 1999, tras un paréntesis de una década, una película que desconozco, Cartas de amor, rodada para televisión. Cuando recibió el Oscar honorífico (escribiré pronto sobre Elia Kazan: el otro día hablaba con mi amgio David López de la extrañeza que sintió, y sentimos muchos, de medio público en pie aplaudiendo, medio sentado) en 1998, la pregunta obligada era: ¿tanto talento queda en Hollywood para que el director de Un día en Nueva York, Cantando bajo la lluvia, Bésalas por mí o Indiscreta ya no dirija más películas?

Scorsese, que innovó tanto porque había mamado y asumido la tradición, entrega el Oscar honorífico a Stanley Donen


Charada


Arabesco


Diarios 1999: 30 de mayo

1.-        Tenía que hacer dos trabajos para mañana lunes y otro para el día 4 y no he hecho ninguno. Me digo que son las siete de la tarde y que tengo tiempo. Pero no hay ganas. Quizá me suponga jugarme la nota en Estructuras Políticas (el de Reporterismo intentaré hacerlo mañana antes de ir a clase).

2.-        Cuando el autobús se ha parado, no sé si en Mula o en la Puebla, he visto cómo se agolpaban para subir siete u ocho personas (la mayoría mujeres). Con desagrado las he mirado : sudorosas, con camisetas blancas de cualquier manera, esas gorras de béisbol, pantalones cortos ; un grupo ruidoso y un poco hortera, en definitiva. Luego han subido al autobús. Riéndose, contándose lo bien que se lo han pasado... incluso, varios llevaban ramas de árbol como si fueran bastones. Un hombre gordo, moreno y sudoroso se ha sentado a mi lado y yo he fingido ignorarlo siguiendo leyendo mi periódico. Dos mujeres ya cumplidos los cuarenta (aunque quizá todavía no). Se han dado las direcciones, así que he supuesto que no se conocían.  Al poco, y mirando a las señoras, me he dado cuenta de que su pinta de horteras tenía que ver con su condición de animales urbanos transformados en irrisorios amantes de la naturaleza que se han curtido en miles de acampadas. Gafas de sol y pantalones de marca (las camisetas blancas, todas iguales, llevaban un lema que no he conseguido leer). Por lo que he escuchado pertenecen a un grupo católico que se reúne una o dos veces al año. Una le decía a otra, parece que menos acostumbrada a estas reuniones, que se enteraría por los periódicos o que preguntara en el obispado (luego le ha dado su dirección, por si acaso). Menos mal que no eran kikos o algo así, que no estaban bendecidos (ironía) con un tropel de niños. Porque hubiera sido insufrible que asaltaran el autobús y se llenara de pequeños mocosos cristianos. El hombre de al lado no paraba de levantarse de su asiento, logrando casi asfixiarme contra el cristal y hacer un comentario incomprensible (algún guiño de sus experiencias juntas del tipo mata a esa cucaracha o sabes encender el fuego). Los imaginé ya fuera del autobús cuando la euforia de su acampada descendiera hasta sufrir sus crisis de los cuarenta, sus menopausias, sus gin tonics, su fútbol, los niños (dos, la parejita) y, de vez en cuando, a misa. No se me ocurre nada más decepcionante, más alejado de cómo quiero vivir mi vida. Y así, contentos, morenos y cansados, se despiden.

3.-        Este sábado me encontraba malísimo. Ya el viernes no pude dormir bien y pase despierto toda la noche. Luego el sábado me ha recordado una resaca tremenda : vómitos, marea, flaqueza..., pero no salí : así que no bebí ni me drogué ni nada por el estilo. Serán las secuelas o, simplemente, algo que me sentó mal en la cena. Pero lo escribo (un poco para justificar que no haya hecho los trabajos) porque cuando teníamos una fiesta de las gordas al llegar a casa y durante todo el día siguiente lo pasaba fatal, pero al tiempo lo recordaba con cariño : no pude dormir en veinte horas, o estaba con sudores todo el tiempo, o llevaba tres días sin estar muy bien de la cabeza. La razón es que tendemos (tiendo) a mitificar todo. Cuando pasa y lo recuerdas, tan sólo quedan las veinte horas que no dormiste, pero te olvidas lo mal que lo pasaste, lo que hiciste y pensaste en esas horas.

4.-        Mi abuela todavía no se ha muerto. Ayer mañana fui a verla. Hacía un ruido muy raro y estaba como consumida. Lleva una semana muriéndose, pero aún no. A mi madre la veo muy mal. Quizá porque nunca he estado unido a mi abuela no lo siento tanto, porque quiero que se acabe ya y así que mi madre pueda descansar.


Judex: con materiales casi de derribo Franju retoma el ideal de las vanguardias

Un "folletín", según la Real Academia, es un "Tipo de relato propio de las novelas por entregas, emocionante y poco verosímil"; también teatro o cine con similares características.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Wu: la única Emperador de la historia de China

"Su eficaz actuación en el gobierno, en especial en la década de 690, eliminó la jerarquía que había permitido inicialmente a la dinastía Tang alcanzar el nivel máximo del imperio. Aunque las revueltas y el malestar continuarían durante la dinastían Tang, ésta conseguiría a pesar de ello mantenerse dos siglos más tras la muerte de Wu, tal vez, y en parte, gracias a las despiadadas purgas de su reinado". Deberían aparecer en la estela memorial de la Emperatriz Wu estas palabras que escribe Jonathan Clements, pero lo cierto es que la estela la encontramos desnuda: ningún descendiente suyo alabó a su antepasada, como hicieron con el marido de ella y era costumbre.
El papel de Wu resultaba extraño: en el título de este post he utilizado "la única Emperador" porque en chino, a diferencia de en español, "Emperatriz" tan solo significa "la mujer del Emperador", mientras que Wu fue primero Emperatriz (y gobernante en la sombra) y luego regente y luego Emperador usurpando el trono a sus hijos. Más extraño si cabe en una sociedad confucionista que aspiraba a un perfecto orden donde el noble debía someterse al soberano; al noble el villano; la mujer al hombre; el hijo al padre...Ya en las primeras crónicas: Antigua Historia de los Tang y Nueva Historia de los Tang, hay discrepancias sobre ciertas de las acusaciones. Escritas un par de generaciones después de su muerte, probablemente por hijos o nietos de sus enemigos (alguno descendiente de la propia Wu). Posteriormente sí fue objeto de muchos escritos, preñados de rumores, algunos de contenido pornográfico, todos llenos de intrigas palaciegas; aunque la historiografía marxista la recuperó en positivo hasta que las ambiciones de Jian Qing, esposa de Mao, desató una nueva serie de historias y novelas donde Wu volvía a mostrarse como personaje negativo. Recientemente se escribió una biografía sobre Hillary Clinton en chin con el subtítulo "La emperatriz Wu en la Casa Blanca". Como Clements no la ha leído, no sabe si es un elogio o un insulto para Hillary la comparación.
Wu fue una de las muchas concubinas del Emperador Taizong, a cuya corte llegó con 13 años. Se ha especulado sobre si mantuvieron relaciones sexuales: parece poco probable. Con la Emperatriz ya fallecida cuando Wu se incorpora a Palacio, existen cuatro esposas auxiliares que ocupan el primer nivel: Noble Dama, Dama Perfecta, Dama Virtuosa y Bienaventurada Dama; un segundo nivel de seis esposas; otra tercero de nueve conocidas como Elegantes; un cuarto de otras nueve conocido como Bellezas. Después estaban los nueve Talentos (a estas pertenecía Wu) y todavía quedaban los Tesoros, las Damas y las Obedientes. 122 mujeres en total que cuando moría el Emperdor acababan en un convento (por lo menos ya no las enterraban con él).
Wu fue poco más que una fregona, aunque durante la enfermedad del Emperador le cuidó y allí la conoció el futuro Emperador (se hubiera acostado o no Taizong con ella; su relación con el hijo se consideró incestuosa) que más tarde la sacaría del convento. Poco a poco Wu se convierte en su amante favorita y le beneficia la guerra que mantiene la Emperatriz (sus hijos serían los herederos) y la segunda esposa: al final Wu encarcelaría juntas a las dos rivales (se discute si en una pequeña celda, en un palacio...) y las asesinaría a las dos.
Con un Emperador que sufre ataques: algunos autores creen que era epilepsia, pero Clements lo achaca a una apoplejía que finalmente lo postraría hasta que muriera, Wu escala posiciones (primero escucha las reuniones políticas detrás de biombos o cortinas; luego es la única que puede, eso dice, entender qué quiere decir el Emperador. Pero retrocedamos al comienzo de su ascenso y la caída de la legítima Emperatriz: una hija suya muere poco después de que la visitara la Emperatriz y Wu la acusa de asesinato. Todavía se discute si Wu asesinó a su propia hija, si la asesino la Emperatriz o la opinión de Clements de que la niña moriría al nacer y Wu aprovechó la oportunidad para endilgarle el crimen a su rival. También comparte a su hermana con el Emperador y luego a la hija de su hermana (a la que envenenará) también con el Emperador (parece probable que fuera una relación incestuosa: es decir, que el Emperador se acostara con su propia hija).
Los consejeros del Emperador intenta que se case con una mujer más "digna" y que se acueste con otras de sus concubinas. En un manual de sexo se lee: "Si se copula siempre con la misma mujer, la esencia vital de ella se debilitará gradualmente y al final ella no estará en condiciones de ofrecer al hombre beneficio alguno". ¿Fue la monogamia en que mantenía al Emperador el mayor de los reproches a Wu? En una de las crónicas Tang se lee sobre el deseo de Wu de "humillar su cuerpo y sufrir vergüenza para acomodarse a los deseos del Emperador". Esto ha excitado la imaginación de muchas personas durante muchos siglos, pero los manuales de sexo, con abundantes ilustraciones, nos muestran lo poco mojigatos que eran los chinos. La monogamia es la apuesta de Clements sobre Wu: aunque cuando rondaba los 80 ella misma reunión un harén de jovencitos para alcanzar la inmortalidad o retrasar la mortalidad a base de orgasmos: sobre sus temores de muerte, Wu tuvo siempre predilección por el budismo como forma de contrarrestar a los funcionarios confucionistas, pero utilizaba presagios de unos y otros que anunciaban que una mujer reinaría antes del fin de los tiempos.
Lo cierto es que Wu ejercía un gran podre sobre el Emperador, un poder basado en el sexo: cuando ella estaba embarazada, él rapidamente buscaba a otra y escuchaba con atención las críticas de sus consejeros, así que Wu dejó de tener hijos (uno de ellos, el segundo, se rumorea que nació de su hermana; el primero tenía una esposa que aspiraba a ser una nueva Wu y el tercero fingió no inmiscuirse en los asuntos de su madre porque la temía). 
Gobernante en la sombra, regente en nombre de sus hijos a los que prácticamente tenía secuestrados, hasta que se convirtió en "la única mujer Emperador" de un Estado en el que aumentó la represión, y más que la represión, la vigilancia, la delación (en una urna con varias entradas una pesona podía proponerse o proponer a otra para un cargo; denunciar a otra persona; denunciar los abusos de los gobernantes o simplemente escribir una fórmula mágina de buen presagio: estas cartas anónimas confirieron gran poder a la Emperatriz), pero también permitió que continuaran en el cargo jueces honestos como Di (se han escrito novelas policíacas con él como protagonsita) y mantuvo las conquistas de Corea (conquistas que realizó ella, aunque todavía con su marido vivo). Y sobre todo parece que el pueblo chino la quería. Aunque las rebeliones se hicieron constantes y al final decidió que uno de sus hijos depuestos recuperara el trono (aquí entramos otra vez en las conjeturas: Clements, como escribe al principio de esta entrada, no cree que Wu tuviera la intención de fundar una dinastía para entregarla a sus sobrinos. ¿Por qué sus sobrinos y no sus hijos o nietos aunque no les tuviera aprecio?).
Termina Clements: "Las pruebas indican que era una déspota malvada y cruel, ¿pero acaso existe alguna otra clase de déspota? ¿Existía alguna diferencia entre su comportamiento y el de Taizong o el de Gaozong, ambos considerados héroes? La emperatriz Wu era una mujer, y nos encontramos ante la fascinante posibilidad de que, en opinión de sus cronistas, en eso consistiera su única y verdadera ofensa?".
Sobre el feminismo de Wu, destacar que ordenó que a los antepasados, fuera cual fuera el sexo, se debían rendir los mismos homenajes, asimismo modificó (se apropió) de una ceremonia, el Feng-Shan, que muy pocas veces se hacía: parece que tan solo tres sacrificios Feng-Shan hasta la dinastía Tang, porque significaba la cúspide de un reinado. Su ambición la demuestra también construyendo un palacio-templo, el Santuario de la Iluminación, o Ming Tang, que al igual que el sacrificio Feng-Shan pocos tenían claro en qué consistía o si alguna vez había existido: aunque parece ser un palacio-templo.
Escribe Carlos Martínez Shaw en la portada: "Esta obra demuestra que un buen libro puede ser más apasionante que la mayoría de las novelas históricas". Comparto su opinión sobre este libro de la editorial Crítica: Wu: la emperatriz china que sedujo y asesinó para convertirse en un Dios Viviente.

Ya hay una película con subtítulos en castellano sobre el Juez Di (detectivesca, con acción) dirigida por Tsui Hark.




Diarios 1999: 27 de mayo

1.-        Esta tarde he ido a la consulta de Lola. Quiere que le enseñe lo que escribo. Pero no sé. La idea al escribir era que no saliera de mi ordenador (incluso le puse una clave para que nadie pudiera leerlo). Hay frases que pueden parecer brutales : lo son, pero también yo lo soy, aunque se oculten. Si dejo que lo lea tendré que aceptar consecuencias como no querer mirarla. Siempre que escribo (no necesariamente esta especie de diario) acabo hablando de mí o de cómo me gustaría verme. Y entonces soy cínico o romántico o un cerdo o tan duro como Bogart en Casablanca o un payaso o... Pero, por ejemplo, si casi nunca digo tacos en público y si lo que escribo es sólo mío, quiero llamar a las cosas por su nombre.

2.-        El otro día leí a Heinrich Böll, y hoy estoy terminando Moral y Política de Camus. Dos libros preciosos. Böll me puso el nudo en la garganta ; Camus las lágrimas en los ojos y las ganas de gritar. Cuántas ideas bellas y hombres honestos y comprometidos... pero también están los otros. Las ganas de llorar al leer Camus no son de impotencia, esas lágrimas no son lágrimas feas de un adulto vencido

3.             Lo tengo tan poco presente que me doy miedo.

4.-        Pienso estar todo el fin de semana comiendo pipas, helados, viendo cine, leyendo... descansando. Aunque algo tengo que estudiar. Pero soy feliz pensando que en el videoclub estará Nada en la nevera o cualquier otra comedia romántica. Entonces apagaré las luces, me acostaré en sillón y viviré otras vidas.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Diarios 1999: 26 de mayo

1.-        He sacado un 9’4 en el segundo parcial de Estructuras Políticas. Pero me siento bastante deprimido (casi toda la semana estoy melancólico). Varias personas han sacado un diez y, en general, las notas han sido altísimas. No entiendo cómo puede poner un examen tan fácil y dejar que se copie todo el mundo. Si hago el trabajo y no hay sorpresas en el examen final, sacaré notable o sobresaliente. Y, sin embargo, no cesa, no acaba esta sensación de mediocridad. ¡Hubiera preferido suspender ! Quizá mañana, cuando lo piense fríamente, esté contento (lo mismo me pasó el año pasado en Historia de la Comunicación y hoy ya no pienso en lo gris que me sentía y en lo poca cosa : estoy aterrado de ser uno más de mayor ; de comportarme como todos en familia ; de tener un instante de lucidez y tener ganas de vomitar por llevar una vida normal ; de tener miedo a volar. Como la canción de Extremoduro : “Dejadme de hablar, no me haces reír, la gente normal se podía morir”).

2.-        Me he reencontrado con los Nacha Pop y con Antonio Vega en solitario. Quizá sea el artista.

3.-        Raquel Fuentes otra vez. Sigo fascinado. Eterna duda el saber si es guapa o no (ha sacado un diez en Estructuras Políticas). A veces me lo parece, pero no estoy tan seguro. Creo que es guapa por su voluntad de serlo. Se levanta por las mañanas, se dice qué guapa soy y acaba creyéndoselo y haciéndonoslo creer.

4.-        Qué pronto se aprende a olvidar. Un día termina una relación y ves las ruinas de todo lo que te parecía importante. Demolido y claramente irreparable. ¡Dios mío qué va a ser de mí ! Pero ese sentimiento también pasa. Acabó mi relación y pensé que acababa mi vida : me drogué (la busqué en las drogas (eran tan sólo sustitutos) como calmantes : excitaban más mi dolor), pensaba constantemente en que hice mal ; aprendí a odiarla y a la vez la deseaba a cualquier hora, tanto que me dolía el perfume de una mujer, las caderas de otra (un dulce dolor que me impedía pensar). Después me descubrí mucho mejor : no feliz (nunca, creo que nunca lo he sido), pero mejor. Ya no me comía la cabeza pensando esto de ella o lo otro. Si no estaba conmigo era inútil pensar en solucionar algo o en qué hacer para que fuera mejor. Pensaba en ella sin nostalgia (hay heridas que hay que dejarlas abiertas siempre, como recuerdo que favorezca la rebeldía ; también recuerdo doloroso de pensar que cuando uno claudica de sus ideas, de lo que le dicta la cabeza pensando que la vida está compuesta de pequeñas concesiones (mejor llamarlas traiciones), acabas convertido en un perro, pero no por ello todo va estupendamente) y todavía con dolor, pero cada vez menos. Ahora pienso (es inútil no hacerlo con la cabeza tan desquiciada que tengo), pero ese recuerdo lo diferencio claramente del presente. Es eso : un recuerdo. Y ya no quiero repetir ni caer otra vez en la trampa. 

4.-        Todavía tengo un nudo en la garganta de la impresión que me ha producido la novela que acabo de terminar. Se llama Y no dijo ni una palabra y es de Heinrich Böll.

6.-        Un día me dejó. No puede ser que me haya dejado, pensé. Estará muerta. Entonces me vestí de negro... pero decidí ser una viuda muy alegre.